Nada

Me despierto inquieto. Son poco más de las 3 AM. Voy a la cocina. Tomo una bebida fría. Como unas galletas. Me enjuago la boca en el aseo. Orino. Me dirijo a mi escritorio. Me siento frente al ordenador de consola y lo conecto. Por unos segundo me quedo mirando los iconos del escritorio. Abro una imagen; es un rostro de mujer joven, la foto es de estudio, han resaltado sus ojos y boca. Es muy sugerente, y luego dicen que la mujer es dueña de su cuerpo. Es todo lo que puedo hacer y esperar de esa mujer, es ella la que me lo ha ofrecido. Le digo: «adiós, mi amor»,  y cierro la ventana, seguro de no haberla molestado. Abro Safari, mi navegador habitual. Abro un diario, otro y otro. Leo los titulares de portada, ninguno me invita a abrirlo y leer su contenido.Paso a otras cosa. El correo marca dos mensajes no leídos; son publicidad y los borro. Nadie me ha escrito, tampoco enviado un mensaje. 42 correos en la «Carpeta de no deseados», que envío a la papelera sin mirarlos.Borro el contenido de la papelera. ¿Qué me queda por hacer en el ordenador? ¡Ah, sí, mi blog! Lo abro. En el escritorio  todo es viejo, sólo se actualiza  el cuadro de estadística. El mapa del mundo aparece impoluto, sin manchas de visitantes, quién va a entrar en mi blog a estas horas… Podían hacerlo desde Suramérica, allí viven con seis horas de retraso, aún no han ido a la cama. Consulto «Ayer». «Bueno, esto es otra cosa», me digo. América casi al completo, países exóticos, algunos de Europa, China, mi fiel chinita de todos los días. «Tengo que escribir algo para mantener vivo este blog». Abro «Nueva entrada» , y en el título pongo «Nada».

Escrito lo anterior, estoy de acuerdo con el título, Son las 5:10 AM, v vuelvo a la cama.

Son las 8 AM. Releo lo anterior, ¿vale la pena dejarlo? Y por qué no, «Nada» es algo.

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