¿Metaverso? No, gracias

Que estamos avocados a vivir experiencias nuevas no originadas por nuestras percepciones sensoriales; los cinco sentidos, es algo invitable. El mundo en el que vivivos nunca está conforme con lo que originariamente nos ofrecio, y el ser humano siempre busca ir más alla, por disconformidad o por algo innato que surge sin proponérselo. Luego que aparece esa necesidad, ya sólo le queda asumirla como algo inevitable.

Ahora se habla de Metaverso. ¿Y qué es Metaverso? Ya es de uso común la digitalización. Metaverso es un ámbito digital, enteramente digital. Pero para que esto nos sirva de algo, pasar de la teoría digital al uso practico de esa herramienta, nos hemos de valer de instrumentos físicos: ordenadores, gafas especiales, cascos especiales, dispositivos especiales para obtener servicios de realidad aumentada, etc. Dicho de otra forma: nuestros sentidos no son suficientes para conseguir esa inmersión en el mundo virtual que propone el Metaverso, se ha de valer de instrumentos ad hoc que le permitan ese ir más allá.

Y lo más parecido, ya viejo, son los videojuegos. Si el lector ha usado o se ha fijado en un videojuego, podrá haber percibido que jugar implica crear un avatar, más o menos perfecto, que a voluntad del jugador, interactúa con un escenario inmersivo, tridimensional, en el que, con los instrumentos adecuados, consigue estar en el escenario y, a voluntad, ser un actor más y crear situaciones nuevas. Esto es viejo, y el Multiverso está de moda. ¿En qué se diferencian? Los videojuegos nos permiten una evasión lúdica, sin otras pretensiones. «Pero  la industria se encamina en una dirección que tenderá a la puesta en marcha de “plataformas abiertas”, en las que “los creadores puedan diseñar sus mundos propios”, leo y copio de Internet. O sea, que de un intrascenedente videojuego, se ha pasado a crear unos espacios nuevos, digitales, como decía, que nos permiten mejorar nuestras capacidades físicas e intelectuales. Es como cuando el ser humanos inventó la rueda y lo que supuso de avance en el transporte. El Multiverso auna todos los sentidos y los potencia, logrando una percepción mayor y mejor en los objetivos que persigue.

¿Por qué digo: No Gracias, en el título de esta entrada? No por estar en contra de los avances de la ciencia o de los anhelos del ser humano. El Multiverso infiere que el que lo usa no tiene reglas que le limiten, en conclusiones erróneas que puedan ser perjudiciales, extremo éste al que el ser humano es muy propenso. Sólo puedo imaginarme un escenario futuro en el que el ser humano haya dejado de ser el que es y se haya convertido en un avatar, disconforme consigo mismo, un pragmatismo humanista para el que los valores que proyectamos son aquellos para los cuales tenemos buenas razones. Donde lar reglas universales se han convertido en proyecciones personales, sólo personales.

Y poco más podría decir sobre el término que traigo a colación. No viviré las sombras que proyecta en su neonacimiento, pero el solo imaginarlo, me permite sacar una conclusión catastrofista; no toda la ciencia creó instrumentos para una vida mejor.

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