Soliloquio a las 5 h. de la mañana

Apenas si tengo ideas que me lleven a complacerte. Y créeme si te digo que me duele. A veces me digo qué queda de mí que valga la pena. Porque te amo, eso es seguro, porque no quisiera perderte, hago lo que puedo. No sé que esperas de mí, si apenas hago nada por mí mismo. Sé que algún día me dejarás, y lo comprenderé; te habrás dado cuenta, finalmente, que perdiste el tiempo confiando en mí. Por todo esto te pido disculpas. Y quisiera pedirte que, cuando te vayas, no me susurres al oído que hay otra Vida. Eso si puedo prometerte: me iré sin traicionarte.