
Está claro, no somos monos, somos homo sapiens con ordenador y teléfono móvil. Las calaveras parece ser nuestro destino en el proceso de la evolución. ¿Qué hemos hecho para llegar a tal fin? La política, las guerras, el abuso de la naturaleza, el caos acelerado en la ambición humana… No más literatura, cuando éramos monos, éramos mejores, al menos no éramos tan estúpidos. R.I.P. Descanse en paz el que se lo merezca.
Lo escrito anterior podría ser la mejor inscripción en nuestra tumba, pero no quedará nadie para leerla.