Mañana 18 de 2018

 

Preparaos, queridos. Mañana, según todos los augurios, 18 de 2018, algo muy jodido va a suceder a este insignificante mundo. Variadas son las hipótesis, pero con un nexo común: no estamos solos en el Universo.

Parece verosímil que si algo terrible le va a suceder a la humanidad, el ejecutor no puede ser la casualidad, tampoco la propia y lenta acción del hombre; ésta tendría que venir de otro mundo. Y si ese mundo ha sido capaz de llegar hasta aquí y su tarjeta de visita ha sido destruirnos, sólo se entiende si nos han estudiado previamente y han concluido que somos unos bichos dañinos, que podemos extender nuestra ponzoña más allá de nuestro mundo con esos envíos sépticos al Universo profundo, diciendo que lo hacemos en nombre de la ciencia. Nos verán como nosotros vemos los insectos que, en forma de plagas, arruinan nuestras cosechas, que nos transmiten enfermedades incurables con fin de muerte. Y esos seres, encargados de evitar que el insecto hombre se salga con la suya, nos deben destruir sin dejar ni un espécimen hombre-mujer para experimentar hasta crear una especie que no sea peligrosa. Saben, o deben saber, que el ser humano en sus orígenes fue mal diseñado, que lleva en sus genes lo que la Biblia dice: Dios los creó perfectos,  (Adan y Eva), pero se olvidó de un detalle: la ambición. Dios, que debía estar entretenido en muchas cosas, ahí la cagó (bueno, lo dice de otra forma, pero no recuerdo su literalidad)

En fin amigos, familia, curiosos que caéis en mi blog y abrís por este post: Tomaos esto en serio, quizá los predictors se equivoquen de fecha, pero sería buena ocasión para plantearnos si nos creemos los reyes de la creación o sólo somos una plaga de bichos dañinos que otros, de otros mundos, han decidido fumigarnos. Si en un arrebato de humildad concluís en esto último, no desesperéis, con las cucarachas no podrán, hay más de 200 especies, alguna con forma humana; el mundo no será enteramente suyo.