¿Lo que hay escrito aquí abajo es poesía? Me da igual como se llame; si la poesía es sentimiento, algunas cosas podrían serlo por las lágrimas que derramé al escribirlo.
Odio la poesía
de las dulces sutilezas
la del amor sublimado
la del propio dolor
Te invoco, poesía
al desgarro de la vida.
Háblame si puedes
de cosas ignoradas
por el común de las gentes:
de un niño apaleado,
de un perro abandonado
de un pájaro que no vuela
porque tiene un ala rota.
Háblame si puedes
de un sueño interrumpido
por una realidad.
Háblame poesía
de las cosas sencillas
que me pasan ignoradas
o cállate como una puta
que no reconoce su oficio.
(JDD. 30-6-2001)
Mujer, me pides amor
como si se fabricara
en algún lugar de mi cuerpo.
Por qué no me pides pasión
si es lo único que siento…
Toma mi pasión, si quieres,
y llámalo amor, si lo prefieres
(JDD. 20-6.2001)
Y Dios dijo: Hágase la luz,
y se olvidó de las tinieblas.
Y Dios dijo: Hágase el hombre
a mi imagen y semejanza,
y se olvidó de maquillarse.
Y Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo,
y se olvidó de la mujer.
Y dios dijo: Se pueble la Tierra de animales,
y se olvidó del hombre.
Y Dios dijo: Crezcan plantas y flores,
y se olvidó del hombre.
Y Dios dijo: ¿Dije yo todo esto?
Sí; más te valiera callarte
(JDD. 30-6-2001)
Agazapados en las sombras,
parece que sonríen
y sólo afilan sus colmillos.
La presa es apetitosa
y encima tienen hambre.
Banquete de lujuria
se prometen.
Sólo necesitan emboscarse,
cánticos de sirena
hablando de paraísos,
de promesas.
No escuches esos cantos.
Aléjate de ese mar
de aguas tranquilas, muertas,
y deslízate en el torbellino
de tu juventud
hasta crear tu propio remanso.
(JDD. 2000)
Echadme una mano, viejos,
que no puedo con la aurora
que me trae esta chiquilla.
Testigos sois de que no puedo, ni quiero,
a solas estar con ella.
Y no es temor lo que lo impide;
es cariño paternal, o de abuelo la ternura.
¡Maldita edad que no me da otra alternativa!
(JDD. 1999)
Ya se acerca al mar el río
Se seca de sal y arena.
Atrás dejó la frondas.
Atrás los esquivos meandros.
Atrás los cantarines saltos.
Atrás los remansos de paz.
Atrás el torrente orgulloso.
Atrás el reflejo de luna.
en el espejo de sus olas inquietas.
Atrás los muertos confiados.
Atrás los campos engendrados.
Atrás las fuentes nutrientes.
Atrás el nuevo río que empuja.
Ya estás, río, en el mar.
Seco de sal y arena.
¡Río, río, no puedes llorar tu pena!
Tienes lágrimas de cristal.
Lágrimas de sal y arena.
(JDD. 1999)
El ángel San Gabriel anunció a María:
Vas quedar preñada
sin romperlo ni mancharlo.
Son cosas del Gran Padre
que habita en los cielos.
Que disimule,
que será el padre putativo.
Y a las vecinas les cuentas
que fue una gran noche de amor.
Son mentiras celestiales
pa cubrir las apariencias
. No vaya ser que alguien piense
que el hijo de Dios
es un hijo de puta.
Soy la esclava del Señor
hágase en mí según tu palabra.
(JDD 2000)
Que el viento te lleve mi virtual beso,
húmedo, cálido o frió.
Sólo tienes que acercarte a la pantalla
y besar mi nombre.
Es tu opción. También puedes escupirlo.
Pero has de decírmelo
para que yo, acercándome a la mía,
pueda sentirte húmeda, cálida o fría.
(JDD. Junio 2001)
Un viejo es un viejo
, moribundo de soledad.
Un viejo es un viejo
con lágrimas y no llora
Un viejo es un viejo
con la memoria marchita,
con la esperanza marchita
con el deseo marchito.
Un viejo es tan poca cosa…
Tan inútil es un viejo…
(JDD. Junio 2001)
DI QUÉ TE PASA, MUJER
QUE HOY ME HUELES A ROSAS
Y A CLAVELES AYER
PUES ES A MI PARECER
QUE SI ME HUELES ASI
NO TE PUEDO CONOCER.
(JDD. Junio 2001)
Yo soy una pura ironía
como mi propia vida.
A algunos no les gusta.
A algunas les encanta.
Surge la competencia.
Dialéctica de las formas.
Malas formas.
Bueno.
¡Qué le vamos a hacer!
Y sin embargo, yo, corrido en mil foros, dejo una estela de desencanto cuando digo adiós.
¿Por qué será?, me pregunto.
Me invitan a seguir siendo yo, el yo apaleado por los cancerberos del lenguaje de las buenas formas.
Nada que ver con el lenguaje de los hombres que quieren ser.
Un ángel se encuentra a lucifer y se enamora de él, ¿por qué?
Y dios manda a lucifer a los infiernos, ¿celos?
Y sin embargo, no hay otra forma que la mía para hacer hombres y
mujeres de provecho.
Dios ha fracasado, ya lo veis.
O seguiréis siendo marionetas, si seguís encenagados en su copa de alabanzas.
Yo sólo pido que me oigáis.
Él os pide que le escuchéis.
Vuestra es la elección.
Pero daos prisa, antes de que me mande a los infiernos.
O yo me vaya a redimir a otras gentes.
Respuesta a un poeta que dijo…
«»»No hay pájaros tristes en medio de la tormenta.
Son vidrios por la arena lamiendo las nubes.
Se roía la arena y el espíritu
No era más que una sandalia
Ese ente que sacrifica, redobla y enaltece
Junto a la pala de los sabines
Si gran diosa ecléctica
La contienda ancestral es mi nido
El volcan efervesiendo al lado del balsero
En derrame para alterar la ala del web»»»
Ese eres tú, Erik.
No me digas más, alado ser
Que en el inodoro sentado
Me alimento con tus cosas
En verdad que son babosas,
Y tengo ya el culo irritado.
(JDD. 1999)
A una poeta querida
¡Ah, las metáforas; siempre llenan el alma de incertidumbre!
¿Qué contienen tus metáforas, niña? ¿Son presagios?
¿Qué dice tu mensaje, lleno de ambiguos significados?
Ahora tu amor ausente estará llorando, queriendo comprenderte.
Sólo ha entendido que no está en tu esperanza, sólo en tus sueños, y eso es poco.
El quisiera tenerte en sus brazos despiertos, estar en donde tú estás,
ocupando el mismo espacio.
Despierta o dormida, él sólo necesita contemplarte de cerca, sentir tu
aliento.
Y luego dejarte, despierta o dormida, con la promesa de su amor eterno.
E irse por el camino que tu pintas de flores, en busca del nuevo firmamento.
Y allí encontrar una nueva estrella vacía que sea vuestra morada eterna.
Pero…. puede que tu amor esté diciendo:
Ah, los sueños, las mentiras, las metáforas.
¡Malditos seáis, malditas sean!
Que nos permitís vivir una apariencia de vida hermosa.
Hasta despertar.
Y conocer la amarga verdad.
Y con ella vivir hasta la muerte.
Sin otro sueño, sin otra mentira.
Ven ya, muerte, no te demores
Que del tiempo pasado y vivido
Entre sueños y mentiras.
Nada quiero recordar.
(JDD. 1999)
Aviva ya el alma, que se te duerme,
y llévala a un mar tempestuoso.
Dile que esperé allí en actitud inerme
la caricia del viento incestuoso.
Mientras ella se fecunda de pecados
verás alma y cuerpo embellecidos.
Alma y cuerpo de virtudes sobrados
y de marchitos amores renacidos.
(JDD. 2000)
Nocturno en tu compañía.
Llegaste a mí como un huracán
Rompiste mis ventanas.
Entraste en mi alcoba
Alborotaste mis pocas ganas.
Y yo, coronado de canas
Esbocé una sonrisa boba
Me puse a escribir esta trova
A mis esperanzas vanas.
Dejando atrás la ciudad de mis penumbras, me fui al campo, allí donde creí haber soñado que se encontraba. Estaba confusa y no sabía qué sensaciones percibiría al volver a verla. También un poco asustada… Tanto tiempo presintiendo y sin conocerme…
La posada no parecía haber cambiado, después de tanto tiempo. De sus gentes, sólo recuerdo a un señor de cara colorada, una señora sonriente, gorda y simpática y… una niña que me parecía una muñeca, aunque debería ser sólo algo más joven que yo. Y recuerdo que lloré muchas veces por tenerla para mí y sustituirla en mi cama por el peluche.
La puerta estaba abierta y entré sin llamar. Enseguida apareció alguien…
Era una joven hermosa la que salió a mi encuentro. No era una belleza útil, diseñada a la moda que impone la gran ciudad. Era la esencia misma de la belleza en forma de mujer. Su cara tersa, redonda, arrebolada de natural, con unos ojos como dos perlas negras que irremisiblemente te atraían a su universo, un universo totalmente misterioso para mí. Una boca sonrosada, abierta como una rosa al rocío de la mañana, pedía mis alientos cercanos. Sus pechos sugerentes sin necesidad de insinuarlos, pedían a mis manos acariciarlos. Su pelo negro, lacio, desviado de su natural caimiento por una peineta de concha, proporcionaban un marco a su cara para que resplandeciera más. Todo su cuerpo, firme, de carnes bien construidas, no bien moldeadas artificiosamente, se acomodó en el fondo de mis retinas. Ante su presencia, toda mi alma se volvió corazón, todo mi cuerpo deseo. Pero no estaba allí mi destino y tuve que volver. Ahora ya me conocía. Y mientras encuentro sosiego a mi inquietud por su ausencia, sigo soñando con ella… mujer contra mujer.
Recreado a partir de un fragmento de mi obra «Dos días y medio (9 de Noviembre de 1999)
(JDD 2003)
Los besos de colegas no son besos de amor; son juntar las mejillas y fundir las lágrimas. (J.DD. 2000)
Y todas sedientas de amor
Y yo sin poder complacerlas
Maldigo mi cuerpo inerme
Atado con agua y con tierra
Distancias insuperables
Para estar cerca de ellas.
Y todas sedientas de amor
Y yo queriendo quererlas.
(JDD.2000)
Tú, mantis enamorada
Que ocultas bajo un velo
Los aromas de tu celo
Esencia de amor sagrada.
Si algún día yo pudiera
Complacerte como quieres
A tus pies pronto me vieres
Rendido aunque muriera.
Que pensando en copularte
Ya es mi ansiedad creciente
Baña de sudor mi frente
Y el corazón se me parte
Que sólo soy pensamiento
Mi cuerpo yace impotente
Si pensar te es suficiente
Yo te pienso y no te miento.
(JDD. 2000)
Vamos de la mano, amiga
que el sol está ya en el ocaso
que la sombra es demasiado larga
y no doy sin ti un mal paso.
Vamos de la mano, amiga
que no quisiera perderte
que me llevo mal a solas
y me muero por quererte.
Vamos de la mano, amiga
no seas dura más conmigo
que ya soy fuego apagado
sólo mano de un amigo.
Vamos de la mano, amiga…
(JDD. 2000)
Golondrina, ¿dónde has estado?
¿Qué otros nidos visitado?
¿Qué otros cantos escuchado?
Dejaste mi corazón enamorado,
¿Lo sabías?
(JDD. 2000)
Mandadme ríos de afecto
que rieguen mi alma marchita
para que florezca en ella el sentimiento.
Mandadme ríos de afecto
que inunden mi corazón cansado
y desplacen mi sangre negra.
Mandadme ríos de afecto
que laven el maquillaje
de esta máscara triste.
Mandadme ríos de afecto,
aunque sólo sea el que os sobra,
que implora caridad el mendigo.
Mandadme ríos de afecto,
que suerte tengo de estar lejos
y nunca sabré si me mentís.
(JDD. 2000)
Todo el que escribe muere con lo que escribe.
Es como un naufrago con una botella hacia el mar.
A veces esas botellas regresan con brillantes mensajes
mensajes milagrosos que no identificamos,
sal y arena de amarguras ya olvidadas.
Y nosotros seguimos emborronando páginas de muertes aparentes,
que volvemos a tirar al mar de la espera angustiada.
Quizá regresen algún día, portando ramitas de olivo,
indicándonos que la tierra firme está ya cerca.
Luego, si así sucediera, querremos morir en paz.
No hay otra certeza para el espíritu.
No quiero otra certeza, sabedlo bien, amigos.
(JDD.2000)
Eres, Ate, la que no toca la tierra
Llueves sobre ella la fatalidad
Y te retiras a tu nube negra.
Eres, Ate, divinidad maléfica
Nacida hija de la discordia
La injuria es la leche que te alimenta.
Pero eres divina, hija de Júpiter
Yo te adoro por tu veneno
Pero más porque te anuncias.
(JDD. 2000)
Tolo ha visitado nuestra WEB
Ya no lloremos de ausencias.
Tú, juglar postmoderno,
Cantarás de nosotros excelencias,
De nuestro esforzado vicio: escribir,
Desvirgar páginas y páginas blancas.
¿Quién dijo que el vicio era pecado?
Un estrecho fue, sin duda,
Que mandó a su paloma
Para engendrar a su hijo.
Ni siquiera un ánade lujurioso
¿O era un palomo y no lo dijo?
Sólo debería darle al pico,
Sin romperla ni mancharla.
Pero nos fuimos al monte,
Y allí, un ángel caído en desgracia ( y ahora cojo)
Agazapado entre las sombras,
Nos redimió de la abstinencia.
Y vio el Señor que era bueno.
Y el rayo que nos parte de su ira
No fue para morir y desvanecernos.
Fue para no morir y ser eternos.
¡Gloria a dios en las alturas!
Que se quede allí pelando su paloma
Para los hombres, la Tierra es nuestra,
Que igual nos tiene el que da que el que toma.
(JDD. 2000)
Vestida de blanco, de inmaculada neutralidad.
Coronada de perlas y flores, de regia estirpe.
Pensativa y recatada, esperas.
Quieres hablar, musa de la retórica.
Maestra en el arte de escribir placeres.
¿Eres Polimnia, hija de Zeus y Mnemosine
Que cantas en el banquete de los dioses
Mientras el maricón de Apolo tañe la cítara?
No, eres Elsa, Musa de este Parnaso.
Dinos algo, que divagamos.
(JDD. 2000)
Me habéis dejado solo
48 horas, demasiado tiempo.
Sabéis que sufro de soledad,
amigos de confidencias.
En 48 horas, a solas con uno mismo
no se ven las cosas más claras.
En 48 horas de soledad
todo se vuelve oscuro como la noche;
sólo las estrellas te acompañan,
te parpadean guiños indescifrables,
te dicen que no estás sólo y,
sin embargo, sólo sientes escalofrío;
te acompañaron en tu nacimiento
te acompañaron en tu travesía
te acompañarán en tu arribo
y ellas seguirán su camino
acompañando otras soledades.
Por eso, amigos, quisiera
cambiaros por las estrellas,
al menos con vosotros
abrigaría mi cuerpo frío.
No me dejéis a solas
con las estrellas.
(JDD. 2000)
Mujer,
siento que tu aliento
derrite mis lágrimas
por un momento.
Corren como un río,
hirviendo cara abajo
calientes cuello abajo
templadas pecho abajo
hasta mi corazón frío.
¡Pobres lágrimas las mías,
han vuelto a ser perlas de hielo!
¡Más calor, más calor,
os lo ruego, amigos
(JDD. 2000)
Déjame, niña, morir contigo.
Ya no habrá más mensajes
que hablen del odio inmenso
que sentía por la vida.
Esta noche sólo quiero
un huequecito a tu lado,
y dormir, al fin, para siempre
sin nuevos amaneceres
de tallos cortados.
Buenas noches, mi niña.
Sí, sólo quiero eso.
(JDD. 2000).
ME IMPORTAN TRES COJONES (un carajo)…
Tú, ése, aquél…
el que sufre, el que llora, el que muere, el que va a morir…
el comido por el hambre, por el cáncer, por la lepra, por el SIDA…
los enganchados a la droga, al tabaco, al alcohol…
las devastaciones, los accidentes de tráfico…
los sin techo, los sin madre…
los dioses uno, dos o trino…
los ángeles, las vírgenes, los santos, los mártires…
los héroes, los villanos…
los que se suicidan, los que finalmente no se suicidan…
los filósofos vivos, los filósofos muertos, los llamados grandes hombres…
todos los muertos, incluso mis padres…
las ideologías, las convicciones de los demás…
la fe, la esperanza, la caridad…
la ética, la estética…
que el mundo reviente mañana…
SOLO VERDADERAMENTE ME IMPORTA…
mi nietecito.
Pero no me importaría que muriera conmigo.
(JDD. 2000)
Si no fuese por las tormentas
que arrasan las malas cosechas,
ya no habría esperanza
en otras nuevas y generosas.
Si permanecemos en la molicie
que produce el hartazgo,
no podremos evitar la resaca
con sabor ácido de regüeldo.
Debemos sufrir harta hambre
más que hartura de estómago.
Por lo mismo, una mente lineal
lleva al encefalograma plano
y no se producen ideas.
Y cuando las ideas son aceite
que lubrican la felicidad,
también son una trampa
en la que cae la inferencia.
No importa encontrar respuesta
a lo oculto para nosotros.
Adheridos a las ubres de la tierra,
ciclo de especie nacida para morir
sin vivir humanamente el intermedio.
Inferir el porqué de las cosas,
nos llevaría a ser dioses auténticos.
¿Os interesa alcanzar ese estado?
Si no habéis entendido nada.
deshaced el camino andado.
(JDD. 2000)
Siempre me pregunto
Qué respuesta quiero
Siempre me contesto
No pierdas el tiempo
Que no hay respuestas
Que todas las preguntas
Se mueren dentro.
(JDD. 2001)
¿Me quieres?
Le pregunté.
Eso a usted no le importa.
Y lloré de felicidad.
(JDD. 2001)
Altera mi sangre el verte
desecho humano.
Es mi alma,
estómago envenenando.
Vomito hiel.
De tu primera dulzura,
sólo un recuerdo.
(JDD. Salmos por un cuadro. 1997)
Ya el viento se ha detenido.
Ya no hay luces ni sombras;
de momento, sólo olvido.
Aquí, en la tierra, yace Raquel,
una sima tenebrosa la esperaba,
y ya se abrió en su camino.
Pero no encontró al dragón;
estaba muerto por el hombre.
Saldrá de esa sima una paloma
coronada de verde olivo,
y de sus alas un nuevo viento,
muy pronto, muy pronto. ¡Aleluya!
(JDD. Salmos por un cuadro. 1997)
2. SALMOS POR UN CUADRO.
2, 1. Repicad campanas, desplegad el palio, sembrad de flores el camino. Abrid ventanas, salid a los balcones y exhibid banderas y brocados. Abrid los templos, los palacios, las ostentosas mansiones y ofrecedle vuestra mejor bienvenida. Porque el Hombre Supremo ha salido de la sombra. ¡Aleluya!
2, 2. Gritad loores, aleluyas, quemad incienso, montad vuestra mesa con el mejor mantel, servid los mejores manjares y vinos, preparad vuestra cama con ropas perfumadas, porque el Hombre que salió de la sombra viene a vosotros y alguno tendréis la suerte de que se aloje en vuestra morada. ¡Aleluya!
2, 3. Lavad su pies lacerados, ungidlos con bálsamo oloroso y besadlos, porque es el último hombre pintado en negro y vuestra última oportunidad de redimiros ante la Humanidad. ¡Aleluya!
2, 4. ¡Oh, Dioses de la Reencarnación!, seáis por todos invocados, porque sois vosotros los que queréis que no quede ningún hombre sufriendo sobre la tierra. Tomad, entonces, el cuerpo del Hombre Supremo, del último pintado en negro por el Tirano. ¡Aleluya!
2, 5. Desaparezcan ya los dioses de la idea que nos es próxima. Cesemos de quemar incienso, de rituales patéticos, de alabanzas, porque el Hombre Supremo ha llegado y ya no hay más que temer. ¡Aleluya!
2, 6. Hombre Supremo. Te amaré por encima de todas las cosas. Sólo tú me darás la medida de lo que me amo a mí mismo. ¡Aleluya!
(JDD. Salmos por un cuadro. 1997)
Si el mundo fuese el mundo
Que nos habían prometido,
No estaría yo pensando
Que el mundo es una mierda.
Y yo, ¿qué parte tengo en ello?
No lo sé, si bien lo pienso.
Quizá yo formo parte de ella.
¿Y los que se creen buenos
Limpios de corazón
Limpias las manos
Un dechado de virtudes…?
No lo sé, si bien lo pienso.
Quizá ellos son el alimento
Que ha de terminar en mierda.
Mientras, el mundo gira y gira
Hasta el último sustento.
Nada se crea o se destruye
Sólo se transforma.
(JDD 2001)
El calor me llega
De otras manos
De otras tierras.
Ecos de palabras
Sensaciones nuevas.
Quiero tocarte
Y estás lejos.
Sólo promesas.
Pero las quiero
Vivo de ellas.
No estás ya muerto, viejo
Si de orgasmos ausente
Deja a un lado tu cuerpo
Y masturba tu mente.
Infiernos y paraísos
Son para ti las promesas
No tienes ya otra opción
O las tomas o las dejas.
(JDD 2001)
Hoy vi tu cuerpo desnudo,
Fue una furtiva mirada
Que atrapó tu imagen .
Antes, la deseaba,
Ahora, no sé qué hacer con ella.
(JDD. 2001)
Helena, bastarda de Júpiter
Y Leda, tu madre seducida.
Bella entre las bellas.
Eres muy joven para mentir
Y yo muy viejo para enseñarte.
No te creo
Si te empeñas en burlarte.
No tomaré tu alma,
la haré reo de la mía.
La reduciré a miseria
Aunque Troya llore.
Palabra
(JDD. 2001
Por qué
Insistes, mujer
Lanza tus velas
A otro mar
Con calmas
Con tormentas
Éste está muerto
De palabras
De añoranzas.
Naufrago en su arena,
Encallado en sus simas secas.
Y tú lo sabes.
(JDD. 2001)
Conozco tu juego, mujer perversa
De tu maestro, Masoch.
Aprendiste que la fuerza
La procura el sufrimiento.
Mil latigazos yo te diera
Y mil veces tú dispuesta
A ser por mí devorada
Insecto de la muerte
Quieres entrar en mí
Y hacer de mi tu morada.
Y en ella vivir pasiones
E inundar de tus fluidos
Mi cuerpo y alma viejos
Hasta dejarlos huecos
Vacíos los sentidos.
Y luego volar airosa
Larva, crisálida, mariposa.
(JDD.2001)
Mantis enamorada
El cielo te confunda
Me has vencido
Yo daba la partida por ganada.
Está bien.
Llenaré de semen tu vientre
Entre estertores de muerte.
Empieza por la cabeza
Luego por los pies
Y deja para el final
Mi pene exhausto.
Duerme luego el sueño
De tu digestión pesada
Mientras se gesta en tu vientre
Agua, tierra, fuego, nada.
(JDD.2001)
Que el verso se atempere
Que no llegue a la hartura
Que la nausea no llegue
Mil paraísos soñados
No son el Paraíso.
(JDD.2001)
Y Helena, como suponía
Abandonó la tierra prometida
En forma de mariposa
Y el fruto de sus amores
Con aquel hombre vencido
Fue un amargo desencanto.
¿Todo mi amor para qué?
Se dijo, presa de llanto.
Yo, alegre mariposa
Sólo he parido un gusano.
Algo se me fue de la mano
O el amor no es otra cosa.
(JDD. 2001)
Quisiera que el dolor
Fuese cosa de los ángeles
O de los dioses frustrados
O del parto de los montes.
Quisiera que el dolor
No fuese conocido
Por el común de los hombres.
Si castigo han merecido
Ya aman
Ya tienen esperanza
Ya cantan coplas al olvido.
(JDD.2001)
Me dijo un día mi madre
Serás un hombre de suerte
Tendrás riqueza
Una buena mujer
Muchos hijos
Serás feliz.
Y yo, todavía un niño
Le pregunté:
Madre, ¿y después?
Mi madre, transpuesta
Apenas pudo decir:
Hijo, volverás conmigo
A mi vientre
Donde te engendré
Para parirte de nuevo
Hasta dejar de ser Tierra.
(JDD. 2001)
Hablas de cornisas, mujer.; háblame de simas.
Cornisas sugieren cumbres tocando el cielo,
Tejados vigías de la calma, la morada de los pájaros.
Mi corazón sólo tiene simas profundas;
Ya no hay nada en la tierra que las llene,
Y el cielo prometido es la tumba de todos los corazones,
Como el tuyo.
(JDD.2001)
Te reclaman, felicidad,
Y mil formas de ser feliz.
Hipnotizado has de estar
Si no quieres sucumbir
Cuando tengas que sufrir
El amargo despertar
De encontrar a tu pesar
Que te tienes que morir.
¿O lo habías olvidado?
(JDD 2001)
No hay realidad nueva
Que en los sueños aparezca
Toda realidad es memoria
Y siempre la memoria es vieja
La fantasía desdeña la experiencia
Solo es fantasía si ésta es siempre nueva.
Capacidad de amar fue en ti
Y celoso el hombre
Fuiste sólo una quimera
En forma de cuerpo para él
Ama, como corresponde a tu joven corazón
Y que nadie secuestre tu cuerpo
Para violar tu fantasía.
(JDD. 2001)
Consejos
Mentiras de viejo
No hay alma más corrompida
Que la del que da consejos:
Joven, cuídate
Se decente
Esas faldas
No seas impertinente
Atempera tus deseos
Parécete a las santas.
Y ese viejo
Que así aconseja
Se masturba con la imagen
De la joven
Indecente
Desnuda
Deslenguada
Y cuando se da por vencido
De no haber conseguido nada
Rojo de ira escupe en el suelo:
Prueba, mala puta, con una mamada.
(JDD.2001)
A una amiga depresiva.
¿Cómo te encuentras, lejanía?
Ya habrás superado horas bajas.
Cuando el reloj de nuestra vida se cae
Sólo se para su tic monótono.
Empieza a contar por días
La gloria que te espera
Cuando el silencio se rompa.
(JDD. 2001)
Un día me dijeron:
No tienes corazón
Y cuando se lo mostré
Le repugnaba la sangre.
(JDD 2001)
Alguien me reprocha:
Por qué tanto dolor,
Y tanta rabia, como muestras
Y pensando estás en miseria.
Por la mía no lo sientas
Mira cuál es la tuya
Y mejor que no te mientas.
(JDD 2001)
No me busques
Te inundaré de tus lágrimas
De ruido de campanas
Cubriendo tu cabeza
No me busques
Ya no habrá atardeceres
Y todo empezará en la noche
Sin acabar nunca
En mañanas plácidas.
Crees que mis labios sonríen
Y sólo son muecas de soberbia
Y te escribo como el que ara
Un pedregal estéril
Blasfemando y escupiendo
A todos los dioses
Que te trajeron a mí
No me busques
Entre los cielos de tu deseo
Si quieres encontrarme
Has de bajar al infierno
Allí te mostraré el Universo
Y será tuyo
Si postrándote ante mí
Confiesas que me adoras.
No conozco otra forma de amar.
(JDD 2001)
Siluetas emergen en la noche
Trayéndome pesadas cajas
Dicen, éstas son ataúdes
Éstas contienen mortajas
Y lo que te merecías
Antes de venir a buscarte
Está en estas cajas vacías.
JDD 2001
A complejos subterfugios
Se aferra el hombre en la vida
El último, el de su muerte
Piensa en una especie de suerte
Entrar en la eternidad
Para mí que es veleidad
Desear el ser eterno
Y no pensar que es otro infierno
El que has de vivir para siempre
(JDD 2001)
Qué tienes niña que lloras
A qué tanto desconsuelo
Quién te causó el desvelo
De tus días y tus horas
La nubes no son tu suelo
Es la tierra en la que moras
Se te cayeron los velos
Tu vida comienza ahora.
(JDD 2001)
Anoche miraba las estrellas
Buscaba en alguna de ellas
Un mensaje para mí
De pronto me estremecí
De una que estaba observando
Su brillo se fue apagando.
Y yo apenas pude decir
Esa me está esperando.
(JDD 2001)
Estás construyendo un misterio
Para mis esperanzas vanas
Objeto eres de improperio
Por todas las mentes sanas.
No me digas que me amas
Por ello yo te aborrezco
Tú dirás que no te importa
Yo diré que ya son ganas
Las de amar las que tú tienes
Que teniéndolos a cienes
Te has fijado en estas canas
¿Me contarás a mí el misterio?
Sí, quiero hacer el amor contigo
¿Dónde, sin tener testigos?
Ven conmigo al cementerio.
(JDD.2001)
Maldita sea tu mano todopoderosa,
Que no libera a tu hija predilecta…!
Incestuoso intento de gozarla…
Si yo poseyera toda la palabra del Universo,
Te sentenciaría a escucharme eternamente…
Hasta que te durmieras en la matriz de una loba…
Hasta que todos tus sueños fueran las pesadillas de los hombres…
Hasta que gritaras «¡Basta!, me rindo!».
Escapa, niña, a sus intentos.
Vuélvete arena entre sus dedos.
Llena el mar hasta que surja una isla.
Deja que de ella tomen posesión las mariposas.
Préndete de sus patas y… ¡vuela!
No es un grito lo que escuchas;
Es mi alma que repta hasta mi boca
Y araña mis entrañas;
Es el dolor de no sentirte.
(JDD 2001)
Dedicado a una amiga que está de vacaciones en las Islas del Olvido
No hay sombras en tu caminar
El sol te alumbra de frente
Y todas se quedan atrás
Aunque te sigan de cerca
Aunque te agarren los pies
Sigue caminando hacia delante
Tu meta está en el horizonte
Aunque se aleje
Aunque desfallezcas
Llegará el instante
Que toda tú seas luz.
(JDD. 2001)
El sol se oculta en la noche
Conjetura de presagios
El fuego prendió la llama
Pájaros desorientados
Los nidos deshabitados
Y los árboles que claman
Tengo dos ventanas que me asoman al mundo. En una de ellas lanzo en destellos mis palabras y recibo imágenes de otros hombres; por la otra, esta vez mis ojos miran atónitos. No había sido así antes. Por ésta ventana buscaba hoy la calma a mis tempestades internas. El mar me quedaba a la espalda y no vislumbraba vida en el agua imaginada. Frente a mí, cuando la ensoñación me embarga, miro hacia el horizonte cercano; poso mi vista desvaída en las colinas y busco algo de vida, quizá para yo sentirme vivo. Todo, sin embargo, está quieto: las casas del pueblo, las rocas, los árboles, y hasta las luces vespertinas que alumbran las cocinas, los dormitorios urgentes. Todo está clavado como en un lienzo De repente, algo imperceptible parece que aletea. Si no fuera de noche diría que es una bandera flameando al viento. Una columna de nubes negras asciende hacia el cielo. ¡Es un fuego!, exclama mi mente racional. Y lo sigo observando, ahora preso de una cierta fascinación, a medida que el viento, ocasionalmente violento, sopla fuerte para animarlo. No parece que se extinga en sí mismo por falta de elementos nutrientes, sino que aumenta a velocidad inusitada. Ruido de sirenas, luces intermitentes se dirigen hacia el enemigo. Los hombres toman precauciones en la noche. El hombre se sabe solo y siente el aguijón de la supervivencia que le impide ser un héroe. Me figuro a Dios haciendo de Nerón, complacido del espectáculo.
Y la montaña, antes cubierta de pinos, arde para enfriar aún más las almas de los hombres.
De la no vida observada, he pasado a la contemplación de la muerte. Esta vez no son gentes humildes; es un hermoso pinar. Pero yo quiero saber si la muerte de un pinar es menos insoportable y dolorosa que la muerte de un pueblo, aunque éste sea inocente. Busco entre mis libros. Encuentro uno olvidado con un título: “Plantas superiores”. Busco, acelerado el pulso, en el índice: “Pino de montaña”. Hojeo hasta la página. “Sí, éste es”, digo mirando la fotografía. Y leo. “El polen escapa en la primavera de los sacos polínicos que están en la piña en forma de mazorca ( y pinta el símbolo de la masculinidad). Las escamas de las piñas (y dibuja el símbolo de la feminidad) capturan el polen y luego se cierran de pronto muy sólidamente. El tubo polínico no llega a los óvulos más que el mes de junio o julio del año siguiente. Fecundado el óvulo, la semilla estará madura hacia finales del mismo año”. El libro no dice si sufren, si lloran los pinos por las gestaciones interrumpidas, por los jóvenes retoños, por la desgracia de morir sin comprenderlo. Pero yo estoy seguro que igual que nosotros. Los pinos no escriben elegías, por eso yo lo hago por ellos.
(J.D.D. 2001)
Estaba a solas conmigo
Casualmente tranquilo
Del pasado los pesares
Del futuro pesadillas
Todo estaba en calma
Me sentía bien
Satisfecho
De improviso, todo cambia
Siento atormentarse mi mente
Se tensa mi cuerpo flácido
Había olvidado el presente.
(JDD 2001)
A una amiga que se muere a cada instante
Sólo un tic de tu tiempo
Ni siquiera un segundo eterno
Tienes para vivir
Antes del tic es pasado
Después, sólo futuro incierto
Puedes hacer muchas cosas
En ese tic del infierno
Todas menos morir.
(JDD.2001)
Si por mí fuera, mujer
Abriría tu pecho con mis dedos
Como el que descorre una cortina
Tomaría tu corazón en mis manos
Y lo abriría como una granada madura
Succionaría primero su sangre
Después me lo comería
Hasta sentirlo muy dentro de mí
Si por mí fuera, mujer
Rasgaría tu sexo con mis dedos
Y tomaría la vagina en mis manos
Para hacerme con ella una piel
Que cubriera todo mi cuerpo
Hasta sentir todo mi yo dentro de ella
No quiero otra forma de poseerte
Entiéndelo así, mujer
Es mi forma de quererte
De una sola vez
Hasta la muerte
(JDD. 2001)
Algunas aclaraciones, desde mi punto de vista, a propósito del poema, (o lo que sea; lqs) anterior, y porque ha suscitado controversias que se alejan de mi intención al escribirlo.
Lo que voy a decir, a propósito de “Posesión”, parte de un principio que yo siempre utilizo casi de forma temeraria, cuando de especulación se trata: es exclusivamente mío. Nunca tomo le más mínimo apunte hecho al caso por otros prestigiosos epistemologistas, puesto que, como digo, todos partimos de una especulación. La consecuencia es obvia: lo que yo diga es profundo, superficial, nuevo, viejo, razonable, subjetivo, coherente, un despropósito, verdad indemostrada, ficción…
Mi poema, o lo que sea, no es una manifestación oportunista, retadora, epatante por anticonvencional y extrema. Mi poema, olqs, no es un propósito oculto de llamar la atención valga lo que valga.
Dicho lo anterior, “Posesión” no es la descripción pretendidamente lírica de un salvaje acto sexual.
“Posesión” es la descripción literaria de un efecto sin conocer, por ahora, la causa.
“Posesión” no es la descripción extrema del amor, convencionalmente diluido en mil y una formas amatorias de deseo y entregas, de protocolos y técnicas.
“Posesión” no es la descripción de algo deseable por el ser humano.
“Posesión” es un acercamiento a la causa primera, desconocida, partiendo del efecto obtenido en el laboratorio de la imaginación.
Tengo para mí que no estamos aquí para vivir, sino para perpetuar la vida, en una misión cosmogónica alucinante. Cuando no lo hacemos, simplemente contravenimos las leyes naturales que nos han sido dadas por razones que permanecen esotéricas. ¿Química-Física? No se sabe. ¿Explicación bíblica o teológica de diversos credos? Solo una elucubración de los hombres que buscan explicación a los misterios por aclarar; incompleta en todo caso.
Naturalmente, todo lo que yo diga sobre la causa es otra elucubración más, por lo que sólo cabe imaginarse esa causa por su efecto, como antes digo, provocado “ex novo”.
“Posesión” está dividido deliberadamente en tres partes. En la primera el ser vivo (hombre en este caso) masculino, expresa su deseo primigenio de fusionar si vida con la esencia de otra vida que le es necesaria para su perpetuación, y que le está próxima. El deseo de incorporarla a su propia esencia no es racional, sino impulso vital.
En la segunda parte se escenifica en su máxima expresión plástica el acto del mecanismo que convenimos en llamar copulación, al margen de otras connotaciones puramente sexuales que serían los “atractivos”. En la copulación, y hasta donde es posible, hay un momento (el orgasmo) en que pareciera que el macho sintiera el impulso de penetrar todo él en el órgano receptor; en ese mismo instante, si la sintonía es perfecta, la hembra siente el impulso de recibir todo el aporte que el macho le pueda entregar, y en una despersonalización recíproca de los elementos que dan origen tan pronto sus respectivos impulsos se dan por “satisfechos”. Naturalmente, el hombre penetra hasta donde le es posible, y la mujer lo recibe hasta donde le es posible, en una comunión imperfecta de instintos primarios pero eficaz.
En la tercera parte, sólo es la manifestación de un deseo, supuestos superados los imponderables, que no se satisface pero que se “siente”. Por eso no se dice “amarte”, sino “quererte”, en el sentido de “tenerte”
En definitiva, si algo representa mi poema , o lqs, es un misterio al que yo sólo le dispenso un pequeño hueco en mis inquietudes.
Mujer contra mujer
Dejando atrás la ciudad de mis penumbras, me fui al campo, allí donde creí haber soñado que se encontraba. Estaba confusa y no sabía qué sensaciones percibiría al volver a verla. También un poco asustada… Tanto tiempo presintiendo y sin conocerme…
La posada no parecía haber cambiado, después de tanto tiempo. De sus gentes, sólo recuerdo a un señor de cara colorada, una señora sonriente, gorda y simpática y… una niña que me parecía una muñeca, aunque debería ser sólo algo más joven que yo. Y recuerdo que lloré muchas veces por tenerla para mí y sustituirla en mi cama por el peluche.
La puerta estaba abierta y entré sin llamar. Enseguida apareció alguien…
Era una joven hermosa la que salió a mi encuentro. No era una belleza útil, diseñada a la moda que impone la gran ciudad. Era la esencia misma de la belleza en forma de mujer. Su cara tersa, redonda, arrebolada de natural, con unos ojos como dos perlas negras que irremisiblemente me atraían a su universo, un universo totalmente misterioso para mí. Su boca sonrosada, abierta como una rosa al rocío de la mañana, pedía mis alientos cercanos. Sus pechos sugerentes sin necesidad de insinuarlos, pedían a mis manos acariciarlos. Su pelo negro, lacio, desviado de su natural caimiento por una peineta de concha, proporcionaban un marco a su cara para que resplandeciera más. Todo su cuerpo, firme, de carnes bien construidas, no bien moldeadas artificiosamente, se acomodó en el fondo de mis retinas. Ante su presencia, toda mi alma se volvió corazón, todo mi cuerpo deseo. Pero no estaba allí mi destino y tuve que volver. Ahora ya me conocía. Y mientras encuentro sosiego a mi inquietud por su ausencia, sigo soñando con ella… mujer contra mujer.
(J DD. Recreado a partir de un fragmento de mi obra «Dos días y medio». 9 de Noviembre de 1999)
Qué importa, después de todo
Que una vez más y sin quererlo
Me vea de nuevo solo
Qué importa, si me complazco
En confundirme con la soledad
Que precede a la noche eterna
Qué importa un puñado de amigos
Que te hacen sentir acompañado
Entre sus propias soledades
Qué importa el amanecer
De unas nuevas amistades
Que te empujan a estar contigo
Qué importa volver al silencio
Que precede al nuevo ruido
Si siempre has de estar en medio
Qué importa, después de todo,
Morir un poco más cada noche
Si vives un poco más cada día
Ya no sé qué es lo que importa
Y errante seguiré a mi sombra
Mientras el sol me dé de espaldas
(JDD. 2001)
Vesta, hija de Saturno
Dios del tiempo que devora
De su miedo te libraste
En Cibeles engendrado.
Calor de hogar divino
En el ara de los sacrificios
Era el alma del Universo
Guardada en vasos de bronce
Por la pureza de seis jóvenes.
Hasta que se fueron mirando
En los espejos ustorios
Cuando el sol dormía.
Y se vieron poseídas
Por los hombres mortales
Y asesinos de los dioses
Vesta, hoy ya tu fuego
Se extingue en mil pavesas
Con la pérdida de mil purezas.
Vesta, ahora tu Universo
Sólo es pasto de los hombres.
Y su alma recoge velas
Varada está por el tiempo
A merced de los carroñeros
Mientras se miran contentos
Los malditos agoreros.
(JDD 2001)
Despertares de resaca
Atrás quedaron lo sueños
Los quiméricos empeños
Despertares al nuevo día
De vigilias encendidas
En rescoldos consumidas
Despertares de amargura
Por sueños interrumpidos
Con el fragor de los ruidos
Despertares que encadenan
El ayer con la esperanza
Del hoy que no se alcanza
Despertares sin sentido
A una vida ya agotada
En tantos ayeres ahogada
Despertares, sólo despertares
Sueños, sólo sueños
Empeños, sólo empeños.
(JDD 2001)
Ayer, mirando la tele
Vi una mujer marcada.
Ella hablando de torturas
Y yo no sentía nada
Con un güisqui entre las manos
Mi culo al sillón pegado
Le contaba las heridas
Y en su estima de mujer
Vislumbraba las sufridas
Bueno, y qué
No es asunto mío
Y me levanté
Tomé un folio de papel
Un bolígrafo barato
Y cansino sobre él
Escribí después de un rato
“La vida es bella…”
Y lo dejé
No estaba inspirado.
(JDD 2001)
Qué nos queda por sufrir
Entre vaivenes de dicha
Entre hacer y deshacer
Caminos andados
Cómo parar el tiempo
Que todo lo devora
Que hasta los recuerdos
De momentos felices
Se vuelven quimeras
Cuándo rozamos el límite
De todos los abismos
Que están en el horizonte
Hasta sentir firmes los pies…
Qué, cómo, cuándo tendré que hacer
Que no vislumbro la salida
Que me siento prisionero
En un laberinto de impotencia
Quién habrá de decirme
El cómo, el qué, el cuándo
Si en lo mismo que pretendo
Todos están pensando.
(JDD 2001)
Guarda, mujer, el derroche
De placeres que me ofreces.
Te refugias cada noche
En cubil de zorra vieja
Y cuentas por alas los pájaros
Que engulliste en tu pelleja.
(JDD. 2001)
Hoy plagio que la envidia
Polilla es del talento
No eres más porque te alaben
Ni porque te vilipendien.
He de decir de mi mismo
Que nadie de mí espere
Otra envidia que yo siento:
Que sólo envidio al que muere
Es verdad y no te miento
(JDD 2001)
Mira, mujer, si te quiero
Que aun satisfecho el deseo
En una noche de entregas
Y fundirse nuestros cuerpos
Hoy tu piel no me repugna
Pero deja que pase el hastío
Que sigue al hambre y la hartura
De toda tú en mis sentidos.
Mientras mi cuerpo bañado
Aun siga de tus humores
Mejor te quedas a un lado
Esperando los albores
De otra noche y sus ardores
(JDD 2001)
Por qué escondernos de todos
Que no nos vean como somos
Tantas estrellas para formarnos
Un lujo del Universo.
Por qué querer parecer
El reflejo que les gusta
A veces oculto el brillo
Para no deslumbrar su sombra
Por qué vamos y venimos
De la propia luz al reflejo
Perdiéndonos en el camino
Perfiles esenciales.
Por qué nos acomoda
La sonrisa del de enfrente
Si nunca poder sabremos
Si es sonrisa o un tic nervioso
Ese por qué que domina
Todas nuestras acciones
Es el mal que configura
Nuestras falsas convicciones.
(JDD. 2001)
Cierro en negro mi ventana
A opacas transparencias
No quiero que me visiten
Tus ojos llenos de lágrimas
No ves que no quiero
Nada que ver con tu alma
Ni con esas manos tendidas
Esperando ansiosas las mías…
No ves que no puedo
Entregarte un momento
Lo que de mí quieres
De toda una vida…
Sólo me queda un instante
Para quererte
No puedo y no quiero
Volver a verte.
(JDD 2001)
Pide que todo sea gris
En tu vida y en tus sueños
Blanco o negro son mentiras
Del hombre y su destino
Que en siguiendo su camino
Nunca tendrás lo que quieras
Pues no es blanco, tampoco negro
Nada en el mundo de ahí fuera
(JDD 2001)
Anoche me trajeron los sueños
En revuelo de alas blancas
Una mujer seductora.
Su cuerpo estaba desnudo
Ingrávido y transparente
Yo me encontraba a su lado
Anhelante , esperanzado
Y para ella estaba ausente
Todo ocurrió en una noche
De sortilegios
De luna
De estrellas
Y yo desnudo
Debajo de ellas
Miraba ausente
Esperanzado
Una sombra
Ingrávida
Transparente
Seductora
Prisionera de mi mente
(JDD 2001)
Revuelo de campanas
Tocando están a boda
Visten la niña de blanco
Y él prepara la alcoba
Revuelo de campanas
La niña llora que llora
Todos la están consolando
Y él preparando la alcoba
Revuelo de campanas
Están tocando a boda
La niña piensa en corceles
Y él prepara la alcoba.
Revuelo de campanas
Tañendo están a muerte
Tú, niña, yaces de espaldas
Él no pensaba en quererte
(JDD 2001)
Me asomo a esta ventana
Que abierta está a mis desvelos
Esperando volver a verte
Orgullosa al otro lado
Pediré que la palabra
Vuelva a mí para decirte
En sortilegios envolventes
Aquello que te guste oír
Arrullos de palomo en celo
La música de los remansos
La caricia del aire fresco
Las luminarias de la aurora
Y un poco de dolor
Para que te sientas viva
Y no morir viviendo.
Vuelve pronto a este lado
Donde miro todas la noches
Para encontrar tu oasis
En los desiertos que transito.
Ahuyenta los espejismos
Que golpean tu esperanza
Róbale luz a tu cara
Y llena todos los abismos
Que juntos podemos cruzar.
Estamos solos, ¿no lo ves?
En la sombra vigilan cuervos
Y no son mejores ellos
Que todos juntos los infiernos
Pero has de venir, y pronto
Que si en esta ventana el vacío
No lo llena tu presencia
No has de llorar otra ausencia
En tu sueño y en el mío.
(JDD 2001)
Para tus labios siempre habrá un momento
En que calle la palabra y se acerquen los míos
Buscando cobijo.
Para tu piel pronta a sentir escalofrío
Siempre estará la mía, suave y cálida
para darle abrigo
Para tu cuerpo que de tierno se estremece
Te daré el mío de asperezas aparente
Que lo llene de gozos
Para tu corazón que mueve tus pasiones
No habrá otro corazón que el mío
Que vibre apasionado
Para tu sed, que busca ansiosa la mía
Abriremos nuestro mutuo manantial
Y beberemos hasta el ahogo
Para tus ansias que son las mías
Nos buscaremos frenéticos
En nuestra noche
Para tu ternura que llora de duda
Romperé los moldes de mi celo de hombre
Y todo yo seré lágrimas.
Para tu alma que siente morir cada día
Tengo mi alma que siente morir cada hora
Que no está junto a la tuya. (JDD 2001)
Hoy, ¿sabes? Esperaba algo más que el silencio
Sé que te escondes de las sombras siniestras
Sé que te espanta aparecer como eres
Se que te duele parecer lo que muestras
Sé que quisieras pero no puedes
Llevar al límite tus ansias dispersas
No esperes de mí un dios que todo lo puede
Que quisiera hacerte a su imagen y semejanza
Sólo has de aceptar que puede el que quiere
Y no vivir inerme en la esperanza
Que sólo adormece el dolor de quien la tiene
Que la esperanza se tiene y nunca se alcanza
Comienza por recomponer tu figura
Rota en mil pedazos muertos
Ávidos los cuervos en sus negruras
Que esperan con sus picos tensos
Alimentar sus particulares gulas
Con las mentiras de sus inciensos
No aceptes ser el plato exquisito
Que hagan de ti el alimento
Miserable por dentro, por fuera bonito
Perfumado de su fétido aliento
Creyéndote tu propio mito
Y cuando seas tú y no el reflejo
Que te muestre como quieren
Verás que todo consejo
No podrá con lo que eres:
Más un alma que un pellejo
Libre ya de mal quereres.
(JDD 2001)
Todo este tiempo
Creando ficciones
Revuelo de palabras
para corazones sedientos
De máscaras falsas
Te invoco, silencio
Que vuelvas a mí
Es que no quiero
Ya las palabras
Que me hacen creer
En mis propias farsas.
Todo este tiempo
Trampero de almas
Y sin pensar cayendo
En mis propias trampas
¿Silencio?
¿Podré?
¿Cuándo?
¿Muerto?
Quizá
Y si lo dijera en latín,
lengua de las sentencias,
algo más que palabras
Sustine et abstine
Sufre y abstente
Supremum vale
Adios para siempre
Sit tibi Terra levis
Séate la tierra ligera
Res non verba
Hechos no palabras
Quot capita, tot sensus
Tantos pareceres como personas
Quiz habet aures audiendi, audita
El que tenga oídos para oír, que oiga
Acta est fabula
La comedia ha terminado
(JDD 2001)
Cuídate mucho, avecilla en celo Que en este paraje sombrío Hay ánades lujuriosos Y no tendrás espacio para ellos En los rincones cálidos de tu cuerpo En el más hambriento de tus deseos No podrás con tanto alimento como querrán meterte dentro Morirás por invasión Masiva de tu cuerpo Hasta convertirlo todo en piel Sin espacio para tu alma Piénsalo, antes de hacer aquí tu nido Avecilla confiada O goza hasta la extenuación. (JDD 2001)
Rompiendo esquemas formas exquisitas principios y normas voy a quererte a mi manera. Dejaré que pase el día que te viste de temores hasta que llegue la noche en que el alma duerme. Convertiré en jirones tu traje de pudores y ya desnuda lameré tu piel hasta la sangre Pero no jadees, aún es pronto, mitiga como puedas tus ardores que aún no tengo de ti hambre. (JDD. 2001)
Tantos días esperando Tantas lunas deseando Distancias insuperables Para amarte como quiero Que mi cuerpo es todo esperma Todo sexo, tenso, enardecido Si por ventura un día El sol te trae a mí En noche de luna llena Te abriré como una copa Y me verteré todo en ti Hasta rebosarte Hasta de placer ahogarte (JDD 2001)
Se volvió la niña Mujer Cuántos suspiros Se quedan atrás Los míos Los tuyos El sueño ya no es Ni mío Ni tuyo Despertamos Ya no estamos (JDD 2001)
Si yo pudiera amar todas las sospechas las tuyas y las mías las de todo aquel que nos observa con la mirada fría te entregaría mi amor para aliviarte Si yo pudiera amar todos los amores que surgen espontáneos que se declaran unilaterales y a veces temerarios sin duda caería contigo en el abismo Pero, abandónate a que pase el tiempo de este contrato tácito que tú y yo firmamos una noche de sexo plácido y que los corazones negocien. (JDD 2001)
Para ti, Yoni, amigo
Abatimiento, desfallecimiento, desaliento, humillación
Desfallece con los recuerdos
Mantén viva la memoria
Si el desánimo te acongoja
Muere si es preciso de desaliento
Que no hay humillación en tu fracaso
Un hombre con tanta historia
Nunca estará en el ocaso.
Morirás, sin duda
Pero nunca morirá tu gloria
Alguien la mantendrá por ti
Estoy seguro, amigo
Que contra todos los designios
Serás eterno
(JDD 2001)
No habrá mañanas para los muertos
Ni despertares para los que no viven
En realidad no hay mañanas para nadie
Ni ocasos que preludian albas
Ni momentos para recordar
Todo es olvido
Porque el alma es la memoria muerta
Porque el cuerpo sólo es la tumba del alma
Porque toda nuestra vida es incierta.
Porque no hemos vivido
Ni tampoco muerto
Menos que nada
Año 2100
(JDD2001)
Deja que me recomponga Que me vista de nuevo Mientras mis ojos Se posan en tus pechos ¿Son de silicona? No, no sentirías Mis manos sobre ellos Dime que hoy No eres como ayer Te buscaré en días alternos Cuando seas mujer Aún no estoy desesperado Por falta de calor Para mi instinto (JDD 2001)
No lo sé, no sé lo que quieres
Construyes misterios en torno a ti
Construyes muros inaccesibles
Defensas inexpugnables
Para defender tu alma
Me ves como enemigo
Conquistador de fortalezas
Cuanto más fuertes
Mayor el deseo en mí
Eso piensas, y te defiendes
De ataques inexistentes
De fantasmas que tu creas
Espejismos en tu mente
Te pones siempre la venda
Antes de tener la herida
Y muestras así tus llagas
Para que te comprenda
¿Es que quieres de mí lástima?
Habrías de llorar sangre
Y pensaría que me mientes.
Hagamos las cosas sencillas
Y confiesa lo que sientes
Sin máscaras.
Sin misterios
(JDD 2001)
Voz, palabras no escritas
Pensamiento hecho música
Los ojos miran presencias
Lejanas
Y una puerta nueva se abre
A nuevas sensaciones
Cercanas
Que me han traído
Extrañas emociones
¿Vanas?
No importa tanto
El valor que les demos
Con ellas vivimos
Sin ellas morimos
(JDD 2001)
Honores, gloria efímera de los hombres
Laberintos luminosos de su egotismo
Llevan y traen un yo tirado de un él
Con buenos réditos para ambos
Que les trastorna de paroxismo
Se creen divinos o tocados de los dioses
Viven de extrañas y onanistas sensaciones
Son sus vidas pletóricas en la simbiosis
Cuando cagan no ven sus deposiciones
Son especiales
Los miras
Y sólo ves en ellos el áurea
Que semeja un arco iris
Formado por gotas de baba
Y la luz de los candiles
Que compraron con la fama
Ellos juegan a ser eternos
Y siempre la muerte les gana
¡Qué se jodan!
No han de saber llevarlo
El mundo no será eterno
Y nadie podrá contarlo
Ni siquiera en el infierno
(JDD 2001)
Tris tras
Tijera invisible que cortas los hilos
Tris tras
También el aire que está en medio
Tris tras
Cae ya el alma en el vacío
Tris tras
Y cuelga del aire el cuerpo
Tris tras
En pedazos los amores
Tris tras
Ningún interés les mantiene
Tris tras
A mis despojos unidos
Tris tras
Ni mi interés les retiene
Tris tras
Ni a los recuerdos vividos
Tris tras
Parece ya todo acabado
Tris tras tris tras
Pero algo aún se resiste
Tris tras
A ser cortado de cuajo
Tris tras
Sería infinito el trabajo
Tris tras
Olvidar que me mentiste
Tris tras tris tras….
(JDD 2001)
Miro por encima de mis lentes
Una imagen rota
Hecha de sonidos y palabras
Escritas sobre un mar
De aguas inquietas.
Los sonidos aún danzan
Valses deslizantes
Las palabras se borraron
Con los reflejos de luna
Quedando de ellas
Letras disueltas
En sus fulgores
Quisiera que volviera
Esa imagen vislumbrada
Y si por mí fuera
Sin oír nada
Sin leer nada
Hasta que muera
(JDD 2001)
Lo necesito
Ese abrazo de amiga
Que siempre me trajo aliento
Sin pedir por ello recompensa.
Cualquier día, amiga, me quedaré con tu corazón
Para que lata junto al mío acordes de música sin tambores
Me abruman los ruidos ensordecedores
Que llevan implícitas las peticiones
Con espasmos de urgencia:
”¡Ha de ser mañana,
O nada!”
Ella no sabe que mañana era mi día escéptico
En el que no creo en nada,
Absolutamente en nada.
(JDD 2001)
Cada noche
A las doce
Hora mágica
Para el amor
Luna llena
Sabana blanca
Roja sangre
La mancha
Cada noche
Una virgen
En su cama
Se entrega
Al Señor
Luego ella
Se duerme
Y una lágrima
Perla su cara
Y el corazón
De tanto latir
Se le para
Por la mañana
El despojo
Lo cubre
La sábana
Y sale volando
Una paloma
Por la ventana
Rumbo al sol
(JDD 2001)
Hoy se murió un hombre
Que dicen era importante
Una pérdida para el pueblo
Irreparable
Y lo enterraron
Luego que lo lloraron
Regresaron a sus casas
Y por la vida brindaron
También por los que se fueron
Con más pena que gloria, dijeron
Y en ellos mismos pensaron
(JDD 2001)
El silencio se lleva en el alma cuando el corazón late a ritmo normal,
esa normalidad que preludia vagas ensoñaciones,
sin los espasmos de los presentimientos;
es un dormir en el sueño irrecuperable;
es, simplemente, querer morir;
pero no hoy ni mañana, ni nunca;
sólo querer.
(JDD. 2001)
En los rincones de mi alma
Allí donde anida la lujuria
Mil monstruos pequeños
Abren sus bocas hambrientas.
Llegas tú, escuálida de presunciones
Humilde en tus entregas
Y mi alma se encoge
Aprisionando a sus hijos
Hasta asfixiarlos de deseo.
Y cuando ya muertos, llega la calma
Tú te posesionas de ella
Y con cuatro palabras
La conviertes en morada de sosiego.
(JDD 2001)
Un lugar de la Tierra
Privilegio de unos hombres
Hoy es ira de los dioses
No importa cómo se llamen
Ni lo que digan sus nombres
Ayer fueron los pobres
Hoy le tocó a los ricos
La cosa es obtener sangre
Con qué llenar los odres
Que abrevan sus borracheras
Y mientras los vivos rezan
Indignas preces lastimeras
Ellos oyen y bostezan
(JDD 2001)
La mañana es buena
Estuve muerto un buen rato
Porque no soñé, ni bueno ni malo
Y ahora estoy vivo, y me siento.
Tengo un día por delante
Sin negros presagios
Pero no sé qué hacer
Ni bueno ni malo
Sólo dejar que pase el tiempo
Minuto a minuto, hasta la noche
Para de nuevo morir unas horas
Sin sueños, ni buenos ni malos.
No habrá una mañana
Cuando duerma un buen rato
El tiempo que llaman eterno
Y no podré hacer recuento;
Nada hice, ni bueno ni malo.
(JDD 2001)
No te quiero desnuda, mujer
Vístete como la rosa, de terciopelos rojos
Oculto su gineceo a la mirada de los pájaros
Que sobrevuelan curiosos sus colores.
Yo soy como el pájaro ignaro de experiencias
Que todo le parece desconocido y misterioso
Que busca infatigable algo deseado
Aunque sea una trampa para sus ojos
Que ciegue su vista a luces nuevas.
Quiero, desorientado, caer en ti
Hasta abrasarme en tus hogueras.
(JDD 2001)
¡Imbécil! ¿Por qué me escuchas?
¿Quién rompe el silencio, cretino?
¿Qué negocios tenemos tú y yo?
¡Maldita, sea, no me escuches!
¡No pongas esa cara de idiota!
¡No es a ti a quien me dirijo!
¡Tú eres para mí la última cosa!
¡No lo entiendes, majadero!
Estoy hablando solo, ¿no lo ves?
Siempre hablo solo, como ahora
Como siempre hablo para mí
Para escucharme, ¿no lo entiendes?
¿Yo? Cómo habría de entender…
(JDD 2001)
Soy un hombre afectuoso
con ternura, si llega el caso
mi ira jamás rompió un vaso
por injusticia o por acoso
Amo con total entrega
a quien dice , y no me miente,
que igual amor por mi siente
y no lo jura hasta que muera
Que ninguna mentira supera
el jurar amor eterno
haciendo de amor quimera
Y convierte en un infierno
lo que siendo primavera
no evita que siga invierno
(JDD 2001)
Tambores tocan, y son de guerra
anuncian que están dispuestos
buenos motivos, otros siniestros
y comienza a temblar la tierra.
Una vez más la historia se cierra
y ahora van a ser los nuestros
los que con sus motivos puestos
nadie acepta ser el que yerra
Los niños estudian la historia,
del hombre motivos para matarse
juegan a guerras sin otras razones
que vencer o morir sin pena ni gloria
y ven a sus mayores lamentarse
por juegos tan bruscos en sus acciones
(JDD 2001)
Pues… son las 4AM, (en mi reloj)
hora de las putas rezagadas,
los borrachos desorientados,
los sintecho con reuma,
los solitarios del porno-tv,
los…
Y el resto de los hijos de Dios, duerme.
Y yo sólo soy un ser inclasificable.
Me levanto a golpe de espasmo,
unas veces del corazón,
otras de las articulaciones.
Y vengo atraído por el YO,
envasado en la pantalla de mi computadora.
Y veo lo que se dice por otros.
Y todos magníficos en sus escritos;
testimonios de su yo respectivo,
o adhesiones incondicionales
a los gurus que se dignan hablar,
cuando las circunstancias son excepcionales.
Y yo miro escéptico todas esas manifestaciones,
magníficas en sus hechuras.
Valen lo que cualquier editorial en un periódico.
Y Saramago, oportuno y oportunista,
como siempre se adelanta a marcar las pautas;
es otro fundamentalista del contradiós.
Y dentro de cuatro horas saldrá el sol si no llueve.
Y se levantarán los que estaban durmiendo.
Y se acostarán los que quieren dormir.
Y llorarán los que tienen que llorar.
Y morirán los que tienen que morir.
Y yo me voy a la cama,
a ver si consigo dormir un par de horas.
Y NIHL NOVUM SUB SOLE,
o lo que se traduce,
nada nuevo bajo el sol
(JDD 2001)
Callaos, malditos pregoneros
Que anunciáis los gritos de guerra
De los dioses todopoderosos
Allá en el cielo como en la tierra.
Que nunca la edición se cierra
Si no es para recoger los réditos
Que dejan vuestros titulares
Y que sólo leerlos aterra.
Y más grandes serán mañana
Si en provisional recuento
La edición se quedó pequeña
Que motivos tendréis sobrados
Ya que el dios hombre se empeña
En hacer pequeños los dados
(JDD 2001)
Estaban los hombres en globalizar sus bolsas
Cuando las palomas levantaron el vuelo
Llenas de espíritu y ciegas de almas
Chocaron contra las cajas fuertes
Y derribaron sus contenidos en gran confusión
Luego miraron las cámaras lo que habían gravado
Y vieron que nada había quedado con vida.
Para honrar los muertos y las economías maltrechas
Pidieron a las palomas que levantaran el vuelo
Mientras los halcones vigilaban el cielo
Y casas de barro se cubrían de arena
Guardando los míseros despojos humanos.
Y mil pavorosos volcanes surgieron
En la escuálida tierra de los dioses paganos
Llevando su fuego hasta las entrañas inversas
Quemando las raíces de nuevos horrores
Que fraguaban los hombres en la oscuridad
Y volvió la calma a la calle pared
Con los crespones negros del recuerdo
Colgados de torres más bajas
Llenas de prevención contra las palomas
Y los halcones afilando sus garras.
(JDD 2001)
¡Chist! Cedan las palabras al silencio
Que llegan ya los caballos desbocados
Con sus crines de fuego al viento
Quemando las ciudades y los prados.
¡Chist! Guarda tus palabras, ¡silencio!
Espera a que todo esté arrasado
Y des fe de que se acabó la vida
Cuando el horror haya pasado.
¡Chist! Que no fueron los caballos
Dirás en bellas palabras sentidas
Que fueron aquellos jinetes
Que los montaban sin bridas.
¡Chist! Que fueron ellos y sólo ellos
En esa gesta heroica y hermosa
Defendiendo una justa causa
Que luego resultó gloriosa.
¡Chist! Prepárate a escribir la historia
De los hombres que murieron
Y no has de cambiar una coma
Conforme a lo que ellos dijeron.
(JDD 2001)
Pues…
A las 4.30 AM
El corazón fijando un punto en mi meridiano
amenazando romper la arteria
llegas tú con algo nuevo y prestado
y no sé si azul la liga de tus piernas
Como novia impaciente en descubrir delicias
la boca abierta para exhalar el gemido
de tu cuerpo en sexo convertido
y tu alma en retiro forzoso
para dejar que todo el deseo
te lo llene de gozo
en la libre conjunción de dos astros
que quieren fusionarse hasta la destrucción
para que nazca una nueva estrella
que llamaremos amor.
(JDD 2001)
Todos somos brillantes
Aun con nuestras luces mortecinas
Allí donde no existe la claridad
Y buscamos ojos de cíclope
Que no pestañeen de asombro.
Que en la oscuridad de sus cuevas
El menor atisbo de luz
Les parezca una maravilla.
Tenemos una ventaja
Sobre estos estúpidos monstruos
Mientras miran embobados
Podemos clavarles palos
En sus ciclópeos ojos
Y de ellos quedar liberados
Luego, ya sin cadenas
Nuestras tenues luces
Alumbrarán el camino
De nuestras vidas plenas
Y de nuestro propio destino
(JDD 2001)
Lo presentía, lo intuía, lo sabía, me lo confirmas… La perversión es el gozo del pecado en estado impuro El pecado en estado impuro es el sueño de la mujer santa La mujer santa, sólo quiere follar con Jesucristo Follar con Jesucristo ya se le ocurrió a SADE Yo soy el anticristo, mujer nonsanta Mujer nonsanta, puede que conmigo alcances la perfección. Cuando alcances la perfección, la perversión será en ti tu mayor atractivo para mí Entonces podrás follarme. O, si lo prefieres, te follaré. (JDD 2001)
Una mujer llora, y yo intuyo
Hay historias que no son historias,
Porque el pasado es memoria
Porque el presente no es suyo.
Y la memoria sólo es un sueño,
Que en despertando es quimera,
Y nunca verdad ésta fuera
Por más que haga ella empeño.
Que el presente ha de morir
Sin que lo atrape las manos,
Y de él sólo nos llevamos
La sensación de vivir.
No quiero ser tu sueño
Ni tampoco tu quimera,
Que si por mí fuera
Lloraría contigo
Por la misma quimera,
Por el mismo sueño
(JDD 2001)
Llevado de su propio instinto El que detrás de la máscara Le comía el alma al payaso, Un día decidió la pantomima De parecerse a los hombres. Se lavo la cara con detergente, Se quitó la nariz amanzanada, La chaqueta de lentejuelas, Los pantalones de campana, Y la peluca de paja pintada. Y ya desnudo, y sin nada Que al payaso le recordara, Ante el espejo en su recámara, Se miró de arriba abajo, Y no vio sino su máscara (JDD 2001)
No es tu cuerpo, mujer, el que deseo
Ni tu oferta lujuriosa me conmueve
Soy ya viejo y no poseo
Tanto ardor como quisieres
Mujer, has destapado tu alma
En forma de paloma lasciva
Para que yo la observe
En su desnudo atractiva.
¿No entiendes que no es tu alma
Ni tampoco tu cuerpo oferente
Lo que yo deseo de ti?
Sólo quiero el calor que irradia
Tu juventud hermosa,
Y desde allí donde tú estas
Que llegue cálido hasta mí
Como el efecto mariposa.
(JDD 2001)
Senos lacios de vieja puta,
lamidos por mil y un sátiros lascivos,
mientras los pechos de sus mujeres,
daban alimento a sus vástagos cristianos.
Qué hiciste de tus principios,
los que te enseñaron las monjas pías,
los que adornaron tu juventud del alba,
los que nunca confesaste traicionados.
Ahora que tu cuerpo macerado
por mil y una manos pringosas;
ahora que tu cuerpo se marchita
de sus antiguas luces de alabastro.
Ahora clamas por un cabrón barrigudo
que caliente tu sexo seco y frío.
Y le ofreces con ansia tu experiencia
en mil y un placeres nuevos.
Pareciera como si todo lo prometido
fuese un tesoro oculto al desespero.
Y buscando con quién compartirlo
te ahogas en tus propios sentidos.
No te conformas con sentirte acompañada
en tus noches de insomnio y soledades,
y esperas, en el colmo de tu delirio,
ser de nuevo deseada.
(JDD 2001)
Por qué la naturaleza nos dio los ojos,
puertas de acceso al perfil de las cosas,
si cuanto más las miramos,
cuanto más claras las vemos,
más horribles nos parecen.
Por que la naturaleza nos dio el tacto
puerta de acceso a la sensación de las cosas
si cuanto más las tocamos,
cuanto más las palpamos,
más horribles nos parecen.
Por qué la naturaleza nos dio el oído,
puerta de acceso a las vibraciones de las cosas,
si cuanto más las oímos,
cuanto más las escuchamos,
más horribles nos parecen.
Por qué la naturaleza nos dio el gusto,
puerta de acceso al sabor de las cosas,
si cuanto más las probamos
cuanto más las saboreamos,
más horribles nos parecen.
Por qué la naturaleza nos dio el olfato,
puerta de acceso al olor de las cosas,
si cuanto más las olemos,
cuanto más las olfateamos,
más horribles nos parecen.
¿Somos esas cosas los hombres?
Si la pregunta es buena
dejad que así las nombre.
(JDD 2001)
Y yo sólo soy un personaje de paja
viviendo en su Camelot de arena,
que parece estar entrando en la combustión final.
Alguien esparcirá mis cenizas al viento,
ayudado con su propio soplo fétido.
Luego, todo volverá a la calma,
a la paz de los cementerios virtuales,
con héroes virtuales que salen de la tumba,
para proteger a las niñas muertas
de los vivos que las quieren matar,
y estar seguros de que no las matan.
Mientras todo esto sucede,
me rodea un silencio espeso y frió,
que pega mi piel a mi alma.
¡Mas calor, más calor, amigos!
Y si me fuera a la Isla del Olvido
Con los afectos como aliento
Con los odios como carga
Con mis presunciones de rey
Con mis tristezas sin lágrimas
Con mis sueños de vigilia
Con mi colección de medallas
Con todo lo que fui según fue
Con una vida a mis espaldas
Con un proyecto en blanco
Con un recambio de alma
¿Qué podría hacer de mí?
Empezar de nuevo a vivir
Sin nada.
(JDD 2001)
Ver que padeces me causa pena No lo confundas, no es sentimiento No es aflicción que mi alma llena No es ni con mucho sufrimiento. Es algo incómodo, con poco valor No llega a angustia lo que siento A veces pienso que ni frío ni calor Sólo tristeza que dura un momento Mujer, yo nunca te hable de amor Créelo así, porque no te miento (JDD 2001)
Confesión de parte
Si un momento es bueno, éste es el momento.
Cuando toda tú te debates entre luces y sombras
Cuando me miras sospechando que miento
Cuando me pides en pocas palabras redondas
Qué amor, qué pasión, qué afecto yo siento
¿Qué amor? Soslaya de este sentir los gozos
Piensa que aún no conozco tu cuerpo.
Que no sé cómo miran tus ojos
Que no tengo por mí tu amor cierto.
¿Qué pasión? Borra de tus noches este concepto
Que no siento el calor de tus pechos
Ni el de tus piernas enlazando las mías
Ni de tu boca de mi boca el lecho.
¿Qué afecto? Vocablo por mi repetido
Para explicar lo que por ti siento,
Así como amor y pasión van unidos
Y se extinguen en su propio fuego
Que enciende la turbulencia de los sentidos,
El afecto mantiene el sosiego y la calma
con todo el deseo a la razón sometido
Y más que del cuerpo el deseo se quiere el alma
Para ser de ese alma el mejor amigo.
Un gran afecto, mi oferta más hermosa
Por viejo, por compromiso, no puedo darte otra cosa
De, tú y el mundo tened presente
Que nunca con los sentimientos juega o miente
Y termino: mantendré por ti mi afecto
Aunque para ti resulte insuficiente.
(JDD. 2001)
A veces pienso que soy afortunado
Yo, que vivo encerrado en mí mismo
Que vivo una vida más bien de prestado
Que soy la encarnación del pesimismo.
Porque ella, la otra, y tú, naturalmente
Y aquella que aparece de tarde en tarde
Me ponéis los dientes largos; sólo los dientes
Pues de otra cosa no puedo hacer alarde.
Bien quisiera pasar de las palabras a los hechos
Y probar qué hay de cierto en vuestras ofertas
Que hablan de gozos en juegos de lechos
Almas y carnes para mí abiertas.
Soy creador y soñador de ficciones
Y tan grande es mi escepticismo
Que tengo para mí que las pasiones
Son en mi vida puro eufemismo.
Cómo dejar de así hablaros
Ser ardiente, cálido o templado
Aparcar los versos y de verdad amaros
Y no ser tibio, frío, gélido o helado.
(JDD 2001)
Arpías
No dormís en vuestros sueños de derrota
Arpías
Y aún así seguís soñando tempestades
Arpías
Y usando todos los huracanes
Arpías
Para vencer al junco en su porfía.
Arpías
Vuestros ruidos maltratan
Arpías
Los oídos vírgenes
Arpías
No cesaréis
Hasta que arrebatéis al junco el derecho a vivir enhiesto
Arpías
O hasta que Júpiter se canse de vuestras maldades
Y os convierta en simple aire
Que roce lastimero
Su divino trasero.
Y porque ya no puedo más
ser el guiñol de la noche,
he encendido todas las luces.
Y porque ya no puedo más
robarle sueño a mi alma,
he apagado todas las luces.
Y porque ya no puedo más
ser lo que se espera de mí,
abandono los disfraces.
Mañana, volveré a la matriz
de una madre de alquiler,
para nacer de nuevo.
Y todo será distinto.
Palabra.
Por más que te diga lo lamento
Por más que tu traición por noble causa
No me motive al perdón
Por más que sienta haberte perdido
Por más que me sienta un cabrón
No hay forma ya de quererte
Por más que llores
Por más que lloro
No podemos cambiar la suerte.
(JDD.2001)
Al sarcasmo de la vida
me propongo hacerle frente.
Y para ser consecuente
Debo mantener fuerte la brida.
Es por mí cosa sabida
Que para no ser suficiente
Me obliga a ser muy prudente
Con quien baboso me mira.
No caer en su trampa fingida
Y siempre tener presente
Que intenta ganar la partida.
Que mientras te ves complaciente
El en su mente anida
Acabar con tu presente.
(JDD 2001)
Mujer, estatua divina
Pequeña, fría, inmóvil
Sin lágrimas; no lloras
sin sexo; no reclamas
Sin habla; no me pides
Sin sueños; no esperas
Sin celos; no matas
Sin miradas; no interrogas
Sin vestidos; no te ocultas
Eres perfecta; te quiero
Afrodita, esto es amor
Déjala como está
No soy Pigmalión.
(jDD 2001)
Arpías
No dormís en vuestros sueños de derrota
Arpías
Y aún así seguís soñando tempestades
Arpías
Y usando todos los huracanes
Arpías
Para vencer al junco en su porfía.
Arpías
Vuestros ruidos maltratan
Arpías
Los oídos vírgenes
Arpías
No cesaréis
Arpías
Hasta que arrebatéis al junco
Arpías
El derecho a vivir enhiesto
Arpías
O hasta que Júpiter se canse de vuestras maldades
Arpías
Y os convierta en simple aire
Arpías
Que roce lastimero
Arpías
Su divino trasero
(JDD 2001)
Jugaba la cándida Europa
con sus amigas en la playa de Tiro.
A ellas les contaba sus cosas
y ellas la adornaban con flores.
Zeus, que veía en ello algo jodido,
se vistió con un manto de piel de toro,
pues el de oso estaba gastado, y allá se fue.
Y cargando a Europa a sus espaldas,
se lanzó al mar hasta la isla de Creta.
Las amigas removieron las aguas
con tempestades y huracanes.
Querían impedirlo.
Pero Zeus superó todos los naufragios.
Europa seducida de tan poderoso dios,
cohabitó con él la isla y su cuerpo.
Y de esos amores nacieron dos hijos:
Minos, rey de los muertos
y Radamanto, que no sé qué huevos fue.
El caso es que Zeus, cabreado con las amigas,
las llamó Arpías; lo peor que pudo encontrar en el diccionario.
Bueno, ¿y a qué viene todo esto?
¡Y yo qué coños sé! ¡Ojalá lo supiera!
(JDD 2001)
Rompiendo aguas, tierra, aire
la matriz, útero, vagina,
un golpe en el culo
y un grito de gato al que le pisan la cola.
Grasiento, amorfo, amorcillado, ciego,
rojo de haber vampirizado a mi madre
nueve meses y cuatro días eternos,
y ¡por dios!, parecido a mi padre.
cuatro kilos quinientos,
cincuenta centímetros,
manoteando a todos los vientos
buscando tetas, pechos, senos
donde hallar alimento.
Comer, dormir, cagar y mear
y siempre de algo llorar.
Enfermedades de la infancia, todas.
Cien veces desahuciado
por una bruja beoda.
y por un cura salvado
milagro de los santos oleos
que se llevó a los demonios.
Hoy me siento desgraciado
Sólo una mujer me ha querido.
A esa mujer dedicado
este recuerdo tardío.
(JDD2001)
Oíd, viejos, oíd
No os deis ya por vencidos
Tampoco por derrotados
No permanezcáis callados
No sentios deprimidos
Tomad vuestro juguete roto
Las piezas unid de nuevo
Luego volved al juego
Sin poner reglas ni coto
Que estáis jugado con fuego
Que ha de quemaros en vida
Si no encontráis nada nuevo
Para jugar la partida
Del valor y contra el miedo
A la muerte presentida.
(JDD 2001)
Quisiera dominar los delirios
que se forman en mi mente
cuando llega la noche del día,
cuando las palabras esperan
el sortilegio de darles vida
y las proyecte como mensajes
de naufrago atado a una silla
a pescadores en mares muertos.
Mi perro dormita a mis pies.
Es para mí como media persona;
si tuviese maldad sería completa.
Por eso lo quiero; no me hará daño.
Una débil luz parpadea en el horizonte,
en la parte inferior de los destinos.
Es un nombre en clave de un nombre
que anuncia se presencia inquieta.
Con temblor lo llamo a mi presencia.
«¿Cómo estás, castizo?» Sí, es ella.
Y es a mí. No es un saludo cualquiera
de esos que me dejan frío.
Un temblor recorre mis piernas
hasta alcanzar el principio y el fin.
Y allí se queda.
Yo tomo el tiempo de los vocablos
que dejan mensajes en el alma.
El cuerpo sabe que no es el momento
de saciar su hambre con palabras.
Y así, noche tras noche
Sin dormir, sin soñar.
Sin apenas nada.
Si yo fuera el hombre que quieres
Y supuestamente equivocado
Te mandaría un mensaje de esperanza.
Un me equivoqué, lo siento, ten confianza
Que me duele mi pecado.
Pero yo no soy un hombre,
Debes ya haberte enterado
Y no sé qué soy, que cuanto más mi edad avanza
Más he olvidado el pasado.
Puedes hacer una cosa: perdonarme
Y aunque pregunte, no hablarme.
Sólo tenme a tu lado
Mientras tú lo quieras
(JDD 2001).
Tarde, la del ocaso sombrío
Tarde, que llegas pronto
Tarde, que no te quiero
Tarde, alba de mi otoño
Tarde, preludio de la noche
Tarde, en mis ojos cansados
Tarde, para soñar mañanas
Tarde, de mis días acabados
Tarde, fuente agotada
Tarde, que me llevas preso
Tarde, revuelo de campanas
Tarde, que no anuncias nada
Tarde, tarde machadiana
Tarde, tránsito sin retorno
Tarde, tristeza y melancolía
Tarde, del episodio humano
Tarde, desgarro del cuerpo
Tarde, se acabó la pofría
Tarde, ya es demasiado tarde
«Deshojándose las copas otoñales
Del parque mustio y viejo,
LA TARDE TRAS LOS HÚMEDOS CRISTALES
SE PINTA EN NEGRO.»
(JDD 2001)
No se te ocurra perdonarme
Aunque lo revistas de caridad
Aunque del rencor quieras librarte
Será soberbia nada más.
Está bien claro, por lo demás
Que nunca podrás olvidarte
Que fue el perdón la otra parte
Que yo no te pedí jamás.
Soberbia por soberbia verás
Y no pretendas inculparme
pedirme ante ti humillarme
Y mi comprensión tendrás
Porque comprenderte es sufrirte
Y si en algo estimas la suerte
Verás que es como quererte
Y que nunca quise herirte.
(JDD 2001)
A VECES UNO SE QUEJA TANTO DEL PASADO, QUE NO DISFRUTA EL PRESENTE Y EL ENSUEÑO DEL FUTURO. MI LQS A MI NIETO NO PODÍA TERMINAR COMO TERMINÓ; NO TENÍA DERECHO.
Duerme, mi niño, la ausencia de presagios, de tu lelo las pesadillas que aún le rondan Eres, durante el día, una feliz contingencia de lo bueno a lo mejor, y la ausencia del miedo a vivir que yo tuve en mi infancia. Duerme, mi niño, y sueña que los monstruos son buenos, que sólo son como las personas pero más feos; más tiernos que aquellas y mejor en tus juegos más confiables, mas niños, sin otros anhelos que los de jugar el presente sin otros desvelos. Duerme, mi niño, que yo vigilo tu sueño para que ese insecto no perturbe tu calma Porque nada puedo hacer en mi empeño de proteger tu cuerpo y tu alma, de los males que sufrí de pequeño. Será por eso que sólo mis temores vislumbran presagios sin razón ni causa Y no para mí, que ya sin pausa me sumerjo en la noche de mis terrores. Duerme, mi niño, y no escuches a este viejo que sólo cuenta cuentos de sus horrores.
Pero no, mi niño, no te voy a contar
tiempos pasados que aún me acongojan.
Esa vida que en ti empieza a rodar
Lleva, sin duda, un mensaje de nueva alianza.
Yo, viviendo en ti, me permito gozar
de un tiempo nuevo, que no se me alcanza
si es poco o mucho lo que ha de durar,
sí, en todo caso, de ventura a ultranza.
Porque ventura es mi sangre morar
en esos tus ríos nuevos con sabia nueva
que riegan espléndidos tu cuerpo hermoso,
no verme más el viejo lecho y la sangre vieja
pues renazco en ti y ya soy dichoso.
No te me asustes, mi niño, y buen reposo.
(JDD 2001)
Los aullidos rompen la noche
esa noche que precede al día
en mis soledades de derroche.
Aún me llegan los ecos vanos
que avientan los fantasmas
huyendo de sus gusanos.
Aún me complace el oírlos
que temen nuevos ataques
y ya no poder sufrirlos.
Son, en verdad, sus sueños
de ser por Satán poseídas
y de sus amores dueños.
Esos fantasma sin sexo
vagan en mi noche fría
pidiendo a gritos un beso.
Y aunque mi beso sería,
mi mayor bellaquería,
en esa cadena se quieren presos.
JDD 2001
Por qué te quiero, hermana…
No lo sé, que aún ausente
Clavada estás en mi frente
Y no te siento lejana.
Es así que mi melancolía
Tú la vuelves serena
Y lo que pudiera ser pena
Se transforma en alegría
Y los días otoñales
De mis sombrías veredas
No son sino riberas
Sembradas de cristales
Tú y yo no divagamos
Sobre nuestros desengaños
Los que se llevarán los años
Porque de ellos callamos.
Y en el pacto que tenemos
Hemos tirado la llave
Que abre todas las puertas
A las esperanzas muertas
Por un futuro en clave.
Y en el presente que declina
En esas noches soñolientas
Que amenazan polvorientas
Algo de mí se ilumina.
Es mi corazón viejo
Oscuro que ya clarea
Y que con fuerza golpea
Esa imagen del espejo
¡Gózala ya, pellejo!
(JDD.2001)
Los días se me evaporan
Y no por las Leyes de la Termodinámica
Extraen calor de mi cuerpo.
Nada lo restituye
Ni siquiera el alimento.
El calor de mi cuerpo no es una reacción química.
El calor de mi cuerpo es la combustión de mi alma
Y mi alma no es un sol eterno
Es por eso que me estoy muriendo.
(JDD 2001)
Por cortesía, acepté ser su amigo
Por ternura, le ofrecí mi consuelo
Por compasión, le hable de amor
Por curiosidad, desnudé su cuerpo
Por desgracia, me horrorizó
La piel estaba hirsuta y arrugada
Los senos, como globos desinflados
Los brazos, huesos y colgajos
Las nalgas, una calabaza pasada
Ni rastro de bello en el pubis
El sexo, carne mal cocinada
Las piernas, dos palos combados
Los pies, de juanetes malformados
Las uñas, negras y corvas
Quise saber qué rostro tenía
Se había quitado la rubia peluca
Su cabeza medio calva y con verrugas
Una prótesis dental al lado, reía
Su cara ya no era su cara
Le pregunté: «¿Qué quieres de mí?»
Me echó un fétido aliento, y macabra,
Me contestó: «Nada, sólo ver que me miras»
(JDD 2001)
Me despierto, y aún somnoliento
Busco el mando a distancia
Como un avaro tanteando su oro.
Enciendo la teuve un momento.
Maldito mi atrevimiento:
Una serie cultural
La selva y sus criaturas
Una elefante pariendo.
¡Qué malito me siento!
La pobre danza en redondo
Se acuesta, se levanta
¿Por dónde? Yo no lo encuentro.
Al fin, algo informe está cayendo
Envuelto en tela viscosa.
Pronto se suelta esa cosa:
Es un pequeño elefante.
Y el amor se hizo carne
Pienso que en ese instante.
(JDD 2001)
Nunca ser amado fue un suplicio
Hasta que te conocí en la RED.
Buscabas rincones vacíos
Que suponías abismos de mi soledad
Y los llenabas cada noche
Sin reclamarlos, sin esperarlos
De frases hermosas para mi vanidad.
Y el efecto era nocivo, empalagoso:
Ni a mí me gustaba la miel
Ni tus caricias pringosas
Ni yo era tu maldito oso.
Y así te lo dije con palabras
Después de elaborar la imagen
Una imagen literaria:
No traspases lo que no abras.
Hoy vagas por ahí errante
Buscando consuelo en privado
Mientras otros, ¡aberrante!,
Exhuman tu sucio pasado.
(JDD 2001)
Tienes suerte, después de todo
Que si cuento tus maldades
Sin querer en mi memoria
Te tengo, y aunque no sea la gloria
Albergo en ella tus ruindades.
No me importa que presiento
Que me llames miserable
Lo prefiero a venerable
Gozo así con tu lamento.
Tampoco sufro tu tristeza
De verte en campo yerto
Es un placer verlo muerto
Que se aloja en mi cabeza.
Y de tu presente sombrío
Cúmulo de turbia escoria
Que sufras de tu memoria
Deja a mi ánimo frió.
No es poesía desabrida
Que cante tu amargura
No me falta la cordura
Canto a tu alma raída.
Mientras quisiste ser hiedra
Trepando mis vanidades
Tu contabas tus verdades
Que escritas están en piedra.
Mientras tus miedos vociferas
Mientras bebes en mi fuente
Es tu vida ya un torrente
Que te arrastra a tus quimeras.
No sueñes un paraíso perdido
Son esperanzas vanas
O dicho en palabras llanas
El amor te está prohibido
Sufre sólo lo que has sido
Y de este maldito las ganas.
(JDD 2001)
(JDD 2000)
Qué hay que hacer sin haber amado
Sin haber amado hasta el sufrimiento
Sin haber amado hasta el delirio
Para escribir de ese sentimiento.
Qué hay que hacer para ser amado
Y sufrir lo que de amor han sufrido
Los que amaron hasta el desvarío
Para ser uno de ellos, dios Cupido
Me pregunto qué hago que no hago
Y también qué siento que no siento
Y cuál ha de ser por ello mi pago
Terrible ha de ser, lo presiento
Y empieza con esto que hago
No saber por qué me miento.
(JDD 2001)
No puedo ser el poeta de los sueños
De los recuerdos amables
Sujeto estoy al presente
Víctima de imponderables.
Siempre negando el pasado
Del futuro, ni me hables
Nada tengo ni me es dado
Sólo duelos miserables.
Y tú, me ves con agrado
Viendo en mí cosas salvables
Y yo no veo por qué lado
Son para ti razonables
Pues me miro, y desolado
Sólo quiero que te calles.
(JDD 2001)
Alma cansada
Rompe amaras con el cuerpo que te cobija
Vuela al infinito llevada por tu ansia de eternidad
No me importa que sin ti mi cuerpo muera
Ya sólo es un cuerpo maltrecho
Deja que se funda con la tierra
Y alimente una fruta y una rosa
Que ya no tengo otro anhelo
Que otro cuerpo y otro alma las recojan
Que ya no tengo otro consuelo
Que den vida a un cuerpo joven y a un alma hermosa.
(JDD 2001)
Te miré y me sentí observado.
Cerré los ojos para no distraer los demás sentidos.
Quise verte y no verte.
Vestías de rosa y te tapabas de rojo.
El rosa me incitó.
El rojo me excitó.
Con la cinta lila que rodeaba tu cuello te vi desnuda.
Me acerqué y sentí un susurro en mi oído que me causó un escalofrío.
Me propusiste algo indecente y te mordí en la base del cuello.
Escuché de ti palabras prohibidas, impensables en aquel momento
Me besaste sin esperar a que te besara.
Y yo recorrí tu cuerpo con besos encadenados.
Suspirabas.
Recorrí con mi boca tus orejas, cuello, brazos pezones, vientre.
Y gemías
Continué recogiendo el sabor de tus piernas
Dejé atrás el centro deseado.
Luego volví a tu boca.
Quería conocer si estabas indecisa, cómplice, afectiva, ardiente.
Comprobé la ansiedad de tu deseo.
Sí, estabas totalmente receptiva, entregada.
Te poseí con mi cuerpo epiléptico.
Fue breve pero intenso el gozo.
Y llegó la calma.
Me desperté, y no estabas.
(JDD 2001)
No abuses, niña, de tu inocencia
Que el corcel del deseo se encabrita
Sabes que me tienes loco
Loco de pasión infinita
Tu sonrisa te delata
Y yo sé que juegas conmigo
Y tú sabes que me mata
Podría hacerte mujer en un instante
Pero te quiero niña, por ahora
Para que sigas jugando incesante
Conmigo, hasta la aurora.
(JDD 2001)
Me levanté pensando en irme
De casi todo.
De los afectos intangibles,
Sin duda.
Es casi todo lo que tengo,
Que me importe.
Llevaba un tiempo amable,
Disfrutándolos.
Pero me levanté con los afectos,
incoherentes.
Estaban recluidos en el silencio,
Sólo para mí.
No podía estar por más tiempo,
Esperándolos.
He pasado horas ensimismado,
Recordándolos.
Y llegado al final del recuento,
Lamentándolos.
Me llevan, me traen, me dejan,
Vacía el alma.
Sé que mañana, cuando despierte,
No tendré nada.
Ni siquiera motivos para quererte.
(JDD 2001)
Abro la ventana de mi pensamiento
Mientras mis ojos miran y no ven nada
Pero estás ahí, y estarás siempre
Como un recuerdo imperecedero.
Ya formas parte de mi biografía
Escrita en el canto de una hoja
Que a mi muerte se la llevará el viento.
Y lo siento, mujer, de verdad que lo siento
No haber sido para ti otra cosa
Que un error de tu sentimiento.
Pero si en mí hay un poeta ignorado
Tras la cortina de las vanidades
El poeta te seguirá escribiendo
A pesar de los pesares.
Te escribirá poemas, palabras, o lo que sea
Con sus lágrimas y sobre su alma
Esperando que te den la calma
Que el corazón del hombre te desea.
(JDD 2001)
Por tanto como os debo, mis amigos
Por tanto tiempo conmigo compartido
Por tanta muestra sincera de cariño
Por no tenerme a espaldas del olvido
Hoy escribo para vosotros, mis amigos
Con ese alma que tengo y no he visto
Que se acerca a mis dedos mendigos
Para pediros la fe de que existo.
Nunca me abandonéis, mis amigos
Y aunque a ser mejor me resisto
No he de olvidaros, seréis testigos.
Elsa, fredy, grisel, hilda, josefina, luis, taz-tazzo, vesta, yony, mis amigos
Presentes y que recién os he visto
Y también, cómo no, los escondidos.
A todos, feliz navidad, o lo que sea.
(JDD 2001)
Hace días, poesía, que no te siento
¿Será porque gocé demasiado
Del tiempo que estuviste aquí?
¿He de sentirme desgraciado
para que regreses de nuevo a mí?
¿Y qué me das tú, poesía,
a cambio de mi sufrimiento?
¿Bálsamo al alma, anestesia al cuerpo
vivir aromas que me trae el viento?
Vuelve, pues, a mí, poesía
No quiero sufrir tu ausencia
Duerme mi cuerpo y calma y mi alma
O la espera se me hará eterna.
Un año para que vuelvas
Un año para volver a verte
Mientras vivir cada día
Es ya una especie de suerte.
(JDD 2002)
¡Ay!, viejo, viejo toro
No sé adónde me llevas
A tu lomo va mi espíritu
Cabalgas por la vereda
Al fondo un bosque sombrío
Al que por ella se llega
Llevas a un niño a tu espalda
Que poder jugar quisiera
No en el bosque sombrío
Sino en la clara pradera
Que dejamos junto al río
Allá en la fuente de piedra
Vuelve atrás, viejo toro
Abandona esta vereda
Atrás me dejé muchas cosas
Con que jugar yo quisiera.
Atrás me quedé un niña
Que jugaba con mi pena.
(JDD 2002)
Maldita realidad, en ti prisionero
del presente que me dictas, que me ordenas,
ya sean gozos, sueños, abulias, penas,
pero nunca me permites lo que quiero
A veces me pregunto por qué no muero,
qué extraña es la razón que a mi vida llevas
que ser o no ser no son razones buenas
que estar o no estar tampoco es lo que anhelo
Si me dieras, realidad, lo que prefiero
y si te avienes a romper mis cadenas
pido mi ayer, sólo mi ayer, y que te mueras.
(JDD.2002)
Una vez, siendo yo un niño, creo que me enamoré.
Yo, jamás, tuve juguetes de pequeño.
Cuando sentí aquel impulso, dejé de echarlos de menos.
Jugaba con las enaguas de aquella niña.
Jugaba con sus calcetines blancos.
Jugaba con su faldita escocesa
Jugaba con la visión furtiva de sus bragas.
Jugaba con sus rodillas
Jugaba con sus piernas bien torneadas.
Jugaba con su pelo negro ensortijado.
Jugaba con un lacito rosa prendido de su pelo.
Jugaba con su sonrisa.
Jugaba con sus ojos negros como el azabache.
Jugaba con sus saltos a la comba
Jugaba con el bocadillo que se comía en el recreo del cole.
Jugaba cuando me llamaba ¡burro!
Jugaba cuando comulgaba y volvía con las manitas juntas delante del pecho al banco de la iglesia.
Yo era el niño, posiblemente, que más jugaba.
Jugaba en la noche, entre las sábanas blancas, pensando en ella.
Por jugar, hasta en los sueños jugaba, soñando con ella.
Cuando me hice mayor, dejé de jugar. Desde entonces, no sé qué es el amor, porque nada fue ya tan intenso.
(JDD 2002)
Compás de espera
El árbol se aferra a la madre tierra
Sólo da sombra y nadie se cobija en ella.
Compás de espera
Las ramas quietas y nadie se posa en ellas.
Compás de espera
La sombra la come las sombras y las ramas se secan
Compás de espera
Mientras dura la noche, el árbol sueña
Compás de espera
Para todos amanece en la pradera
Compás de espera
Alguien se acerca por la vereda
Y corta el árbol para hacer madera
Compás de espera
Las raíces se pudren bajo la misma tierra
(JDD 2002)
Te vi vagabunda, creo que hambrienta
Desorientada en la calle vacía
No ofrecías tu cuerpo, no pedías limosna
Sólo caminaba tu figura harapienta
Después de verte, te miré y busqué tus ojos
No miraban porque no veían;
No veían porque lloraban
Pude acercarme a ti y tocar tu hombro vencido
Me retuvo el miedo a un compromiso
No lo hice por temor a ser reconocido
Te seguí curioso por conocer tu meta
Una hora caminando
Y yo siguiéndote a ninguna parte
Y tú seguiste andando,
Abriéndote paso en la noche quieta
Sabía donde estabas, pero no donde irías a pararte
La calle se abría a un puente que cruzaba un abismo
Al otro lado, otra calle y un submundo de miseria
Y yo no puede evitar mi imaginación de poeta
Imaginé que tu meta estaba en ese lado mismo
Imaginé una casa de materiales reciclables
Imaginé a unos niños esperando ansiosos a su madre
Imaginé que no habías conseguido para ellos un bocado
Imaginé un marido borracho y enfurecido
Imaginé una cama sin sentido
Pero tú te cansaste de mi imaginación ociosa, y…
A mitad del puente, aceleraste el paso
Y como si aquella valla no fuese obstáculo a tu infortunio
Te subiste a ella y seguiste caminando vacilante
Y, por primera vez, cambiaste tu rumbo rectilíneo
Y giraste a la derecha anhelante
Fue entonces cuando la vi: tu meta era el vacío
Y yo volví por mis pasos a casa;
Estaba empezando a sentir frío.
(JDD 2002)
Niña santa, niña
Niña perversa
Si te quiero, niña
Ese será mi pecado
Y tú habrás pensado
Que no es alcohol la viña
Que no es opio la amapola
Pero para que yo peque
Tú te bastas sola
¿Cuántos años tienes, veinte?
Dime en versos que me quieres
Yo te diré lo que se siente
En el cuerpo y en el alma
Cuando una niña miente.
(JDD 2001)
¿Miguel? ¿Miguel has dicho, niña santa?
Yo conocí a un Miguel
Su piel era de nácar
Sus bríos de un corcel
Un día lo vi llorando
Y acercándome a él
Pregunté qué le afligía
Lloro la pena mía
Era una niña santa
que sólo a su dios quería
Ibis no ama a la niña
La niña pregunta por qué
Ibis quiere darme la niña
Y él quedarse la mujer.
Y yo
Que sé
De algunas cosas
Más que Ibis
Le he dicho
Si desprecias el amor de una niña, Ibis, tú no sabes qué es amor
Si tienes prejuicios por amar a una niña, nunca sabrás qué es amor
Una niña es el néctar de los dioses
La mujer es ese mismo néctar hecho miel
Pero el hombre aspira a ser dios
Tú sabrás si sólo quieres ser hombre.
(JDD 2002)
Que importa si del dicho al hecho
Dejo mi alma flotar
Yo sé que hay un gran trecho
Para el cuerpo gozar
Y aquel que piensa en el lecho
Para en él fornicar
Habrá de sentir en su pecho
La culpa de su pecar
Pero el alma ya es otra cosa
Sólo vive el ensueño
Y siendo la niña hermosa
Es un pecado pequeño
(JDD2002)
Enredado en las redes que atrapan sentimientos,
Con la extraña sensación de ser esa mi casa,
Me dejo mecer a un lado y al otro pendiendo de un hilo.
Yo, que supe lo que hay delante y detrás de lo que pasa,
Hoy no presiento que hay detrás o delante, que me tiene en vilo
Y no es temor, ni rechazo, ni mucho menos por sigilo,
Lo que hace que hoy me sienta así de preocupado.
Siempre pensé que los sentimientos nos hacían libres,
Y ahora siento son ellos los que me tienen atrapado.
Si por ventura fuesen esas todas mis cadenas,
Las que amarran mi futuro a mi pasado
Confío que el presente me traiga gozos y no penas.
(JDD.2002)
Cómo nos dejamos llevar de nuestro egotismo
Que sublima la pereza a proyectarnos
Somos perros de amo rico
Con la piel lustrosa de bien comidos
De bien ejercitados en las artes del ladrido.
Miramos por encima de nuestras cejas
Todo aquello que nos sobrepasa
Que nos deja evacuados de nuestra mierda
Que nos deja a la intemperie de un cielo sin tejas
Mirando al suelo que nos sostiene.
Mientras un pájaro vuele alto
Somos los reptiles bíblicos
Por más que miremos por encima de nuestro hombro
Y aún así, somos los reyes de la creación
Los tiranos perdidos en el Universo
Que se miran el ombligo buscando parásitos
Mientras las tripas claman por comerse una paloma.
¡Ay, Dios, cuánta imperfección la tuya!
Eres todo menos un artista
Todo menos un poeta.
POR SI FUERA UN SUEÑO
Hace tiempo, poesía, que no me quieres,
que no estás en los papeles que emborrono
con tanta nadería, pretensiones, falsos pareceres,
afirmaciones, ingeniosidades con lenguaje romo.
¿Qué ha sucedido, poesía, para que no te sienta
revolver mi estómago ahora al parecer agradecido,
zarandear mi cabeza somnolienta,
poner en mi dedos palabras de quejido?
¿Huiste de mí, poesía, por ingrato?
Me diste una pauta para amarte:
que fueras siempre un alegato,
y llevo largo tiempo sin usarte.
Dame, poesía, un solo instante.
Creo que me estoy enamorando.
Por si sólo fuera que lo estoy soñando,
quiero escribirlo cuando me levante.
(JDD. 2002)
No, amor, es sentimiento.
¿Cruzar océanos? ¿Decisión?
El maldito pensamiento
que aprisiona la pasión
en la trama de la razón,
sin tregua al sufrimiento.
Que se ceban en el corazón
negros cuervos del reproche.
Y muero un poco cada día,
sin que pueda , vida mía,
ser de ti una sola noche.
(JDD. 2002)
Me llenan de terror los hormigueros,
esos negros presagios que van y vienen
vacíos en un sentido, a veces en el contrario,
hasta penetrar en lo más recóndito de mi ser
Tan recóndito es mi ser que no vislumbro
qué hacen los presagios cuando llegan,
sólo siento que se mueven como reptiles en un foso,
que muerden y emponzoñan mis tejidos
hasta convertirlos en masa gelatinosa,
y que no se comen porque les produce nausea.
Sin embargo, ellos engordan hasta hacerse visibles
para los pájaros suspendidos en la vertical del abismo.
Y los pájaros caen en picado, uno detrás del otro
sin darles tiempo a esconderse en las cuencas de mis ojos,
que abiertas de par en par observan cómo la vida
sigue a tu costa o a pesar de ti,
que no engendrabas, precisamente, ilusiones.
Y entonces, me pregunto: ¿por qué en lugar de nacer hombre
no alcancé mi existir como un presagio;
al menos alimentaría el vuelo de un pájaro
que cae en picado sobre los abismos y vuelve a alcanzar los cielos.
Pero ya no hay remedio;
nací para alimentar los presagios más negros.
Sólo puedo esperar que la paloma
siga su vuelo, a mi costa o a pesar de mí.
(JDD. 2002)
Revienta ya, noche, oscuridad en la que estoy sumergido.
Antes de que salga el sol, reclamo para mí un alba.
Porque soy animal nocturno que no podrá mirarlo de frente.
Que no hay luz cegadora de verdad que me traiga la calma.
Revienta ya, noche, pero purificarme antes en tu roció,
Para librar de oscuros presagios mi alma.
(JDD 2002)
No quiero morir en un lecho de plumas… rodeado de gentes que me compadecen… que ruegan por mi alma, mientras piden cita al crematorio para mi cuerpo…
Quiero morir en medio de un desierto…rodeado de alimañas hambrientas… que esperan perpetuar el misterio de la vida bajo los cielos infinitos…
Una mosca esmeralda que ya tantea mi aliento… un buitre atento a mi último movimiento… un chacal que elige mi mejor trozo… un escarabajo que se guía por el olor de mi excremento…
Mis ojos miran por última vez las estrellas… que parpadean señales indescifrables… y me digo: vosotras morís sin pena ni gloria… yo soy un ser humano, y otra es mi historia…
Exhalo el último aire de este mundo y me quedo inmóvil… comienza para mí la vida eterna…
La mosca esmeralda penetra sin temor en mi boca abierta… el buitre desentumece sus alas y fija estáticos sus ojos en mi cuerpo… el chacal, sentado sobre sus patas traseras, se levanta y se acerca… el escarabajo avanza hacia mi esfínter abierto..
Y comienza el festín para celebrar mi eternidad… No me importa que no seré consciente de ella… Me aferro a mi única esperanza…. perpetuaré la vida en el desierto… algún día será un prado donde crezca el espliego… que utilizarán los humanos para ahuyentar los presagios. (JDD 2002)
Cansado de siempre por delante
Ahora hacerlo quiero por detrás
Para todo hay un instante
Y de todo probarás.
Centrado y bien centrado
Sólo entiendo yo una cosa
Y es que esté bien insertado
El gusano en la mariposa.
Este poema es muy malo
Total, la mariposa es el coño
Y el gusano es el falo.
Pa qué escribirlo tan ñoño.
Aunque si bien se mira
Todo es equidistante
A alguno habrá que le tira
Esta tesis denigrante.
Por ejemplo: a mí.
(JDD2002)
Te veo acuchillando el viento
Rasgada la blusa, un pecho al aire
Y en la penumbra sólo siento
La sangre caliente sobre mi cuerpo
Yo estaba allí, entre otros ciento
Y fue a mí a quien heriste
Pero no sufras, que no lo siento.
(JDD2002)
Cuando un amigo se va
y decide no volver
todo puede suceder.
Que el amigo que se queda
se quede sin el amigo
pensando por qué se ha ido
También le puede parecer
que el amigo no era tal
que la amistad era formal.
Que ser formal es una cosa
y de corazón bien diferente
aunque confunda a la gente.
El amigo formal no está siempre
sólo para el estrambote
que le escribe al amigote.
El estrambote es el final
de un falso sentimiento
en un poema que es un cuento.
El amigo que se queda
también tiene otro estrambote
Hacerse ¡PUM! en el cogote.
¡Pum! Pum! ¡Pum!
Por tres veces lo he intentado
¡Maldito arma en mal estado!
(JDD2002)
Mírame No, no lo hagas con tus ojos No soy cuerpo aprehensible Para objeto de tu deseo Tampoco tu sueño imposible. Has de mirarme En las circunvoluciones de tu cerebro Como el que busca una salida. No me pidas Fotografiarme en tus retinas Y luego acariciarme con tus manos Hasta empujarme dentro de ti. Podrás sentirme Si abres compuertas a tu imaginación Y la dejas que se sumerja En el fondo de ese abismo Donde hierve tu cuerpo. Y gozarás De inéditos placeres Uncidos al yugo de tus anhelos Como corceles que vuelan En los cielos de tu piel. (JDD2002)
Soy un hombre ya cansado Dilemas de mi mente Que a veces se siente Ser amado y por igual odiado Y no sé qué debo hacer Para sentirme dichoso El amor es sospechoso El odio me hace temer. Mejor me voy a la mierda Que es lo que corresponde Cuando no sabes por donde Si todo con ella concuerda. (JDD 2002)
Carta de amor a destiempo
Para ti
Que has recorrido conmigo caminos de sal; caminos que no llevaban a ninguna parte; caminos que se interrumpían ante los abismos de la hora intempestiva; caminos que no eran caminos; caminos que trazábamos en el aire como palomas libres mientras se arrullan; caminos llenos de encrucijadas; caminos, siempre caminos y ninguna posada donde cobijar nuestros cuerpos cansados de desandares.
Esos caminos eran, sin embargo, lo único que teníamos para sentirnos perdidos. Gozábamos de nuestra presencia en ausencia de los demás, todos los que nos suponían vivíamos en el error, en el juego perdedor, en la sinrazón. Y nosotros vivíamos en la certeza de nuestro compromiso; en el juego en el que nunca se pierde, en la razón de nuestra propia voluntad. Y en esos andares vacilantes de idas y venidas, de paradas para curarnos de nuestras personales llagas, hemos levantado un muro de silencio, un silencio que hiere el alma. Y el cuerpo con sus heridas, y el alma con las suyas, y heridos de muerte, parece que nuestro destino ya está escrito. Cuando hayamos muerto, sólo quisiera que en el aire quedara una certeza: Que te he querido, amor, que te he querido.
(JDD2002)
Ultima noche, noche apresurada.
Se fue la luna tras la nube negra,
y ya no vi nada
Pensativo, de dudas,
me fui a la cama.
Inquieto, vacilante,
me aplasté contra la almohada.
Postrado de amargura.
Perdedor en aquel juego,
me sentí avergonzado
y cobarde luego.
Nada había arriesgado
para ganarte.
(JDD 2002)
Por ti bajé un trozo de luna
e hice con ella la casa
con las estrellas la colcha
y con ella cubrí la cama
Y yo te esperé desnudo
cabalgando sobre mi espada
el puño en la empuñadura
la hoja desenfundada
Y al no acercarte la noche
la hundí con saña en la almohada
y corrió blanca la sangre
por la cama ensangrentada
Nunca más pensé ya en ti
de ti no esperaba nada.
(JDD 2002)
Que rompa el silencio, me pides
Quieres saber de mí, lo que pienso
Y no sé pensar lo que siento.
Me pides una elocuencia mecánica
Ocultas la emociones, los sentimientos
Decirte, simplemente, lo que al momento
Convenga decir.
Yo no tengo un cuerpo cibernético
Por eso callo.
Y estás tan lejos de ver mi sollozo
Que por eso el silencio.
(JDD 2002)
Ay de mí, ay, que infelice que de indecisión me muero Que es Francis la que lo dice Y así será, porque yo quiero Pues, mira, aún en el tintero me quedan muchas muertes moriré por ti primero y por las que caigan en suerte. (JDD 2002)
Mujer que bajas tu mirada
por el peso de tu deseo.
Abre tu cuerpo sediento
y aparta el alma.
Desnuda de sentimiento
te quiero al alba.
Ya te di todo de mí
No llores porque me vaya.
(JDD2002)
Mensaje en una botella.
Hay un abismo donde desfallece mi mente
en un balanceo entre la nada y la nada.
Estoy a la orilla del mar.
Tú miras al otro lado con ojos estáticos
el ir y venir de las olas en rizos de plata,
bajo los cielos plomizos que visten la luna
con velos opacos.
Por este lado, yo lanzo una blasfemia al aire
y una botella cerrada al agua cansada.
Dentro va un mensaje para ti.
Sólo dice: te quiero, allí donde estés.
Pero la botella se queda varada.
Desde el mar sobre mis pasos
vuelvo guiado por la luz siniestra
que proyecta una ventana.
Y allí esta ella,
varada en las palabras,
como la botella.
(JDD2002)
Voy a parar todos los relojes.
Que el tiempo se detenga para mí.
Será una muerte esperpéntica
si mi corazón sigue latiendo.
Yo no voy al compás del tiempo
que rige las estaciones
la vida de las estrellas
ni siquiera la de los hombres.
Mi cuerpo se rige por pulsaciones
que marca el tambor del destino
desfilando por delante.
El marca los ritmos, señala el camino
Y yo, siempre agonizante,
como un imbécil, le sigo.
(JDD2002)
Y aquí estoy, solo,
mirando a un lado y a otro,
sin atreverme a mirar de frente.
Temo ataques de abulia,
de miedo a no encontrarme,
pero no de rabia.
Porque no me queda nervio
para superarme
ni para luchar contra el presente
que me aprisiona
a la columna vertebral del tiempo.
Me siento atado,
con las cadenas del futuro incierto,
con las cadenas del pasado.
Sólo respiro el oxígeno
que ayuda a mi combustión.
No seré Ave Fénix
que resurja de sus cenizas.
¿Me reclamará el Cosmos
como polvo de sus estrellas?
¡Qué sé yo!
Ni siquiera tengo la certeza
de formar parte de ellas.
(JDD2002)
Este pobre agonizante
que se apaga a la luz del día
sólo brilla algo en la noche
cuando cediendo al reproche
la memoria que no olvida
le recuerda que su vida
no ha sido tanto derroche.
Amé, engendré
y del árbol caduco
brotan hoy tallos lozanos
al alcance de otras manos.
Y tuve fantasías
que compartí con los miedos
Hoy están en los ruedos
llenando mentes vacías.
Pensamientos rebeldes
ultraje a las ideas
lo nuevo sobre lo viejo
No lo impongo.
Ahí lo dejo.
(JDD2002)
En las circunvoluciones de mi cerebro
se agitan las palabras pidiendo protagonismo.
Quieren salir del cuerpo convencional
e instalarse en el alma de mi fantasía.
No estaría del todo mal.
rozar empeños con alegría.
Triunfar; palabra descomunal
que agranda la figura
hasta los límites de Dios.
Pero Díos es una fantasía.
Amar; palabra descomunal
que agranda el corazón
hasta los límites del Universo.
Pero el Universo es una ficción.
Triunfar, amar, fantasía, ficción.
Junto a las grandes palabras
que expresan nuestros empeños
sólo se viven los sueños.
(JDD 2002)
Busco un folio de papel para escribirte
Una pluma autónoma con tinta azul
Indeleble
Quiero decirte contra el tiempo
que no supe amarte.
Pero no hay papel ni pluma ni tinta azul
entre tantas cosas nuevas
que me permiten decirte lo mismo
y al mismo tiempo borrarte.
Y te borro de mi vida
para evitar el sufrimiento
de quererte y no tenerte.
Todo por ser un perdedor
incapaz de cambiar la suerte.
Que si botellas, papel y tinta indeleble…
Cuando tenerte pude
de haber podido quererte.
(JDD 2002)
Tedioso amaneció el día
El sol calienta mi cerebro febril
Es la orgía que acompaña
a mil gusanos esperando el festín.
¡Qué maldito amanecer!
Que estoy solo y no quiero
de esta forma yacer.
¿Quién cerrará mis ojos?
No, no quiero estar bajo las estrellas.
Te miran en tus despojos
Y se ríen entre ellas.
(JDD2002)
Me desperté sobresaltado
Eran las cinco y el sol se preparaba
para una nueva aparición.
La vida despertará del letargo.
¿Qué es lo que causa mi alarma?
En mi mente una palabra
que pugna por colocarse
en el dintel de mi percepción.
Esa palabra es «Quejarse».
Sí, la queja no me abandona
¿Para qué, dijo Casona,
si al otro lado de la ventana
todos los días sale el sol?
Y sentado, frente a esa ventana.
esperé el milagro.
El sol no salió esta mañana.
(JDD 2002)
Buscando cobijo bajo alas inciertas
encontré el desamparo de mis viejos huesos
carne trémula al abrir las puertas
y un alma que escapa por las ventanas
Perdí de pronto todas las ganas
que me daba el hambre en mi gozosa miseria
y fueron todo ilusiones vanas
morir de hartazgo en las noches de placer
No habría en mí otro acontecer
que esperar la hora en la que se duerme
sin otro sueño que ver amanecer
Mientras que mi cuerpo inerme
en los cobijos de unas sábanas frías
hacía esfuerzos por tenerme.
(JDD 2002)
No digas que no me quieres, mujer
que te beso y te vuelves loca
que me succionas con tu boca
No digas que no me quieres, mujer
No digas que no me quieres, mujer
que te derrites cuando te toco
que mucho te parece poco
No digas que no me quieres, mujer
No digas que no me quieres, mujer
que te encrespan tus recelos
que esclavo soy de tus celos
No digas que no me quieres, mujer
No digas que no me quieres, mujer
que muy dentro de ti me tienes
que con feroz ardor me retienes
No digas que no me quieres, mujer
No digas que no me quieres, mujer
que tus noches nunca amanecen
que nunca tus hambres decrecen
No digas que no me quieres, mujer
Vale, digamos que no me quieres
pero si sigues portándote así
mil veces niégalo, si lo prefieres.
(JDD 2002)
Visionario acreditado
para cualquier historia
Mintiendo más que el futuro
del que no se tiene memoria
escribo esto para alguien
No sé si estás o no estás
de mis versos expectante
y ves en ellos un mensaje
que te escribe un mal amante
pero que tú no quieres ver
A golpe de sentimiento
escribo, y tú lo sabes
y qué sé yo, si te miento.
(JDD 2002)
El día que amanezca, sin mí,
habrá duelo en el Universo.
Pero no habrá lágrimas
ni crespones negros
ni se lamentará mi falta
ni diez vírgenes portarán mi cuerpo.
El día que amanezca, y no esté,
todos mis versos sabrán a tierra.
Y en el crepúsculo del Cosmos,
mis palabras se convertirán en letras,
letras dispersas por el infinito
hasta que un dios sensible
decida recomponerlas.
Y si allá en el cielo y en la nueva tierra
amaneciera, sin mí
yo estaré en ellas.
Y también,
aunque no amanezca.
(JDD 2002)
Estoy cansado, amigos
¡Chissss! No hagáis ruido
Quiero dormir
Y que no amanezca
No, no es un adiós
No, no me despido
Aunque lo parezca.
Sólo quiero dormir
Sin más soñar
Y que no amanezca
Y que no amanez…
Y que no…
Y que…
Y…
(J.)
Ser feliz
es querer lo que se tiene
no tener lo que se quiere
dijo un sabio
¿Y si no se tiene nada?
Ser feliz
es querer la nada.
Si no eres nada
has de sufrir
hasta ser nada
Hasta que no amanezca.
(JDD 2002)
En los estantes de mi alma
habitan códices antiguos
escritos en romance.
con caracteres exiguos.
Pienso que hacen balance
de un amor por mí vivido
pero no está ya a mi alcance
saber si fue un sueño tenido.
Porque de haberlo querido
forzándolos en mi mente
los habría traducido
a suceso del presente
y haberlo así retenido
y escribirlo nuevamente.
(JDD 2002)
Soy como un leño seco
al que le nace una rama
que pronto languidece
por falta de sabia.
Es una señal inequívoca
de querer vivir el aire
que alimenta la vida.
Pero está escrito:
Tu tiempo ha pasado.
No juegues a ser joven;
eres un leño acabado.
(JDD 2002)
Helo, ¿eres tú?
Lo siento, se ha equivocado
No; es tu voz, son tus palabras llenas de remembranza
Lo siento, se ha equivocado
No; son tus pensamientos, tu pesimismo nacido de la añoranza
Lo siento, se ha equivocado
No; es el ritmo de tu corazón al compás del mío
No, se ha equivocado
No; tu alma respira por donde yo respiro
Se ha equivocado
No; fui yo el que me equivoqué al quererte
Se ha…
No; fui yo el que causó tu muerte
Se…
Helo, ¿eres tú, mi amor?
…
(JDD 2002)
Dices, mujer, que me amas
Ya no sé de verdad qué es lo que sientes
Porque, poca cosa son, estos quereres sin olor,
Sin tacto e insípidos, si no me mientes.
Tú también eres un referente en mi vida,
Pero no de la misma naturaleza.
No soy un hombre romántico
Que pierde fácilmente la cabeza
Tu me sueñas, me imaginas, me escuchas
Yo necesito tocarte, olerte, gustarte
Soy el hombre escéptico y pragmático
Al que no le basta con pensarte.
Y tú, me comprendes, me perdonas
Dices que me amas, y yo, sin tenerte
Mujer, no sé qué te puedo dar
Salvo a mi modo quererte.
(JDD 2002)
*La historia según Teseo*
¡Oh!, Ariadna, Princesa, de mi vida dueña
Por qué los vientos no me fueron propicios
¡Oh!, dioses, que gustáis alimentaros de suplicios
Alejándome de la promesa que mi palabra empeña
Despertáis al hombre cuando el hombre sueña
Y lo ponéis al borde de los precipicios
De la historia y sus falsos juicios
Que harán de mi amor una historia pequeña
La dejé postergada, del cuerpo fatigada
Por no llevarla al riesgo de mi aventura
Y sufriera, así, de mayores males en mis aconteceres
Y cuando volví, ¡oh, dioses!, me la encontré casada
Con el joven Dionisios, ofreciéndole la hartura
De sus reinos y borrachera de placeres.
(JDD 2002)
Me aterra ese árbol con hojas de oro
al lado de la ciénaga verde
ocultando el sol a los animales ciegos
que viven la sombra sin conocer la luz
Sus ramas semejan abrazos de fuego
que queman el aire y abrasan el viento
Su tronco es como el báculo negro
de un demiurgo enfermo de tiempo
A ese árbol, maldito, le quedan mil años
para ser todo blanco y cenizas
pero antes, habrá causado estragos
en el entorno que quiere la tierra
Y verá que la vida se cuenta por muertes
allí donde él quiso vivir su fortuna
hojas de oro, sabia negra de lujuria
y un fétido aliento, de digerir cadáveres.
(JDD 2002)
Me fui al silencio con mis pesares.
Rompí la promesa de no estar para nadie
y estoy con el recuerdo que no me deja
Y ese recuerdo, continua queja
añade silencio al ruido del lamento
y torna el aire en fuego lento
que abrasa mi esperanza.
Y desde la orilla de mi mar, allá en lontananza
los pesares se juntan en piélago equidistante
Demasiada lejanía para el mutuo consuelo.
(JDD 2002)
En el crepúsculo de mi cuerpo,
languidece el alma.
Luego vendrá la noche,
todo se acalla
en forzada calma.
Las letras, desorientadas,
buscan palabras
y las palabras oraciones.
Si son afortunadas
formarán poemas
que dicen cosas al revés.
No dicen nada.
Pero se hará un pequeño milagro:
Alguien podrá soñar.
Menos yo, que, a mi pesar,
sólo escribo.
(JDD 2002)
Tú, perro de trastienda, sin nombre
hotel de lujo para mil pulgas
sombra macilenta de la luna llena
hambre de desechos pútridos.
Tú, perro que respetas el silencio
cuando llega la noche fría de soles
y se apagan las luces de los cobijos
que el hombre hizo para abrigarse.
Tú, perro, que no tienes destino
que tu olfato te indica el camino
donde encontrar sexo y alimento
toda tu razón para haber nacido.
Tú, perro, que no pides consuelo
por ser nacido de un coito callejero
sólo quieres llegar a término
y poder ladrarle al cielo.
(JDD 2002)
No sé si aún te amo
pero dibuja sonrisas tu recuerdo
que muestran complacencias en mi boca
Yo no sueño, tú lo sabes
Pero caigo fácilmente en el embrujo
cuando te pienso.
Yo no fui mar adentro, en pos del cántico
que venía del otro lado.
Pero miro desde esta orilla
el vuelo de una gaviota
por si fueras tú.
(JDD 2002)
Un último pesar, que será eterno.
Yo me lo he buscado.
Son los efluvios de mi vanidad
en miseria trastocados.
Gélido, de soles en el ocaso,
ya no habrá sino invierno.
Abrasado de frío me veré libre
de esta estúpida terquedad,
hasta que el abismo, sin piedad,
me abra las puertas del infierno.
(JDD 2002)
Tened por seguro, hijos de perra
Por haber dejado mi cuerpo maltrecho
Que no me abandonaré al lecho
Y que he de seguir más dura la guerra.
No habrá un lugar de descanso en la tierra
Ni corazón que se apague en el pecho
Hasta que me paguéis lo que habéis hecho
Sin pensar que vuestro cálculo yerra
Reservad vuestro nombre en seguro
No os preservará de mi venganza
Y de la mala muerte que os auguro
Sentiréis en vuestro alma la lanza
Que os lleva el infierno más duro
Que a vuestra mente poder le alcanza.
(JDD 2002)
Soy un puzzle hecho de destellos
Nunca ensamblan formando algo
Cuando miro al cielo estrellado
Pienso si todo será lo mismo
Si nada estará acabado.
(JDD 2002)
Hoy romperé con la amistad;
era un lazo estúpido.
Me creía bien con ella;
sólo al anochecer.
Mañana, cuando anochezca,
me sentiré mal;
es mi estado perfecto.
(JDD 2002)
Te quiero con todo el alma.
Mi cuerpo se marchita en el deseo.
Tú pútrido vientre junto al mío
en conjunción de mierda cósmica.
Tu boca exhalando suspiros
junto a mi boca, guarida de serpiente
que busca mudarse.
Tus pechos como cimas coronadas
por un volcán apagado.
Tus ojos que ya no miran
porque yo te los he cerrado.
Tus piernas formando la encrucijada
que sólo conduce al infierno.
Toda tú eres invierno
sin calor que caliente mi cuerpo.
Por eso sólo mi alma te quiere.
(JDD 2002)
Por qué quererte
Si te veo yaciente en tierra de nadie
Tu corazón parado en diástole
El mapa de tu cuerpo recorrido por cien mil gusanos
que buscan un oasis donde cobijarse
y convertir tu carne en fluidos
que lamen tus huesos hasta el tuétano.
Por qué quererte
Si mi amor no te salvará de esa suerte,
cruel y despiadada
que no dejará de ti nada
donde posar mis labios.
Por qué quererte
si no has des ser nunca mía
si antes de que te mueras
ya eres novia de la muerte.
(JDD 2002)
Esperé a veros, Perseidas.
Quizá una y tiempo para un deseo
Que se habría cumplido, sin duda.
Pero no quisisteis, hadas de la noche.
Y ahora, que no miro al cielo,
Todo parece posible.
Será que miré muy alto
Y ahora miro al suelo.
Lo posible para el Hombre
Muy lejos de todo ensueño
Es lo que alcanza su mano
Y como él, tan pequeño.
(JDD 2002)
Soy un hombre afortunado?
No soy rico ni soy pobre
Nos soy joven ni soy viejo
Y creo no estar acabado
Lo que pido, me es dado
Aunque pidiendo me exceda
No hay nada que no proceda
Ser por mí mismo alcanzado
¿Soy por ello un ser feliz?
No, soy un hombre desdichado
Ved, si no, el negro matiz:
Soy un hombre enamorado.
(JDD 2002)
NOCHE
Madruga el día,
y yo despierto.
¿Dónde la noche,
la de mis sueños?
Pasaste, noche,
y yo despierto.
No fue el amor
fue por desvelo.
Se fue una noche
para el amor
para los sueños
Y fue un derroche
sin paliativos
perder la noche.
(JDD 2002)
Rimas simples
Rimas hermosas
Son tus notas
La canción
Que al alma anega
Cuando el suspiro
Triste por romántico
Rompe el estuche
Del corazón.
Era la noche
Y en su negrura
Se oyó un suspiro
Se oyó un sollozo
Y entre el dolor
Se oyó la risa
Se oyó la mofa
De la pasión
Que se burlaba
Que se reía
De tan puro amor.
(JDD 1956)
T.A.T.U.
A la magia del tañer de una nota
un millón de ojos de cíclope
vieron que tomabais vida.
Hasta entonces, sólo muñecas
para obsesos pederastas
y otros viejos nostálgicos.
Nunca ensañabais la faz
Sólo erais escorzo en la retina.
Movimiento pendular
cruzando la sima.
Por un momento eterno
os encontrasteis en el vórtice
allí donde la la ley de la gravedad
pide un receso para abrevar.
Y vosotras, muñecas,
atadas de un hilo invisible
simulasteis los besos prohibidos
de vuestra tierna juventud.
Y yo me estremecí
cerrando mi ojo a la imagen
tatuada a fuego en mi alma.
(JDD 2002)
LLUVIA
¡Al fin, lluvia!
¿Dónde estabas?
Las semillas te esperaban
para hinchar sus vientres
y abrirse a la nueva vida.
¿Dónde estabas?
Te esperaban las plantas
para alimentar sus hojas
para encapsular sus flores.
¿Dónde estabas?
Te esperaban las aves
para purgar sus intestinos
de aguas fecales.
¿Dónde estabas?
Te esperaban los arroyos
de lechos hirsutos
para renovar su cántico.
Ya has venido, lluvia.
Yo también te necesitaba
para renovar mi esperanza
en que seguirá la vida.
(JDD 2000)
AMIGO
Amigo,
¡Qué tristeza la mía,
Amigo!
Verme tan solo,
Amigo
Sin el recuerdo,
Amigo
Que fueras un día
Amigo,
Mi amigo, tan sólo,
Amigo
(JDD 2002)
SILENCIO
Villano y caballero,
que te vuelves callado,
reservado, taciturno, sigiloso…
hieres como el hielo.
A veces te tengo por escudo,
otras por lanza,
espacio donde sueño fantasías
o arrullo desvelos.
A veces me das miedo
otras, gozos muy adentro
Pero este mi silencio,
que no lo sienta nadie,
mejor tocad a muerto.
(JDD 2002)
Entre dos palabras
Cabe el silencio
Un silencio breve
Un espeso silencio
Un silencio que atormenta
Un silencio que da miedo
Un silencio que promete
Un expectante silencio
Un silencio de cobarde
Un significativo silencio
A veces, entre dos palabras
Está lo que yo siento
A veces, entre dos palabras
Está lo que yo pienso.
(JDD 2002)
Hijo, ¡llévatela!
No, no me llores
La amo tanto…
No, no me implores
Estará mejor contigo
Mitígala de sus ardores
Que apenas puedo conmigo
Anda, no te demores
Te lo pido como amigo
Ahórrame los temores
de que se vaya contigo.
(JDD2002)
Ah, no, no!
¡No!
¡Qué no!
¡Qué te digo que no!
¿Cómo he de decirte que no?
No insistas; no
Porque pienso que no
Que nooo
No
¡Ah, no, ah!
¡Ah, sí, síii!
(JDD2002)
Era un poeta atípico
Jamás escribió AMOR
Sintió de cerca la nausea
Su alma emponzoñada vertía bilis al corazón.
Y así, el epitafio de ese poeta, decía que murió de asco.
Digo decía, porque el viento ya lo borró.
(JDD 2002)
Hola, mi amor
Que a ver qué pasa contigo y conmigo.
Te veo fugaz, distante en las cosas que envías
y que dejas que me traiga el viento.
Yo las atrapo, sí, las leo, las saboreo,
son de mi amor y las quiero.
Pero me falta tu palabra, la cercana,
la que siento palpitar en nuestros furtivos encuentros,
la que hace vibrar mi pantalla
y me transmite tu aliento.
No me dejes, mi amor,
aunque presientas que estoy abrigado
por los versos y las palabras que lleva el viento.
(JDD2002)
Negro, negra
La tristeza, pena negra
Lo aciago es negro
Mala suerte, la negra
No hay luz, es negro
Egoísmo, un alma negra
El nublado negro
La muerte negra
Y ese barco negro
El de las entrañas negras
Vomita negro
Almas blancas, llega el negro
Galicia viste de negro
por la muerte de sus playas.
Negra, negro
Quien te trajo, mal haya.
(JDD2002)
Eh, puta, ¿cuánto?
Depende
¿Qué ofreces?
Depende
Completo
Depende
Mamar y follar
Depende
Clásico
Depende
Está bien, ¿de qué depende?
Depende
¿Eres tonta o te haces?
Depende
¡Qué te jodan!
Depende
Oye, ¿te estás burlando de mí?
Sí.
(JDD 2002)
A ti, poeta maldito
Que cabalgas sobre empeños
Sembrando pesadillas.
Me trajiste una aurora
Con tus doradas semillas
De esperanzas y de sueños.
¿Y qué tengo, maldito?
Sólo sola en mi soledad
Rumiando tus palabras
Llenas de terquedad
Que en mi alma labras
A fuego y rosas.
Metáforas como mariposas
Que antes fueron gusanos
Que comían en mis manos
A ti, poeta, maldito
Mil veces yo te maldigo
Y te condeno al castigo
De que muerta yo
Tú te mueras conmigo.
(JDD 2002)
Llega una nueva Navidad.
Los pavos moquean.
Los corderos lloran.
Los besugos se escaman.
Algunos hacen su agosto.
Se trabaja poco (quien quiere).
Se come mucho (quien puede).
Se exhibe al Niño Dios con el pito al aire.
La Virgen baja los ojos.
San José se sigue preguntando.
Villancicos y músicas celestiales.
Nieve o sol de justicia.
Regalos caros.
Regalos baratos.
Ningún regalo.
Los pobres recogen más sobras y no cantan.
Los ricos cantan gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.
¡Aleluya!
La mía y la tuya
Esto no hay quien lo entienda
Burla burlando, otro año va pasando
Y sin más consideraciones
Lo seguimos celebrando.
(JDD 2002)
Mi hijo quería traerme una sonrisa
Un te quiero, papá; esto es para ti.
Por lo mucho que te debo
Sólo un anticipo
Y no fue así
En el vuelo te robaron la sonrisa
Los regalos
Pero no a ti.
(JDD 2002)
Hoy, que cumplo años
Recuento los que me quieren
A ver…
Los de mi sangre caliente
media docena
Los de mi sangre fría
ni siquiera me mienten
¿Amigos?
Uno, dos, tres…
Seguros dos
El otro está en observación
Pero no saben que cumplo
¿Conocidos?
Este, ese, aquel…
Hay postales para todos los gustos
¿Quién más?
¡Ah, tú, sí!
Pero tú me amas
y eso es otra dimensión.
(JDD 2002)
Dónde estáis, corazones
que se pierden mis versos
entre vuestros dedos y borrar.
Sois poetas, recordad
que el poema peor hecho
puede ser un asunto del alma
que no sabe mejor llegar
a vuestro cerrado pecho.
Sólo tenéis un techo
al que deseáis llegar:
el techo de vuestra gloria.
Sin pensar que la memoria
os hará recordar
que despreciasteis a un poeta.
Y esa gloria que os inquieta
os llevará a naufragar
en el único empeño
del poeta el sueño:
en otro alma morar.
(JDD 2002)
Mira, mi amor
Hoy quiero que te embellezcas
Como si fueras a conquistarme
Ponte un vestido sexi
Tacones de aguja
Y esos brillantes que te regalé
Un toque de perfume de rosas
Pinta tus labios del color de la amapola
Y no estaría mal esa lencería que te compré en Paris
Ensaya tu mejor sonrisa
No olvides rimel charol en tus pestañas
Y un ligero maquillaje que palidezca tus mejillas
Vas a conocer a un hombre importante
¿A quién?
¿Cómo que a quién?
Por supuesto, a mí
(JDD 2002)
Ayer
Parece un siglo
que reposa en la historia
y, sin embargo,
fresco en mi memoria
parece que fue ayer
que, como en una noria,
llenos los cangilones de lágrimas
sentí tu desgarro.
Hoy
bebiendo de mis recuerdos
siento mi alma abierta
Y escuece como una herida
bañada en sal
Y eso fue ayer
De haber sido hoy
no querría amanecer mañana.
(JDD 2002)
¿Cómo te fue, mi amor?
Te pregunto porque
no sé
si te vaciaste
o te quedé
a mitad de camino.
Yo llegué
y cuando te miré
vi que jadeabas
¿disfrutabas?
Quizá me pasé
del tiempo
en el que los lirios
nacen entre las amapolas
o las aguas
juntan sus espumas
con furia
en el rompeolas
Dime ¿gozaste como yo?
No, mi excelso poeta
nunca haces bien el amor.
(JDD2002)
En las praderas del Cielo
seis niñas retozan alegres.
como Vestales de Dios
Murieron de hambre
En las praderas del Cielo
seis niños juegan con ángeles
como si fueran mariposas
Murieron de hambre
En las praderas del Cielo
las madres los sueñan
sin poder tocarlos
Son niños de Dios
Y Dios, que está en todas partes
sólo bosteza
ante tanta miseria
¡Aleluya!
(JDD 2002)
Hombres y mujeres, poetas
que hacéis del amor la palabra
para que busque cobijos
en las oquedades del alma
Hombres y mujeres, poetas
¿cuántas veces esa palabra
se quebró en vuestras gargantas?
¿Cuántas veces la escupisteis,
temerosos de tragarla?
¡Ay, poetas!
Amor no es vuestra palabra
Que es amar y no decir nada
que es amar y no escribir nada
que amor no es la palabra
que se instala en el alma.
JDD 2002)
Se acaba el año
¿Qué celebramos?
Que estamos vivos
Que no estamos muertos
¿Qué celebramos?
Voluntad de vivir
No querer morir
Puede que celebremos
Lo que hemos vivido
Lo que hemos de vivir
¿Y si no celebro nada?
¿Qué es lo que pasa por mi cuerpo?
Quizá
Que ni estoy vivo ni estoy muerto.
Quizá
Que vivo por fuera y muero por dentro
Quizá
Que no me importa vivir
Que no me importa morir
Quizá
Que me da miedo morir
Que me da miedo vivir
Quizá
Por otra cosa
Este año.
(JDD 2002)
Con los ojos del deseo
te configuré lánguida,
recatada hasta el perdón.
Te avergonzabas de tu cuerpo
exultante de formas.
Tus pechos jugaban
a escapar del mar de tu piel.
Y yo, en el éxtasis del pecado
te atrapé entre mis brazos
expulsando el aire entre los dos.
Gemiste confundida
sin atreverte a mirarme
pero te abandonaste al impulso
que sentiste fuera y dentro de ti
Y ya no fuiste sino yo
y ya no fui sino tu
cuando te fuiste de mí.
(JDD 2003)
Renazca en ti la esperanza
¡anímate ya, viejo!
A pesar de tus arrugas
de tu inapetente sexo
de tu escepticismo a ultranza
de tu nihilismo obseso.
Renazca en ti la esperanza
aunque la tengas lejos
porque la tienes, porque te tiene
del amor preso
confundido, confundida
de pensar que lo vuestro
tiene el futuro
que cantan los versos.
Anímate ya, viejo
que de esperanza
viven los muertos.
(JDD 2003)
ANDANDO SOBRE EL 2003
Me llenan de terror los hormigueros,
esos negros presagios que van y vienen
hurgando en un sentido, a veces en el contrario,
hasta penetrar en lo más profundo de mi ser.
Tan recóndito es mi ser que no vislumbro
qué hacen los presagios cuando llegan,
que muerden y emponzoñan mis tejidos
y luego mueren de su propia nausea.
Y observas cómo los pájaros del instinto
se aposentan en las cuencas de tus ojos
que abiertas de par en par observan
cómo la vida sigue a tu costa o a pesar de ti.
Y entonces, me pregunto ¡hay de mí!:
¿por qué en lugar de nacer hombre
no alcancé mi existir como un presagio;
al menos alimentaría el vuelo de la paloma
que cayendo en los abismos
es capaz de alcanzar de nuevo los cielos.
Pero no puedo esperar que la paloma
a mi costa o a pesar de mí,
deje mi cuerpo, su morada,
y sola emprenda el vuelo.
Así pues, que reviente ya la noche,
oscuridad en la que está sumergida mi alma.
Y antes de que salga el sol,
ya que no hay luz cegadora de verdad,
reclamo para mí un alba
y que el rocío de la mañana
enfríe mis sentidos
y me traiga algo de calma.
Que no quiero morir en un lecho de plumas… incierto
rodeado de gentes que no me compadecen…
que distraídas canten preces por mi final destino,
mientras piden cita al crematorio para mi cuerpo…
Quiero morir en medio de un desierto…
rodeado de alimañas hambrientas…
que esperan perpetuar el misterio continuo,
el de la vida bajo los cielos infinitos…
Que vengan todos y observen:
la mosca esmeralda que tantee mi aliento…
el chacal que elija mi mejor trozo…
el buitre atento a mi último movimiento…
y los coprófago escarabajos
se guíen por el olor de mi excremento…
Que la mosca esmeralda penetre en mi boca abierta…
el buitre desentumezca sus alas y vuele hacia mi cuerpo…
que el chacal, taimado, se levante y se acerque…
y el escarabajo avance hacia mi esfínter abierto…
Y que comience el festín para celebrar mi eternidad…
que no me importa si no seré consciente de ella…
Que mis ojos miren por última vez las estrellas…
que siempre parpadean señales indescifrables…
y me diré: vosotras morís sin pena ni gloria…
yo soy un ser humano, y otra es mi historia…
Que exhale el último aire de este mundo…
y comience para mí la vida eterna… ¡Gloria!
Quiero, mientras viva, aferrarme a una única esperanza…. la de perpetuar la vida en el desierto… Y que algún día sea un verde prado donde crezca el espliego… que utilizarán los humanos para ahuyentar los presagios. (JDD 2003)
Año 2003, que el cielo te confunda
si vienes para contabilizar muertes
las muertes de la guerra
las muertes del hambre
las muertes del terror.
No serás el año del amor
por más que te reclamen
si cuando tú hayas muerto
Los hombres pongan en tu epitafio
“aquí yace la amargura”
Que en su faceta más dura
el hombre cuenta la historia
dejando atrás la memoria
y brinda por el siguiente
como el que cuenta partos
Y los poetas, hartos
cansados de mentir
llorarán sobre las penas
al decir de su sentir
haciendo sus mentiras buenas.
(JDD 2003)
Mar, que tragas a los hombres
Luna, que los velas en las playas
Sol, que los incineras lentamente.
Y tú
Que miras si están desnudos
Si las mujeres preñadas
Si los niños esqueléticos
Si todos están yacentes
O si alguno aún se mueve
Luna, Sol, Gentes
Será una suerte
Si no aparecen
Para no pensar
Qué sádico es el sol
Qué macabra la luna
Qué pérfida la mar
Y tú
Qué estúpido
Por mirar.
(JDD 2003)
Trastienda oscura
que guardas lo que me abruma:
un dolor, una lágrima, un amor
un suspiro, una flaqueza, un deseo
desde mi cuna el temor
a que amanezca como siempre:
lo nuevo viejo, gastado
vivido con pena y sin gloria
sin distinto acontecer
luminoso amanecer
sin memoria.
Trastienda oscura
refugio de mi amargura
no sé cómo cerrarte
para vivir de nuevo
no sé cómo olvidarte
(JDD) 2003)
Troceaste tu alma
y la aventaste a mil horizontes
para dar señales de ti
Ahora quieres recuperarla
y tenerla cómo era
cuando moraba en tu cuerpo
Y cuando la ensamblas
te falta un pedazo de ella
y no sabes dónde ha de estar
Pero yo lo sé
Lo diste por amor
y por más que intentes buscar
no podrás recuperarlo
será inútil intentarlo
por más que te haga llorar
Entibia, pues, tu cuerpo
de soles abrasado
y pídele a la luna
que ponga velos sobre ti
que lo tendrás a tu lado
cuando me tengas a mí
(JDD 2003)
Luna, Luna llena
del Sol preñada
bajo una colcha de estrellas
o mecida en el azul
Dime, ¿lo hicisteis por amor?
¿Fue en tu fría noche
o a pleno sol?
Decidme, astros amigos
¿Cómo amáis?
Vosotros, siempre testigos
del hombre y sus amores
¿Qué esperáis?
¿sabéis, acaso,
qué es amor y qué pasiones?
¿Será que confundimos
el amor con su ardores
que sentimos, cuando amamos
engendramos frustraciones?
Luna, Luna llena
cuando lloras sobre el mar
dime cuál es tu pena
y yo te diré que la mía
es no saber qué es amar.
(JDD 2003)
Tú, poeta, cuando escribes
buscas palabras
y si te encuentras
la que buscabas
se te hace buena, dudas, la amas
y la desprecias después de usarla
Y, en cambio, si en el atasco te ahogas
esa palabra
que viene a ti inesperada
que, de inmediato, atrapas
y en seguida borras
desplazas otras hermanas
para darle a en tu poema morada…
esa palabra te salva
¿Te das cuenta, poeta
que no eres tú el que labra
el profundo sortilegio
con que embruja esa palabra
no buscada?
¿Y qué haces luego con ella
cuando el poema se acaba?
La usas, abusas en otra andanada
de versos que putean palabras
Ella es única y no amancebada
Recuerda, poeta, que no es tuya
y mejor olvidarla
Deja que se vaya
no vuelvas a usarla.
No busques, poeta, palabras
ellas, vendrán, si han de salvarte
sin tú llamarlas.
(JDD 2003)
Mujer inédita
que te deseo
pero no me amas
y nunca has amado.
Si tuviese que recorrer tu piel
no lo haría con mi ojos,
que no calmarían mi sed.
No, no con mis manos
que no es suyo lo que tocan.
No con mi lengua para libar su miel
o con todo mi cuerpo a tu piel pegado.
Pero te deseo, mujer
¿Cómo vivir las sensaciones
de sus profundas simas
de sus collados
de sus valles
sin hollarlos?
Deja que me acerque
De tu cuerpo, sin tocarlo
apartaré mis manos.
Apartaré mis ojos
de tu cuerpo, sin mirarlo.
Apartaré mi boca
de tu cuerpo, sin gustarlo.
Tu piel, esa fuente
que expele mil aromas.
Deja que la huela palmo a palmo
No, mejor poro a poro
y que no se la lleve el aire
que vendrán los lobos.
(JDD 2003)
México
Agua y fuego
Sangre
Historia y prehistoria
Sangre
Orgullo y pasión
Sangre
La tierra te abraza
Sangre
Tus gentes te aman
Sangre
El viento te besa
Sangre
La mar te fecunda
Sangre
Despierta, México
que te desangras
Son muchos tus enemigos
y tú no haces nada
Mueve tu espíritu
reinicia la danza
de tus ancestros
Ellos atraparon el sol
con las garras del águila
Tienes hombres y mujeres
que forman tu alma
Despierta, México
que te mata tu calma.
(JDD 2003)
Todas las palomas se pintaron de negro
cuando oyeron las razones de los halcones
y prestas se apuntaron a la guerra.
Erradicar el mal masivo
por las malas o por las buenas.
Y gritaron: ¡No hay Dios que valga
sobre el infierno que se avecina
Acabemos con el demonio
que sobre nosotros cabalga.
Y así, halcones y palomas, suma o resta
volaron victoriosos
sobre un millón de muertos
todos en la misma cesta
¿Dije todas las palomas?
No; algunas se quedaron
para cantar la gesta.
(JDD 2003)
Con tus ojos dibujas arabescos
que tatúan infiernos en mi alma
sin motivos aparentes
Y alteras así mi calma
en las noches que piden sueños
Mueren así mi empeños
de soñarte y no tenerte
En esa especie de muerte
mi cuerpo le pide al alma:
De ese fuego que te abrasa
reparte conmigo la suerte.
(JDD 2003)
Cuando muera
no quiero cascabeles
quiero calderos
Tampoco timbales
quiero cencerros.
Nada de incienso
ni flores de muerto.
Cuando muera
que todos se callen
lo que guardan dentro.
Que nadie le implore
si cierro los ojos
en ese momento.
Cuando muera
que sea bien muerto
todo y para siempre
No quiero el Reino que Dios
le reserva a sus muertos.
Que si no han de estar juntos
mi alma y mi cuerpo.
que muera por fuera
y que muera por dentro.
(JDD 2003)
¿Ves, mujer, con ojos calidoscópicos
las infinitas imágenes que proyecto
en este tubo frío y maldito?
¿Y dices encontrarlas bellas?
¿Y dónde estoy yo en ellas
si en todo lo que he escrito
desfiguro mi yo maniqueo
y sólo proyecto aquellas
que evitan mis sombras?
¡Ay!, que de mis palabras te asombras
Son bellas pero frías
como los colores que proyecta
el sol en la pantalla del cielo.
Acércate al sol y verás que es fuego
y no el poeta que imaginas
enamorado de la tierra
a quien regala sus colores.
Que todos los fulgores
no son sino bengalas.
Y si te impulsan al vuelo
y por tenerlos suspiras
ya verás si bien miras
que estoy clavado a tu suelo.
(JDD2003)
El neón perfilaba siluetas
en el gran escaparate de la noche
todas oscuras, todas inquietas.
Frente al dibujo de su cuerpo
mis ojos la enfocaron
con las lentes del deseo.
Ella, con paso incierto
vino hacia mi coche
Y vi cómo separaba las sombras
a golpe de caderas
porque yo no miraba otra cosa.
Y la vi vestida de piel
cuando estaba cerca
porque yo no miraba otra cosa.
Presto le abrí la puerta
Y cuando vi su cara…
cerré los ojos.
Papá, ¿que haces tú por aquí?
¿Sabías dónde encontrarme?
Yo respondí avergonzado
No, hija, no te he encontrado
tú me encontraste a mí.
(JDD 2003)
Os dieron poderosas alas
para escapar de este laberinto
en el que estamos presos,
Ícaros valientes
Y os señalaron la dirección del sol
para emprender el vuelo
que os acercara a las estrellas,
Ícaros soñadores
Pero la tierra, vuestra cancerbera
no perdona que fueseis tan lejos
con vuestra fantasía
de abandonarla un día.
Ahora, los hombres miran al cielo
viendo vuestras alas fundidas.
Y presos del mayor desconsuelo
de su prisión sin salida
vuelven a amarrarse al suelo.
(JDD 2003)
Será inevitable que un día
me abandonen las palabras
y no tendrás otra cosa
que el recuerdo.
Porque la vida es eso
Pero el recuerdo sólo navega
atado a nuevas palabras
que te impulsan adelante.
Porque la vida es eso
Nostalgia cuando descansa
el pensamiento que se proyecta
en los nuevos sentimientos.
Porque la vida es eso
Nuevos sentimientos
y olvido de los viejos
en el pasar del tiempo
que todo lo encierra
en la madre tierra.
Porque la vida es eso
Y yo seré:
Hubo un tiempo en que lo amé,
pero hay que seguir viviendo,
porque la vida es eso.
(JDD 2003)
Esa sima que perfora el mundo
como una lacerante llaga
donde la luna es sombra
y el sol se apaga
la cavaron los hombres
para sembrar sus odios
y cosechar infiernos.
Y no son conscientes ellos
de la tragedia infinita
en la que todos los sueños
en crear paraísos
es la esperanza marchita
de la que ellos son dueños.
Verán pasar los empeños
y sólo tendrán su suerte
en morir de mala muerte
los grandes y los pequeños,
los grandes que la guerra diseñan
los pequeños que mueren en ella
(JDD 2003)
Se te ha abierto, mujer, un espejismo
y lo quieres enmarcar en tu vida.
Ya no te importa que la mentira
pueda llevarte al abismo.
Huye mejor de las trampas
que tú misma te pones
no sea que abandones
tu yo sagrado.
Y por todo lo logrado
pagues con tu crédito
dejando tu deseo inédito
y tu amor frustrado.
(JDD 2003)
Hoy quiero que tu sombra
no la proyecte el sol
tampoco la mía la luna.
Y para eso
he tomado un farol
de parafina pura.
Colocado entre tú y yo
tu sombra se aleja de la mía.
Ya no hay sombra entre los dos.
Podemos tú y yo amarnos
sin sombras
frente a frente
Sin temor a equivocarnos.
Tira tu vestido a un lado
yo haré lo propio con el mío
retiraré el farol
Y nuestros cuerpos serán espejos
que absorberán al otro.
Nuestras sombras, ya lejos
sólo serán sombras
sin cuerpos.
(JDD2003)
Qué esperas de mí, mujer
Quieres pasiones sin fin
Plural que aniquila mi ánimo
No soy el Ánade mitológico
que fornica desde el alba hasta la noche
Daré gusto a tu apetito sin saciar tu hambre
y luego deja que descanse
sin una y otra vez atosigarme
con tus espasmos de lujuria.
Y si la ansiedad deviene en histeria
sosiégate mirándome
como el plato exquisito
que se degusta y se reserva
(JDD2003)
¿Te avienes a ser sencilla
así como yo, cuando te amo,
que no te pido seas la diosa
que empieza donde termina?
¿Te avienes a ser mía
sin pedirme que sea tuyo,
lo mismo que yo hago
cuando soy todo tuya?
¿Te avienes a no sufrir
cuando me ves padecer
que te quiero sin sentir
que tú me quieres a mí?
Es tan sencillo ser
como complicado no ser,
pero si insistes,
tendré que comprenderte.
Y si a ello te resistes
no tendré por qué quejarme;
ello será mi suerte.
(JDD 2003)
En los carnavales del calendario
se refugia la máscara triste
y de colores se viste
desplazando a su sudario.
En ese duro calvario
hace un alto en el camino
trata de ocultar su sino
y bailar con el contrario.
Luego que el carnaval termina
la mascara alegre se difumina
en los rincones del desván.
Y se coloca el vestido
cada vez más raído
hasta el próximo carnaval.
(JDD 2003)
Sobre esto y aquello divagamos
perdiendo el sentido de lo propio
la realidad que se nos escapa
en ensueños forzados al fracaso.
No miramos que debajo de nuestra piel
están todas las preguntas que buscamos
las preguntas que nacen dentro
y las que a nuestra espalda cargamos.
Y si de fijo miramos
también nos responderemos
que nuestra realidad no es otra
que la que está en nuestras manos.
(JDD 2003)
Cantos quiero
con el que feliz se sienta
viendo la vida pasar
desde la atalaya de sus gozos.
Cantos quiero
Porque cansado de quejarme
es hora de alegrarme
y la vida celebrar.
No pido tanto
sólo felicidad
en la expresión del canto
que canta por no llorar.
(JDD 2003)
Bájate de esa nube sin consistencia
en la que te meces y te hundes
y siéntate en esa piedra que el cielo puso para ti
se llama tierra y si no confundes
espejismo con esperanza
allí me tendrás a mí.
Pero esperanza es espera
espera sosegada
que el que espera y desespera
nunca alcanzará nada.
(JDD 2003)
Y si puedo con los recuerdos
sin sufrir gran quebranto
¿por qué me viene este llanto
si yo soy parte de ellos?
Malos o buenos, vanos empeños
borrarlos de la memoria,
son canjilones de la noria
que conforma nuestros sueños.
Los que se van por los que se vienen,
todos el alma contempla
como agua que ha de correr.
Y tanto da como tienen.
Que la sed siempre perdura
por más que puedas beber.
(JDD 2003)
Te miras en ese espejo
Narciso
y ya no te ves hermoso.
El espejo está viejo
como tú mismo.
En el agua de ese abismo
Puedes mirarte
y si al contemplarte
ya no te ves lo mismo
puedes a él tirarte.
(JDD 2003)
– Hola
– Hola
– ¿Qué tal estás?
– Yo bien, ¿Y tú?
– Vaya, no me quejo. ¿Por qué estás bien?
– Porque no me quejo.
– Pero que yo no me queje no significa que esté bien
– Y si no estás bien, ¿por qué no te quejas?
– ¿A quién?
(JDD 2003
Que se calle el silencio
que grite el grito
que el viento se huracane
que la tierra se pare
y el sol apague el fuego
que la mar se parta
en camino abierto
que la cortina de estrellas
se descorra en el cielo
y un coro de ángeles
cante te quiero.
Porque te quiero
entierro, mi vida,
este silencio
este grito de angustia
que lleva el viento
a través del camino
que el mar ha abierto.
Pero, porque te quiero
que el mar se cierre
y lo ahogue dentro.
Porque te quiero
y amar no puedo. (JDD 20003)
Hombre que cantas
hombre que lloras
hombre que amas
hombre que escribes
te vistes de carnaval
cada día que vives.
Tu canto es mueca
tus lloro máscara
tu amor disfraz
y cuando escribes
es un carnaval
lo que persigues.
Hasta de muerto
no te ves mal
con la orla
que te dorna
y que te viste
de carnaval
(JDD 2003)
Se acaba Febrero
de 2003
frío y lluvioso
Marzo vendrá luego
y ya anuncian
será ventoso.
Vientos huracanados
vientos de fuego
Los hombres exhalan
los peores pecados.
Matar para vivir
para no ser matados.
No a la guerra
claman cansados
en otros frentes,
y en ellos, ausentes,
los que ya han matado.
(JDD 2003)
No importa que hayas dejado
mi noche vacía.
Que no me expliques por qué.
Me lo tengo bien ganado.
Tantos decires…
Por la boca muere el pez.
Pero mira, no te he contado
que fuiste, seguro, una vez
la mujer que había soñado.
Que los sueños, ya se ve
fueron cosas del pasado
y ahora despierto lo sé.
Tú, que te irás por tu lado
y yo por ninguno me iré
por más que haya pensado
que el sueño puede volver.
Yo de ripios alejado
esta vez no pudo ser.
(JDD 2003)
Calafateando sus heridas
preparo nuevas singladuras.
Tú, bravo mar me esperas
con nuevos cantos de sirena
y yo portando la pena
del puerto que nunca alcancé.
No será tampoco esta vez
que arribe a lo esperado
será en otro acantilado
que rompa mi esperanza.
Y así, cadáver en la arena
mis ojos yertos
ya no verán los puertos
a los que soñé llegar.
Porque todo ha de acabar
cuando herido de muerte
se ría de mí la suerte
desde el otro lado del mar.
(JDD 2003)
Hoy el tiempo me permitió una tregua
rompió cadenas con el presente
y me ató al pasado
Al otro lado estaba ella.
Ella, la que amé en pecado
La que soñé mil noches
y deseé algún sábado
cuando el amor te pide
que cumplas
sin la excusa de estar cansado.
Ella, después de muchos años
de olvidarla
y sin dejar de amarla.
¿Cuántos años tengo, veintialgo?
Gracias, mi amor
por el milagro.
(JDD 2003
Querida, ¿viste ayer la luna?
Sangraba
Era como un corazón dolorido.
Pero estaba silenciosa,
como esperando el tránsito
hacía la sombra.
Confieso mi compasión
por las cosas que se acaban.
Y también mi pena.
¿Dónde estarás tú, dónde yo
cuando la luna no aparezca?
Esa luna llena
que nos preña de esperanza.
Todo habrá acabado
para nosotros, querida,
cuando la luna no salga.
(JDD 2003)
Vuelve,
vuelve a mi mente, recuerdo,
y aunque puedas herirme,
aunque puedas matarme,
no dejes de hacerlo.
Que te necesito
más que a la vida
que me entretiene.
Este sopor insoportable,
esta angustia interminable
de vivir para el presente,
sin sensaciones.
Hubo un tiempo
en que moría de amor
ahora no sé de qué muero.
Entonces era hermoso,
hoy, pordiosero,
ya ves que te reclamo
con humildad inerme,
y, si quieres tenerte
como recuerdo postrero,
bendita muerte.
(JDD 2003)
*POEMA ENCADENADO PARA SALIR DEL PRESENTE*
Este viejo, golpeado por la coherencia,
sojuzgado por la lealtad traicionada,
por el orgullo que no le abandona,
huye de sí mismo como el soldado herido
que ya no tiene a nadie de quien huir.
Y le pide a los héroes consejo
para no atender cánticos de sirena que le seducen,
que le reclaman para su propia gloria.
Pero por desgracia le vienen de lejos
y no conoce la mueca que los produce.
Porque se siente débil, postrado en la arena,
atado contra natura a sus convicciones,
ya no hay para él razones
que le devuelvan el deseo de luchar.
Se salvará del reclamo de la brillante escena
y se enfrentará a sus propios monstruos.
Virtudes contra pecados, nunca obtendrá resultados
que hagan sus virtudes buenas
y sus pecados malos.
Y así, seguirá la travesía incierta
hasta la consumación de los trayectos.
Será, entonces, que mire atrás
y podrá ver a sus monstruos muertos,
llegándole, por fin, la paz.
Aún así, qué difícil resulta la espera.
Vivimos mientras contemplamos
con los ojos manando lágrimas,
qué hacer mientras el fin nos llega
si ese fin, al fin, alcanzamos.
Buscamos quietos horizontes
que no alteren nuestro pulso,
que en intemporal agonía
el corazón no desfallezca convulso.
Pero el tenaz presente se hace fuerte,
te impide revivir el pasado para cambiar destinos,
y el futuro sólo te ofrece la suerte
de no tener más caminos,
porque tu suerte está echada.
Y es que mala suerte te espera
si en el juego de la vida
entre las cartas que manejas
no tienes una marcada.
No intentes barajar al derecho o al revés
ni mirar de reojo el juego de enfrente,
buscando qué envite viene después.
Que las cartas que manejas
serán siempre perdedoras
y aunque fervientemente imploras
por ese as del que te quejas,
no lo tendrás si no dejas
el presente en el que lloras.
(JDD 2003)
MI MUNDO QUE NO EXISTE
De mi mundo los mares,
los cielos, la tierra,
tienen en común un desafío.
Cada día perecen sin causa,
cada día amanecen sin sueño.
Mi mundo los contempla
como jugando al escondite;
a ver quién de ellos se deja ver.
A veces los tres se pierden
y ninguno encuentra al otro.
Como yo vivo en ese mundo,
cuando anochece,
soy yo el que me escondo,
pero ellos no juegan conmigo.
(JDD 2003)
En mi mundo,
el mar se casa con el cielo
y la tierra contempla el coito
mientras se fecunda del esperma.
A veces goza del espasmo
y se embaraza en larga espera.
A veces se cansa y escupe fuego
que el mar apaga y al cielo sobrecoge.
A veces, yo soy el niño
que nace de la matriz de los tres
sin saber cuál es mi madre.
A veces me siento huérfano en mi mundo.
del que sólo sé que no existe.
(JDD 2003)
En mi mundo,
vuelan las ideas,
navegan los pensamientos,
se arrastran las sensaciones.
Parece hasta normal.
Lo que hace extraño a mi mundo
es que en él los sentimientos
son aire, agua, tierra.
Son todo ese mundo
que sé que no existe.
Y, sin embargo,
a veces me duelen.
(JDD 2003)
En mi mundo
no existen seres animados,
sólo una vieja paloma
con las alas rotas.
Yo le digo que camine,
pero ella se niega;
Yo la empujo de mil maneras
y no contesta.
Parece soñar en el aire,
mirando al agua,
anclada en la tierra.
Si por mi fuera,
le infundiría mi aliento,
pero quizá está muerta.
(JDD 2003)
En mi mundo,
todo es posible y lo contrario.
Esa paloma, quizá muerta,
no se extingue en la nada.
Y desde su muerte, real o aparente,
vuelve hacia mí sus ojos
y oigo que exclama:
«Alguna vez, existió un creador,
un artista que cada noche
se negaba al goce de soñar.
Huía de los sueños;
temía sucumbir ante ellos.
No obstante, al despertar,
se inventaba una nueva quimera,
y la vivía con los ojos abiertos.»
Muerta o viva,
la paloma me acompaña
en esa soledad de mi mundo
que, muy a mi pesar,
sé que no existe cuando despierto.
Vosotros, amigos,
que participáis de mi mundo,
decidme si vuestros sentidos
perciben vida.
Los míos son escépticos;
sólo bullen hambrientos de deseo
en la noche abierta.
(JDD 2003)
Aguas que me rodeáis,
perfumes y algodones,
mis latidos y los de otro mundo,
el calor que me mantiene
al abrigo de inclemencias,
sangre que renueva mi sangre.
Intuyo el otro lado
por los ruidos.
Debes salir, me digo
al mundo que no existe
y pensar hasta morir
en el mundo en que naciste.
Hazlo, maldita sea.
Solo así, tu mundo, el tuyo,
conforme a tu pensamiento,
será el que tu quisiste.
(JDD 2003)
En mi mundo
también se cierra la noche
y no amanece.
Es como un túnel sin bocas
o sin ojos.
No recuerdas cómo entraste
ni sabes cómo salir.
Caminas a ciegas
guiado por destellos fugaces.
Tropiezas con la paloma,
y te tambaleas,
te detienes a contemplarla.
No le pides disculpas,
por romperle las alas.
La quiero quieta.
Muerta o varada
es mi luna
en la noche cerrada.
(JDD 2003)
Mañana, con las primeras luces,
me despojaré del miedo a tenerte.
Ligero de equipaje, desnudo,
cruzaré el río que nos separa.
A la otra orilla quiero verte
ligera de equipaje, desnuda
y sin miedo a tenerme.
Juntos esperaremos la noche.
No haremos vacías promesas.
Nos amaremos como dos náufragos
que sólo temen ser avistados por la muerte.
(JDD 2003)
Renuncio a estar contigo, mujer,
una noche más y sin pasiones.
Yo no sueño alternativas
ni me procuro ficciones
que abreven mi cuerpo sediento.
Quiero estar a solas conmigo.
Si en quererte he fracasado
y el amor es del pasado,
no quiero dormir mendigo
de tus caricias faltado.
(JDD 2003)
Adiós, Junio.
No me diste sobresaltos
que fijar en mi memoria.
Gracias por haberte vivido
sin ninguna pena
ni tampoco gloria.
Me espera Julio
y todo puede acontecer.
Me inquieta no saberlo
cuando hoy anochezca.
(JDD 2003)
You don’t need a reason
let the day go on and on
Dulce Enya.
Susurras al viento
creando remolinos
de espuma blanca.
Mi alma se ensancha
para cubrirlo todo.
Si yo pudiera
pilotar esa barca
de velas anchas,
la razón de mi existencia
sería la calma,
la calma de las aguas mansas
en las noches de placer.
Pero soy mal navegante
y sólo encuentro el rumbo
en la nube de esperanza
que me traen tus palabras
como alientos sin razón.
(JDD 2003)
Le dije: Ven a mi mundo.
Y también le dije:
En mi mundo no hay romances,
ni caricias ni orgasmos ni palabras de consuelo
ni nada que compartir.
En mi mundo sólo hay ficciones como sueños,
sueños como realidades.
A veces son tan intensos que surgen romances,
caricias, orgasmos, recíproco consuelo.
Hay que vivirlo sin despertar al mundo que no es el nuestro,
porque son incompatibles.
Ven a mi mundo
o renuncia a mí.
(JDD 2003)
Esta noche te cantaré una canción de cuna,
te meceré para que sueñes con una barca
que vence las olas sin avanzar.
Quizá te arrope con una manta
que guarde el calor de tu cuerpo,
si yo mismo siento el frío
que me produce mirarte.
Y cuando yo mismo, vencido por el sueño,
repose sobre ti,
quiero que me mezas en tu barca,
me cantes una canción de cuna
y me abrigues con tu manta.
(JDD 2003)
Te pedí que creyeras en la utopía,
en un mundo perfecto para los dos.
Te hablé de una isla desierta
para vivir solos, tú y yo.
Y soñamos.
Mas hoy despertamos
a la vida incierta.
Y de aquella utopía,
sólo aceptamos
que nació muerta.
(JDD 2003)
Por padecer, padecemos
lo que tenemos, lo que queremos
y también, a veces, lo que podemos.
Nadie sufre lo que yo,
me digo para mi mismo.
Y en el colmo del cinismo,
de mi mal, el gran suplicio,
digo mirando a ése:
ése se queja de vicio.
(JDD 2003)
Abraza fuerte el viento
hasta sentir dolor en tu pecho.
Cierra los ojos que no sirven
para sentirme cerca de ti.
Abre tu boca para exhalar el suspiro
y aprieta fuerte las piernas,
para que no escape tu esencia.
Nómbrame como en un susurro
que teme despertar a la aurora,
y seré, mi amor, todo tuyo,
como deseas ahora.
(JDD 2003)
Estábamos en la playa y te bañaban las olas.
Parecían abrazos de saliva y esperma.
Tú cerrabas los ojos y abrías las piernas,
mientras el éxtasis se dibujaba en tu cara.
Te poseía el mar encrespado de lujuria,
en aquel vaivén sostenido hasta lo hondo.
El espasmo fue increíble por grandioso:
una gran ola te arrebató hasta el fondo
de aquel mar, de mi presencia celoso.
Mientras tanto, yo me sentía sosegado
ante aquel mar, mi amigo, que te hizo suya.
Y volví a casa, sin mirar atrás,
sin sentirme por los dos traicionado.
(JDD 2003)
Sabes que estoy solo
en la noche larga sin sueños
y hoy no estás a mi lado.
Me masturbaré hasta el alba.
Quiero vaciarme
porque hoy no te tengo,
y mañana mostrarte
que se pasó el tiempo
de esperarte.
(JDD 2003)
Si yo sólo fuera pasado,
si vivir de los recuerdos
fuese una forma de vivir,
no me queda más que morir
en los arcanos del sueño.
Nada puedo confesar
que me sea perdonado.
Mi vida, muy a mi pesar
pasó sin pena ni gloria,
un pecado que sólo ofende
a mi triste memoria.
(JDD 2003)
Si el hombre estuviese desnudo,
desnudo de apariencia,
la poesía sería un fracaso
y el poeta un impostor.
La virtud el simple ocaso
de todas las pasiones.
El amor las sinrazones
del placer y los sentidos.
La amistad sería el convenio
de dos que bien se entienden.
Escribir unir palabras
que forman oraciones.
Y decir lo que sentimos
mentir en nuestro provecho.
Si todo estuviese desnudo,
desnudo de apariencia,
seríamos lo que somos:
pobre y mísera esencia.
(JDD 2003)
EL POETA INCONTINENTE
I
Ven a ese bosque sombrío
de suelo musgoso y blando
y cúpula sin amaneceres.
Te amaré como el árbol a la tierra
que la penetra para acercarse al sol.
Te convertiré en sangre nueva
que correrá por mis venas
hasta saciarme de locura.
Del espasmo de la creación,
que rociaran de perlas el ambiente.
Algunas se posarán en tu boca,
otras en mi boca ardiente.
Y sin saciar nuestra sed
beberemos hasta un amanecer
que no llegará nunca.
Ven a ese bosque sombrío,
donde nos espera el lecho
sin estrellas que nos guiñen cómplices.
Nuestro mundo no será su mundo.
Nos bastamos para iluminar la noche
con las luciérnagas de nuestro desvarío.
II
Sí, será aquí, ponte cómoda
relajada y oferente,
desabrocha tu blusa, baja esa falda,
libera tus pechos y que rompan el frente
de tu avanzada hacia mi pecho.
Deja que te tienda en este tálamo
los ojos tornados, aleteando el suspiro.
Yo extenderé una manta que cubra tu cuerpo
con mi cuerpo caliente .
Abre las piernas, ni mucho ni poco
que sea como el surco blando y jugoso
donde mi arado abra la entraña
que mejor se acomode a su perfil.
Te sembraré de placeres
que violarán el silencio,
y en tu cuerpo arqueado y tenso
la flecha que apunta al infinito,
por un instante ahogará el grito
de tu alma que se escapa.
Y en las fuentes, en los ríos
que alumbremos al unísono,
beberemos para que nada se pierda
entre las hojas muertas de nuestro lecho.
Sí, demasiadas palabras
y aún nada hemos hecho.
Cerraré la boca
y que hable el deseo.
III
Pero, ¿cómo? ¿Yo el poeta
renunciando a las palabras,
alas de mi sentimiento,
y que yazca contigo, en silencio?
¿Tú sólo me anhelas
como un simple hombre, sólo cuerpo?
Soy el verbo de la carne,
el espíritu irredento que fallece
haciendo versos.
¿Cómo podría dejar este acto,
que sueño en todos mis sueños,
sólo a merced del deseo?
Yo, poeta, no puedo.
Un sueño es algo etéreo,
y como el aire que se siente
cuando se convierte en viento,
esa es mi palabra,
el sonido del silencio.
Por favor, no te vayas
y siente como yo siento.
(JDD 2003)
Te dije
No te dije
Escuchaste
No me oíste
Quise decir
Escuchar quisiste
Al final, el silencio
Como respuesta
En mí, en ti
A esa pregunta
Que nuca hiciste
Que nunca oí.
(JDD 2003)
Ven, no me esperes, ven
Yo no espero, te lo pido
No es lo mismo, no es igual
No le busques sentido
O te sentirás mal
Sólo ven, es fácil
No, no has comprendido
¿Qué quieres, que yo vaya?
¿Prefieres esperar?
No, no lo hagas
Te sentirás mal.
Sólo hay un camino
Y tú lo debes andar.
(JDD 2003)
Si te vas porque no me soportas,
llévate todo lo que me dejaste:
los besos, tus humores
y no olvides los olores.
La imagen no podrás llevarte,
porque esa se imprimió en mi alma.
Aunque, si mejor lo pienso,
tampoco ésa has de quedarte.
Lleva mi alma contigo,
pues sin tus besos
tus humores y tus olores,
no tiene mi cuerpo sentido.
(JDD 2003)
Estaba semidormido, mi miembro erecto hasta el dolor.
Mi mano se deslizó a tientas entre las sábanas y se encontró con tu cuerpo.
Te acaricié el muslo de abajo a arriba, sin detenerme, y te volviste de espaldas.
Me acerqué a ti, rastreando la cama como una serpiente, hasta juntar mi pubis con tu trasero.
Introduje mi pene entre tus piernas, buscando alivio a su impaciencia.
No te movías, no me rechazabas, no te despertabas y lo dirigí a tu interior.
Si fue natural o antinatural, no lo pude apreciar; era húmedo y cálido.
Entré, salí, acompasando envestidas y retiradas con tracciones suaves de tus pechos.
Quise permanecer dentro de ti para dejarte mi presente en el fondo de tu deseo.
Luego, me retiré despacio, y espalda contra espalda, me dormí.
Cuando nos despertamos, te pregunté: ¿Has dormido bien, mi amor?
Me respondiste: No, he tenido una pesadilla: alguien me violaba, y no podía impedirlo.
No te pude explicar que, en ocasiones, el violador tampoco consigue imponerse.
(JDD 2003)
¿Para qué te quise,
anoche mientras dormías?
No había suspiros,
tú no me querías.
Sólo ofreciste tu cuerpo
como cueva vacía,
donde el eco del silencio
en clave de misterio,
parece que me decía:
en mi noche interna,
no eres tú la linterna
que alumbre mi vida.
Para qué te quise,
si yo lo sabía,
que me dejabas quererte
para alumbrar la mía.
(JDD2003)
No todo está perdido
en mis noches siniestras.
A veces mato a un dios
otras lo suplanto en su poder
vistiéndome con su piel
y hago de mi capa un sayo.
Las vírgenes vienen a mí,
auténticas núbiles
que me adoran como a un becerro
por mis atributos incansables
en cópulas infinitas
de orgasmos boreales.
Me bebo mi sangre
para alimentar mi lujuria.
Y destruyo mundos mal hechos,
mujeres que engendran monstruos
y hombres que me hacen sombra
desde los atrios de los templos.
Los animales reptan hasta mi boca,
me desparasitan y me dejan aseado,
y ángeles, con sus alas, me abanican las ingles.
Son momentos de sueño plácido.
Todo está bajo mi control,
menos los sueños de madrugada,
las pesadillas de estar despierto.
(JDD 2003)
Universo, ¿cómo amas,
cómo engendras a tus criaturas?
¿Cómo es tu hembra,
qué formas tiene,
por dónde la penetras?
Una hembra todo vulva.
He visto la imagen robada
en las inmensidad de tu gineceo.
En verdad que es digna de ti.
Y yo, tu hijo nacido de ella,
te la robe en mis sueños
para poseerla.
(JDD 2003)
Y me ahogaré si bebo de mi amargura
mezclada con las hieles que vomito.
En los estertores de mi agonía,
clamaré por el aire de otros tiempos.
Pero ya es tarde, para mi desdicha,
pues que recoge tempestades,
aquel que siembra vientos.
¡Maldito yo,
que no te poseí hasta la muerte!
Ahora me arrepiento
de no haber querido tenerte
el día que te miré a los ojos
y tú de piernas te abriste.
Fue entonces que me dijiste:
tómame toda, soy todo sexo.
No acepté lo que pediste;
yo sólo quería un beso,
y tú riendo te fuiste.
(JDD 2003)
Qué falso el poeta
que levanta su chistera de terciopelo
y en su cabeza aparece una paloma
que no vuela
Qué falso el poeta
si habla de dulzuras a la mujer
que está sufriendo
y no la consuela
Qué falso el poeta
que da gracias a las musas
por haberle inspirado
mientras piensa en el burdel
Qué falso ese poeta
que dice se alimenta
del perfume de las flores
mientras come con las manos
Qué falso el poeta
que se cree libre de mierda
porque los necios le aplauden
que la envuelva en papel de seda.
Qué mentiroso el poeta
que dice ser poeta
a todos los que le escuchan
y no le comprenden nada
Un poeta verdadero
no escribe sus poemas
se acerca a un acantilado
y habla al aire, a la tierra, al agua.
Que el aire no le aplaude
la tierra no le llora
el agua no le bendice
sólo oyen que él implora.
Que no están los tiempos
para cánticos de gloria
ni para ser un rapsoda
y ser sólo el hombre.
Juventud, la mía.
Aquella porfía
que atrás quedó.
Hoy, tras los años,
décadas sin recuerdos,
la memoria mía
vive de aquellos
y la nostalgia
los vuelve empeños
que reedita mi emoción.
Será como en los sueños
que duermen los sentidos
y vuelves a los caminos
que un día transitaste,
para saltar las vallas
que por miedo o indecisión,
entonces no saltaste.
Amar lo que no amaste,
escribir lo que no escribiste,
gozar lo que no gozaste
y alcanzar lo que no pudiste.
Vuelve, juventud mía,
antes que sea tarde
y deje también de soñar.
Ayer, fue ayer que posé mis manos
lacias, perezosas, casi inertes
encima de un invisible teclado.
Pensaba en ti, mi gordita,
pero pensaba apesadumbrado.
Era pesadumbre que no se escribe,
o que se escribe como el que acaricia.
Y lo hacía sobre tu piel ahogada
en el magma de tu naturaleza.
Toda tú estabas en letras dispersas,
sin concreción de ideas,
sólo eras pensamiento maltratado,
que te había acogido en mis sentimientos.
Y me flagelaba por no haberte dado
la humana correspondencia
de un hombre a la medida de tus sueños.
Sí, ese texto blasfemo, impertinente,
que salió por las yemas de mis dedos,
era la expresión de mis caricias redentoras,
y me entregaba por completo a ti, gorda mía,
mientras tú me despreciabas,
por ser tu creador, sin pedirte si querías.
Haces bien, si no imploras.
Maldice al dios que te creó,
que ya es maldito porque lloras.
(JDD 2003)
Gozos en las cumbres,
en los valles umbríos y húmedos,
en las oquedades fuentes.
Un continuo ir y venir,
los ojos entornados,
los suspiros contenidos,
dos cuerpos enamorados.
Cuerpo contra cuerpo,
luego, ya cansados,
se cogen de las manos
para transmitir inciertos
contenidos vanos,
que el alma difumina.
Porque no hay futuro
en libar amor.
Cuando el espejo se rompe,
el néctar se termina
Dame un momento de respiro
para darte lo que quieres
y que colme tu cuerpo hambriento.
Será al crepúsculo, la noche fría,
el cielo rojo, el sonido del Cosmos,
todo duerme, sueños del hombre
y tú despierto.
Llegaré como el alba que apaga estrellas,
que preña de sol infiernos.
Calmaré con rocío tus ardores
y te daré a comer mis tallos tiernos.
Saciaré tu sed con mis humores
hasta vaciar el vaso,
o hasta que sueñes conmigo.
¿Qué haces, mujer de pies descalzos,
piel negra, renegrida, sucia,
vestida de dama, tirado vestido
del contenedor de basura extraído?
Aún huele al perfume caro,
insinuado, gozado, rasgado
tirado en el rincón de la urgencia.
Y tú, mujer de las mil costras,
olores rancios, humores condensados
lo llevas ahora para cubrir tu cuerpo
o tus huesos sin carne
o tu alma sin vuelos.
Mejor desnuda.
Eres una mujer, y si te lavas,
podrás parecer una diosa;
así, sólo una esclava.
Será mañana,
que me despoje de todo:
de las presencias, de las ausencias,
de todo aquello que transciende
de mí para ellos, de ellos para mí.
Mañana volveré a estar solo,
contando mis miserias;
esos triunfos que tuve
vestidos de aplausos,
que yo bien creí aplausos
y sólo eran ¡claps claps!
Pero… alguien toca mi alma:
«¡Levántate y anda!
Acompáñame en mi entierro,
todos vivimos muriendo.»
Será así, amiga.
(JDD2003)
Niña de ojos claros
como despejados cielos al amanecer,
cabellos como cascadas de oro líquido,
cuerpo andrógino,
sexo: hembra, o mujer sin sexo
¿por qué no detienes tu crecimiento?
nada bueno te espera.
Joven de ojos azules
como los cielos al mediodía,
cabellos trenzados como gavillas de trigo,
cuerpo que se curva en redondeces,
sexo: mujer al alba, entre dos luces,
quisiera ser un dios visionario
y amalgamar tu sexo con el mío.
Mujer de ojos calidoscópicos
como los cielos al atardecer,
cabellos… ¿dónde tus cabellos?
cuerpo que se curva en hondonadas,
sexo: toda sexo expectante,
mientras mis ojos buscan ninfas
cuando me entregas tu cuerpo.
Vieja de ojos escarchados
como el rocío que cae en la noche,
cabellos dorados de falso oro,
cuerpo, ¿qué sucedió a tu cuerpo?
sexo: un libro abierto con mil historias
y todas comienzan: érase una vez…
que fui niña, joven, mujer…
Ya no tienes páginas en blanco
ni nadie que las escriba.
Vieja, que miras por la ventana
para ver pasar los recuerdos,
harías mejor cerrándola;
los recuerdos ya no te miran
son tan viejos como yo.
Qué puedo hacer
para ganarme el pan y la sal
que me niega la vida?
Quise ser amable
y se rieron de mí.
Quise ser amigo
y me despreciaron.
Quise acompañarlos
y me cerraron sus puertas.
Algo hice mal
¿quién me lo puede decir
sin escupirme,
sin despreciarme
sin darme un portazo?
Deberé buscar otro pan y otra sal
Todo fue amargo.
Vientos que llevan promesas,
se vuelven vientos que barren presentes.
Miro los yermos campos que un día sembramos de aire,
y sólo el atardecer ilumina de auroras el cielo.
Pero están lejos, como espigas de trigo en el horizonte,
un horizonte que se aleja cuando quieres alcanzarlo.
Mientras tanto, el hambre desplaza al alma
y el cuerpo desfallece en letargos
que convierten las noches en ausencias.
Y tú, y yo, hincados en la tierra,
miramos al cielo protector,
esperando que amanezca.
Tengo empastada la mente
de pájaros dormidos sobre una pata
mirando desde dentro los gusanos
que llevan vuelos balísticos y parabólicos.
No sé que me sucede hoy
que me levanté tarde, dormí la siesta
y son la diez, muerto de sueño,
queriendo que se acabe de algún modo
este esperpento que soy yo y lo que escribo.
Quizá el día me trajo gavillas de paja
sin espigas, por eso los pájaros
no tienen ganas de cantar historias
o porque una princesa llamó a mi casa
y yo no estaba para consolarla.
Hay días que fueron ayeres
y no pasaron la noche
porque se quedaron en sueños
que no despertaron al alba.
Por eso, dormido, manejo mi vida
como si la princesa me hubiese elegido.
(JDD 2003)
Mira los caballos dormidos
que piafan al paso de un ratón.
Con los ojos encendidos
las orejas como antenas
hacen finos sus oídos
y los menores ruidos
procesan.
Así hacen los hombres
cuando la noche se acerca;
cuanto más silenciosa,
más extraño es el sonido
que llega a sus almas.
(JDD 2003)
Amor que suenas ya viejo
como campana rota,
ecos que se pierden
en un vacío lleno de ansiedad.
Sé de ti, que te empecinas
en los dos movimientos de mi boca,
abrir y cerrar labios
mientras retengo el aire
como lengua ajena que me cohabita.
No sabes que no me tienes,
no sabes que no te tengo;
sólo te pronuncio y espero
que invocarte te detenga
para que pedirte pueda
un poco para mí
de algo más que palabra.
(JDD 2003)
Vamos, descalza el alma
y haz que camine sobre abrojos;
necesito oír sus lamentos
para consolarte.
No me vale un alma entre algodones
que se queja de los malos vientos
que la destapan de cubrirla el cielo.
Yo no presto otro consuelo
que aquel que hermana las heridas.
Mientras mi alma lacerada
se queja de las propias sufridas
sólo podría decirte:
mira cómo sangran las mías.
(JDD 2003)
Seamos francos, mujer;
yo te quiero a mi manera.
Si no te gusta,
otra me espera fuera.
Seamos francos, como dices.
No me gusta cómo me quieres.
A esa que dices te espera,
corre y dile que la quieres,
a tu manera.
No te pongas así.
Yo te quiero.
No lo dudo
Yo también te quiero a ti,
a mi manera.
Si no te gusta,
vete con la que espera.
(JDD 2003)
Seamos francos, mujer;
yo te quiero a mi manera.
Si no te gusta,
otra me espera fuera.
Seamos francos, como dices.
No me gusta cómo me quieres.
A esa que dices te espera,
corre y dile que la quieres,
a tu manera.
No te pongas así.
Yo te quiero.
No lo dudo
Yo también te quiero a ti,
a mi manera.
Si no te gusta,
vete con la que espera.
(JDD 2003)
Te levantas para vivir el día
con ojeras y lumbago
La noche fue fría
y el despertar amargo.
Desayunas con prisa
te abrochas mal la bragueta
ensayas la peor risa
y cierras la vieja maleta.
Tomas el ascensor que asciende
y tú insistes en que baje
alguien allí no entiende
que lleves manchado el traje.
Tú, tan pulcro, tan cumplido
ni siquiera has notado
que la mujer con que has ido
es la mujer del octavo.
Como eres un gilipollas
y ya me tienes cansado
aquí termino estas folias
que a mí mismo me he cantado.
(JDD 2003)
Vente conmigo a ninguna parte
Yo he nacido sin destino
y camino a ciegas los senderos
a golpe de emociones.
Tendrás si me acompañas sensaciones
capaces de alimentar tu alma.
Y mientras te inunda la calma
te mecerás en el viento.
Y abrevará tu cuerpo sediento
mil elixires desconocidos
que embriagarán tus sentidos
y calmarán el sufrimiento.
Vente conmigo a ninguna parte
si sientes como yo siento.
(JDD 2003)
Siempre te vi vestida
de salir, de estar, de dormir.
Hoy quiero que te vistas de piel
cálida, sonrosada, sedosa.
Sin costuras.
He llegado a imaginar, a estas alturas,
que así será de hermosa.
Ya ves, tantos años
saliendo, estando, durmiendo contigo,
y nunca te pusiste tu mejor vestido.
(JDD 2003)
Si el mundo girara al revés,
a la noche se llamaría día,
a tu muerte, mi nacimiento,
a tu asentir, mi desistimiento,
a nuestra verdad, mentira.
Y no sé qué del amor sería,
porque decirte sí, sería no,
y el amarte, no quererte.
Yo sería tú, sin poseerte,
y tu desgracia, mi suerte.
No importa por dónde el mundo gire
ni por dónde salga el sol.
Porque todo, según se mire,
va al revés entre tú y yo.
(JDD 2003)
Esa envoltura en forma humana,
esa caja de Pandora, esa caja, mi caja,
exigua, débil, mortal, varada,
se agita a la tierra atada
hasta ser de mi alma mortaja.
Mientras se abre sola y traza fulgores,
infiernos y cielos se oscurecen,
llueven abismos que humedecen
mis lágrimas de mil colores.
Y en los ceremoniales, las flores
se marchitan cansadas de estar solas.
«Qué solos se quedan los muertos»
cajas en sus cajas, sin cobijo el alma.
(JDD 2003)
HAS DE MORIR A MIS MANOS
PORQUE MÍA ES LA NOCHE
Y NO QUIERO TUS SOMBRAS
NI DE LOS POETAS LAS RIMAS
NI LAS NOSTALGIAS DEL SUEÑO
NI LAS MUERTES APARENTES
NI LOS AMORES FURTIVOS.
PORQUE ES MÍA LA NOCHE
Y TÚ ME DESVELAS, LUNA
Junio, 2005
En la cima de la vanidad
donde el águila se pavonea
y el fuego muestra sus artificios,
hay una sima profunda y oscura
donde duerme el miedo a la luz.
A veces se asoma en sombras chinescas
que espantan el águila y al fuego cimbrean.
La cima se torna llanura.
Los cipreses crecen enhiestos
como muertos que buscan el cielo.
Y un río de lágrimas y susurros
le pone el ambiente a la vida;
es el paraíso perdido.
Y un niño llora, y un viejo suspira
¡ No es esto, no es esto!, claman,
mientras una mujer perpetua la esperanza.
Y así, por los siglos de los siglos,
hasta que la pavesa se apague.
Loores que me suenan lejanos.
O son mis oídos que aparto del eco
pensando en dardos envenenados
que matarán mi autoestima.
Es mi yo tan delicado…
Que apenas dibuja en el aire
alguna voluta de humo negro
cabalgando sobre el pesimismo.
Yo lo llamo escepticismo
por parecerme más intelectual.
Siendo que me da exactamente igual
cómo se llame lo que yo siento.
Pues lo único que presiento
es que de mi vanidad
sólo yo soy el dueño
y no la cuido demasiado.
Julio 2005