¿Qué busca la mujer en el hombre antes que el sexo, la posición social o el amor romántico? Observando a las mujeres, y me refiero a las mujeres con su propia y definida personalidad, no las relaciono seducidas por ninguno de esos atractivos que el hombre le puede ofrecer ( en otro momento escribiré del hombre y lo que busca en la mujer). Una mujer que no está en la disyuntiva de sobrevivir dignamente o malvivir en la indigencia; o que tenga anhelos de figurona en el relumbrón de la sociedad de elite; o que se consuma en su ansiedad sexual insatisfecha, anhela, principalmente, una sombra. Consciente de su insustancial vida, a pesar de tener criterio propio, supone que el hombre en el que ha puesto sus ojos, una vez hecho suyo, le va a proporcionar esa sombra con perfiles bien definidos. Señora de tal o mujer de cual suenan peyorativos pero son una realidad. Si ese tal o cual se proyecta como un hombre que tiene una expectativa, por pequeña que ésta sea, en el universo de su actuación, la mujer que se adueñe de él, de algún modo reflejará la luz que recibe estando a su lado. A partir de ahí, no se limitará a ser el espejo, sino que modulará esa luz a través de unos prismas propios imperceptibles. Llegará a considerarse cohacedora de todos los méritos de su hombre y disfrutará de pertenecer al grupo de mujeres autorrealizadas. No quiero decir que vivirá a la sombra de su hombre, sino que formará parte del objeto que proyecta una sola sombra, esta vez bien definida. Creo, por tanto, que la mujer de las características apuntadas no es ese ser que busca y se queda con lo que encuentra, y que más bien busca una luz ya preexistente, y esto con el ánimo de proyectar su propia sombra, superpuesta a la del hombre que elige y obtiene. Pero mujeres con propia y definida personalidad hay pocas, al igual que hombres.