Una lectora me sugirió lo que voy a escribir a continuación. Me decía que los títulos que pongo a mis escritos atrapan el interés del lector. No lo había pensado, los títulos que pongo a mis escritos no llevan otra intención que la de situar el texto en el contexto del título. Pero tarde me he dado cuenta de lo que mi lectora asevera. Resulta que una de las herramientas que tiene a mi disposición WordPress, es Google Analytics, y una de las informaciones que me da es los títulos que cada día son del interés de mis lectores. Pues bien, dos títulos destacan machaconamente: «Por qué me hice maricón» y «Mi madre fue una puta». Esos dos títulos están perdidos entre las 485 entradas que tiene el Blog. Fueron escritos hace mucho tiempo, encontrarlos es como encontrar una aguja en un pajar. No concibo que nadie repase esos 485 títulos y entresaque uno o dos que menciono. Sí soy consciente que ambos títulos llevan implícita una carga de interés morboso. Son dos títulos que fácilmente el lector los puede considerar referidos a mí, en primera persona. La consecuencia es clara: ¿cómo José se atreve a contar de sí mismo esas cosas? Puede que pronto se lleven una decepción, porque esos escritos no hablan de mí, sino de supuestos protagonistas de la historia. ¿Hubiese sido diferente el resultado si esos títulos los hubiese transformado en: «Por qué se HIZO maricón» y «SU madre fue una puta? Estoy seguro que sí, así escritos carecen del morbo que condiciona la voluntad del lector; no darían lugar a que diariamente alguien desconocido, que nunca me comentó, cayera en la red de un título sugerente.
Por tanto, siendo así que se explica, voy a poner atención a los próximos títulos con los que encabece mis escritos, con la única mala idea de sugerir al lector una posible perla que no puede obviar. Luego, puede que se lleve una decepción, pero Google Analytics lo habrá incorporado a sus estadísticas. Y aunque según dijera David Lloyd George: «No se puede alimentar hambrientos con estadísticas», lo cierto es que se utilizan profusamente para condicionar pasiones e intenciones. En mi caso sólo me indican que, en ocasiones, acierto con los títulos que pongo a mis escritos. Esto no puede envanecerme, seguro que el lector que comience a leer uno de los títulos mencionados, se sentirá defraudado y se dirá: «¡Bah! , putas y maricones los hay a montones, no me interesa», y abandonará la lectura.
El título de una película no la hacen buena ni mala a ésta, lo importante y por lo que la recordarán para bien o para mal es el contenido. Igual pasa con un libro .
En fin , tú pluma no necesita que venga de un buen pájaro con pedigrí .
Te sugiero uno.
Que ocurre después de la muerte?
O
Mi experiencia cuando volví a la vida después de la muerte.
Verás que ocurre…….