José, pan y mantequilla. Corazón-coraza en emoción convertida. Espinas que literarias, dejaron de ser esquirlas, desafiantes dardos, o monsergas repetidas. La almita aquella que, exhalaba hiel: fue visitada por la afanosa abeja que le trajo miel.
Jiji jiji. Que horrorosa y cursi me ví por tuya culpa, José Diez. Ya dudo hasta en firmarlo. Es que no es mi estilo.jijiji jij
José, pan y mantequilla. Corazón-coraza en emoción convertida. Espinas que literarias, dejaron de ser esquirlas, desafiantes dardos, o monsergas repetidas. La almita aquella que, exhalaba hiel: fue visitada por la afanosa abeja que le trajo miel.
Jiji jiji. Que horrorosa y cursi me ví por tuya culpa, José Diez. Ya dudo hasta en firmarlo. Es que no es mi estilo.jijiji jij