Llorar de emoción o llorar de sentimiento. A mi edad los ojos se empañan fácilmente, los motivos no son siempre justificados. No están justificados que yo los tenga, y muchos de ellos son la reacción refleja ante un desencadenante que me es ajeno. Y está la congoja, que es el clímax de una emoción o de u n sentimiento. Cuando siento congoja, esa angustia que atenaza la garganta se resuelve con mis ojos empañados de lágrimas. A veces me queda un residual dolor en el pecho, y esto no debe ser bueno para un corazón ya cansado.
¿Soy un persona sensible? Veamos que me causa una emoción o sentimiento que se traduce en lágrimas y/o congoja.
La noticia del abandono de un bebe vivo en un contenedor de basura, el abuso de una niña por su padre, la admiración que produce el éxito ajeno, las muestras de afecto de mi perrita Lola, la brutal agresión que sufre cualquier ser indefenso, la alegría después de la reconciliación, el alivio que se siente cuando superas la impotencia, el exceso de amabilidad inesperada, la amargura que produce la muerte de un ser querido, el amor en muchos de sus avatares, la angustia como expresión límite del miedo, algunas añoranzas insuperables, después de sentir apatía ante un hecho conmovedor, en el arrepentimiento por un acto irreversible, el arrojo de una madre que defiende a su cria, el asco de sentirme manipulado y consentirlo, el asombro ante lo irracional, la atracción fatal ante el peligro, la prolongada ausencia de un ser querido, la bondad de algunas personas, la cólera inútil ante las injusticias, la compasión sin el remedio, la culpa inconsciente, la decepción ante la expectativa que no se cumple, la dependencia vital, la depresión anímica, la derrota de mi enemigo, el desaliento ante el fracaso, el desamparo del débil, el desánimo en la firmeza, el desasosiego ante lo imprevisible, el desconcierto ante lo inesperado, la desconfianza en el amigo, el desconsuelo ante la muerte, la desdicha de no alcanzar la dicha, el desencanto con la amistad, el anhelo de vivir eternamente, la desesperación por no lograr lo que deseabas
Y como si la fuente de mis lágrimas fuese inagotable, fui encontrando palabras y palabras que respondían a la causa de mi llanto.
Manipulación, inseguridad, melancolía, excitación, orgullo, vergüenza, dignidad, disgusto, dolor, duda, pena, engaño, rabia, entusiasmo, envidia, soledad, esperanza, estima, estremecimiento, timidez, estupor, traición, euforia, exaltación, frenesí, exasperación, soledad, fastidio, vacilación, firmeza, tristeza, fracaso, fragilidad, frustración, generosidad, hastío, vulnerabilidad, terror, vacío, valentía, venganza…
Llegado aquí, ¿ podría ser catalogado de hipersensible? No siempre fui de lágrima fácil, al contrario, tuve épocas de hombre duro al que todo le resbalaba. Y en la situación en la que me encuentro, sólo se explica porque la edad te ablanda hasta el punto de llorar cuando te ves desnudo en el espejo. Bueno, quizá es el único llanto plenamente justificado.
Me miré desnudo en el espejo
y sólo vi una silueta
No estoy mal, me dije
El cristal estaba empañado.