Vesta, hija de Saturno
Dios del tiempo que devora
De su miedo te libraste
En Cibeles engendrado.
Calor de hogar divino
En el ara de los sacrificios
Era el alma del Universo
Guardada en vasos de bronce
Por la pureza de seis jóvenes.
Hasta que se fueron mirando
En los espejos ustorios
Cuando el sol dormía.
Y se vieron poseídas
Por los hombres mortales
Y asesinos de los dioses
Vesta, hoy ya tu fuego
Se extingue en mil pavesas
Con la pérdida de mil purezas.
Vesta, ahora tu Universo
Sólo es pasto de los hombres.
Y su alma recoge velas
Varada está por el tiempo
A merced de los carroñeros
Mientras se miran contentos
Los malditos agoreros.
(JDD 2001)
P.S. Qué ha cambiado, Vesta?