Si con ese título buscais en Internet, os encontraréis con un sinfin de tratados sobre el tema, en conjunto o por separado. Me pareció interesante y me adentré en el bosque encantado. Abrí algunos enlaces y los leí por encima. Me quedé con las definiciones más simples: el pensamiento vertical es el el pensamiento basado en la logica; el pensamiento lateral es el pensamiento basado en la intuición imaginativa. Que ambos se complementan como un buen maridaje no cabe la menor duda. Un científico busca soluciones a los problemas que se plantea utilizando únicamente ( o preferentemente) métodos lógicos. Pero el científico desiste de seguir investigando cuando se topa con una contradicción, y espera a que, pasado el tiempo, otro científico despeje le camino. ¿Cómo pudo suceder si ambos siguieron procedimientos lógicos? Sólo cabe una explicación: el segundo científico echó mano del pensamiento lateral, de la intuición. Ese eureka que todos alguna vez hemos escuchado cuando se halla una solución inesperada a un problema, es eso, es el resultado de una intuición afortunada.
Lo dicho quizá no sirva de mucho. No he pretendido dar una lección magistral sobre algo que ya se han vertido ríos de tinta, y si lo expuesto no os dice gran cosa, podéis informaros ampliamente con Google. Para mí, una cosa sí me ha quedado clara: si «el saber no ocupa lugar», quiere decir que sigue quedando espacio para saber más.