La pierna derecha mira a la pierna izquierda y le dice:
—Vecina, ¿qué haces para estar más desarrollada que yo? Te veo oronda, sexi, mientras yo estoy escuálida. Las dos pertenecemos al mismo ser del que formamos parte. ¿Es que tú haces más ejercicio y por eso tienes ese aspecto hermoso?
—Pues, chica, no lo sé. Yo sigo tus pasos y no hago nada diferente. Tampoco inicio yo siempre el subir las escaleras. Esto no parece normal y alguna explicación debe tener. No siempre fue así, surgió de repente.
—Pregunta a alguien que puede saber a qué es debido. Me gustaria tener una pierna como la tuya.
—De acuerdo, somos parte del mismo dueño. Preguntaré.
La pierna oronda preguntó a su dueño y éste no supo qué contestar, sólo que, por lo que fuese, esa pierna le dolía, así que no podía ser algo natural. Decidió preguntar a alguien que vivía con él. Era una mujer que presumía de saber más que los médicos. Esta le miró la pierna, le pidió que la dejara tocársela y sentenció:
—Eso es que tienes un trombo, más te vale que vayas al hospital cuanto antes, no te vaya a suceder que se desplace a un ógano vital y la palmes.
El hombre la creyó y se fue al hospital. Antes había mirado en Google qué era un trombo y qué consecuencias podía acarrear; en efecto, podían ser graves. En el hospital le confirmaron que era un trombo en una vena profunda de la pierna y que debía permanecer en el hospital para hacerle pruebas y aplicarle un tratamiento. Después de una semana volvió a casa, la pierna oronda ya tenía casi el aspecto de la pierna escuálida. Esta le dijo:
—Y yo que te tenía envidia, y mira tú por donde la belleza te pudo matar.
A partir de aquel inciente, ambas se miran de reojo por si advierten que ser más bella tiene sus riesgos. El dueño también las mira de vez en cuando y termina por conformarse con sus dos piernas escuálidas. Además, siguiendo los consejos de los médicos, tuvo que procurar que ninguna de sus dos piernas volviese a tener envidia por no ser tan hermosa como su vecina.
Genio y figura.
El humor por sobre las contingencias de la salud. Nada es tan dramático si lo analizamos con espiritu jocoso.
Te admiro, querido escritor.
Me encanta… parece una fábula que nadie podría decir que es real .
Que bonito poder convertir en un cuento hermoso una dura experiencia.
Enhorabuena por tu DON…