El reloj seguía funcionando, pero como todo, también este reloj tenía fecha de caducidad. Su poseedor le daba cuerda todos los días, lo mimaba evitando los golpes o que se mojara; que no fuera por él que dejara de marcar los segundos , los minutos y las horas. No sabía cuánto tiempo la maqunaria seguiría con su función de hacer de aquella cosa algo vivo antes de convertirse en chatarra.
Le preocupaba sólo una cosa: no estar ya siguiendo la marcha de su reloj para cuando esperaba ver a su nieto con todos los objetivos que se había marcado. En realidad sólo era un objetivo, pero tan complicado, con tantas metas que alcanzar, que más bien parecía un interminable maratón, y que el reloj se parara antes de alcanzar la meta final y él ya no la viera.
Pero el reloj parecía estar aún en forma, no atrasaba ni adelantaba y la cuerda que le daba le mantenía en perfecto estado cumpliendo con su fnción de ir señalando el tiempo que pasaba, pues no exístía, aún, un reloj que marcara el tiempo que quedaba.
Soñaba, despierto y dormido. En sus sueños siempre su nieto daba pasos adelante; iba superando metas. Y a medida que se acercaba la meta final, el abuelo no dejaba de mirar el reloj. Lo acercaba a su oido y escuchaba el firme sonido de su maquinaria; no debía desfallecer por ahora, y debería seguir marcando su tiempo.
Después de 6 años interminables, llegó el día en el que el reloj le dijo al abuelo que su nieto había alcanzado la meta final, batiendo todos los records que se podían alcanzar con su edad. El abuelo se quitó el reloj de la muñeca y lo guardó en un cajón. Se pararía cuando se le acabara la cuerda, pero eso ya no importaba, lo que le quedara por vivir ya no dependía de aquel reloj.
Pura creatividad.
Angustia , emoción y alegría crean esta historia cuyo eje es la marcha de un reloj que sufre las consecuencias del paso del tiempo al igual que su dueño. Complotados llegan al momento tan esperado.
Hay muchas más metas por ver y vivir… así que dale cuerda de nuevo cada día porque seguro que no te las querrás perder…
Cada dia hay un motivo por lo que seguir aquí… solo hay que encontrarlo…
El resultado del amor es infinito. Sé como has amado a tu nieto y este escrito lo comprueba. Te abrazo con mucho cariño.