Son las 20 horas, ya estoy en la cama siguiendo mi costumbre vital, que es un ciclo universal para todas los seres vivos. Dormir. Sólo los humanos dormimos por la noche como hábito común. Las diferencias horarias hacen que no todos durmamos al mismo tiempo, esto supone que mientras unos duermen otros hacen guardia. La Tierra, así, permanece vigilante y vigilada.
Observo mis dos mascotas: mi perrita Lola y mi gatita Nia. Con ellas no va la cosa, duermen a cualquier hora durante el día. Y es entonces que me pregunto si el sueño de ellas es como el mío. Durante mi sueño mi actividad cerebral sigue funcionando, sueño cosas inconexas sin trascendencia alguna, todo sigue igual cuando despierto, no he hallado soluciones a ninguno de los problemas que tendré una vez despierto. ¿Qué me aporta el sueño? ¿Son un promedio de ocho horas baldías de cada día de tu vida? Y dicen los entendidos que son importantes, que si no durmiéramos moriríamos, que son muchos los procesos que regeneran el cuerpo y la mente durante el sueño. Ocurre igual con el resto de los seres vivos? Mi perrita y mi gata duermen mucho más que yo. ¿Significa que sus organismos necesitan más sueño para equilibrar el desgaste de sus vigilias? Aquí lo dejo, leo que es uno de los grades misterios no resueltos. ¿Para qué, entonces, seguir elucubrando sobre algo que pertenece a la desconocida existencia que llamamos vida?