El tiempo hacia atrás

Leo con escepticismo que unos científicos rusos han conseguido demostrar que se puede revertir el tiempo, que en lugar de dirigirse al futuro, se puede dirigir al pasado. De momento, y para que nadie tenga la tentación de soñar con rejuvenecer, enmendar errores, realizar sueños que despertaron abruptamente, volver a la noche de bodas y repetirla y así un sinfín de posibilidades de hacer las cosas de otra forma a como las hicimos, va un lago trecho. Los tales científicos sólo lo han conseguido con un electrón, con lo cual, dicen, la segunda ley de la termodinámica pasa de inmutable a cuestionada. Ya, si en un sistema aislado, éste permanece estable o tiende a un mayor desorden, según este nuevo supuesto quizá se pudiesen ordenar las cosas en un orden perfecto. Supongoque sólo Dios puede dar por incorrecta la segunda ley, pero parece que se lo toma con calma.

Que a los científicos les gusta jugar con estas cosas, es cosa sabida y demostrada, y ahora a vueltas con la mecánica cuántica, la nueva panacea que parece subvertir no sólo las leyes de la física sino nuestras vidas, muertes y más allá, que todo lo convierten en esotérico, oportunamente ininteligible para los no iniciados, no se quedan a gusto si no enredan las cosas para que de viejas parezcan nuevas.

Si yo pudiese regresar al pasado, sólo cambiaría una cosa: que de pequeño me enamoré de mi maestra y no me enseñó nada, cuando pude enamorarme de niñas que lo enseñaban todo.

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