Que no soy creyente, ya ha quedado acreditado en las ocasiones que la oportuniad me ha brindado a lo largo de la vida. No ser creyente no significa que esté en contra de los que creen y por ello los desmienta o desacredite sus creencias. No soy beligerante manteniendo que sólo yo tengo razón, mi postura es de un convencimiento para uso propio. Ya me libro de predicar mi evangelio buscando acólitos; son libres de creer lo que quieran y no acepto que me tomen como objetivo de proselitismo alguno.
Digo lo anterior porque, sin remedio, participo en celebracones religiosas, como La Navidad, Semana Santa, fistas de las diversas Virgenes locales o nacionales. Mi forma de participar es dejarme llevar de la costumbre, no haciendo un aparte con la familia o con mis convecinos, con alardes de oposición a sus creencias.
Bien venida La Navidad cada año, que permite reunirse a las familias, comer mejor que de costumbre e intercambiar regalos. Si no existiera habría que haberla inventado.
Pues solo me queda una cosa para esa cosa llamada Navidad , feliz Navidad!!
Un abrazo Jose , que nos veamos muchas de ellas con o sin creencias .
En realidad la Navidad es «solo» la celebración familiar y anual del nacimiento de un Señor que vino a llamarse Jesús de Nazaret. Él dijo muchas cosas pero que pueden ser resumidas en un par de Principios facílmente entendibles.
HUMILDAD= Cree en «Algo» más grande que tú.
AMOR= No le hagas a nadie lo que no quieras que te hagan a tí.
Es decir, dale a los demás lo que quieras que te den a tí.
Con ésto, creo que no hace falta «creer» en nada más. Lo demás son argumentos intelectuales que cambian con el tiempo…