Hoy no, hoy suena a final. Mejor mañana, que suena a principio. Si hoy te dijera que te quiero, no puedo asegurarte que te siga queriendo al final del día. Si te lo digo mañana, ya ves que hoy lo estoy pensando, debería ser suficiente. No, supongo que prefieres que te lo diga hoy; vivir el hoy sin importarte el mañana. No lo has pensado bien, si te lo digo hoy, no hay mañana, ni otro día. Y si no hubiera mañana, poco importa que te lo diga hoy. Claro que no puedo asegurarte que te quiera mañana, pero esa es la mejor situación, ya ves que no estoy negando que mañana te quiera, así que puedes esperar que suceda.
Podemos hacer una cosa: tú no esperas que yo te quiera, y yo no he escrito la anterior bobada. De esa forma hoy lo pasamos como de costumbre y mañana ya veremos.
Si hubiese emoticones le colocaría un aplauso.
Sin enredos de hoy y mañana llega a un buen final.
Felicitaciones.
José. Ya estoy percibiendo al José de siempre, ¡Bravo!
Te diré que el amor nunca se extingue, sólo se transforma.
El José que conocí hace años, está presente en este escrito.