Situo esta reflexión en el contexto de una serie que estoy viendo, The Walking Dead. Estoy en la temporada 8, que a 10 capítulos por temporada, hacen unos 80.
¿Qué me mantiene espectante en esta serie? Sólo la muerte como argumento. Pero ¿por qué la muerte, algo vulgar por cotidiano, es aquí tan atractiva? No lo es porque en esta serie la muerte es la consecuencia de querer vivir, o mejor de sobrevivir. Las guerras reales son eso, o tú o yo, la alternativa es el armisticio, pero después de haber muerto inutilmente muchos soldados y civiles. En esta serie todo parece avocado a la destrucción, sin esperanza de una paz forzada por el hartazgo de muertes de uno y otro lado. Mientras se sobrevive a costa de matar, los guionistas han introducido varios estereotipos muy definidos. Al lado de los lideres que intentan llevar a los suyos a la victoria, clásico en cualquier guerra, están los cobardes que se unen a la causa de los que creen que están mejor dotados para ganar. También, como no, los despiadados que prefien el enemigo muerto antes que rendido. Y como en cualquier matanza injustificada de enemigos capturados, si por injustificada se quiere decir que tiene alternativas que no sea matarlos, también en esta serie sugen los pacifistas que intentan evitarlo, a riesgo de perder la vida. La serie, también, corre el riesgo de ser diferente a lo que pretende, dando papeles secundarios a las mujeres, en los que terminan pareciéndose en sanguinarios, sólo pareciéndose , a los hombres. Por supuesto, no podía faltar el bebé como símbolo, al que se protege como un bien no del presente, sino del fururo. Y estan los caminantes muertos, como parte de una tramoya siniestra. El destino del ser humano, en este contexto, es morir, vivir o caminar muerto. Sólo morir o caminar muerto es seguro, vivir es tan incierto, que mientras se sigue la serie, se pregunta uno si los guionistas se van a sacar un conejo de la chistera, y por arte de magia, le dan un final feliz a la serie. Lo veo difícil, creo que ellos mismos no lo tiene claro, o no tienen claro que el ser humano dé una solución verosímil a una historia que tiene a la muerte como argumento.
Y vuelvo a la pregunta por qué me atrae esta serie. Sinceramente no lo sé. Sin mucha convicción, pienso que debe ser porque en ella la muerte no me conmueve, hace que convivas con ella, empatizas con ella. Y es que sin tantas muertes como se producen en cada capítulo, la serie carecería de argumento. Se agradece a los guionistas que no hayan vestido a la muerte con un sayal negro, cara pintada de blanco o calavera y una guadaña entre los huesos de su esqueletica mano, ya que lo que así se asemeja a una epopeya, puede que hubiese degenerado en sátira burlesca que provocara carcajadas.
Cuando termine de ver la serie, glosaré el final. Para entonces, dudo que diga que ha valido la pena tanta muerte.