Nací forzando la salida a la luz. Cuando el tiempo dijo no esperes más . Y no supe qué hacer con mis piernas. Pero si con mis manos buscando la fuente . Así, por algún tiempo, sano y febril. Luego, aprendí a caminar hacia las cosas. A correr para huir, mientras reía divertido . Y un día, mucho después, supe de ti - .Pareció un recíproco gran hallazgo. Y lo goce como el juguete que me faltó. Y yo te di lo mejor y lo peor de mí, que no era mucho . Fueron mis caricias junto a mis torpezas. Una dedicación que yo pensé exclusiva . Pero resultó insuficiente para alcanzar el clímax. E hiciste bien en romper el mecanismo. Que me permitía moverte a mi antojo . Tú, ahora, eres un juguete roto. Y yo un niño desolado por tu ausencia.