Esta foto es de una mujer, sí de una mujer de carne y hueso, y hasta tiene un nombre: Jennifer Lopez. Que me perdonen todas las mujeres que no aceptan las comparaciones.
Dios observa a Adán, y viéndole entristecido, dijo al resto de los animales: «No es bueno que Adán esté solo». Y tomando de él una costilla, creó esta criatura. Adan al verla, tuvo miedo. No sabía cómo relacionarse ni qué hacer con ella. Aquel ser le perturbaba, nada del Paraíso le había creado aquellas sensaciones nuevas y tenía un deseo irresistible de poseerla. Ya Dios le había facultado para tomar posesión de los animales del Paraíso, pero aquello era diferente. ¿Qué hacer? Dudaba qué podía querer ella de él y qué había dispuesto Dios que él hiciera con ella.
Se limitó a contemplarla. Cuando no la contemplaba, la imaginaba o soñaba. Aquel ser se cansaba de hacerle posturas que desembocarán en alguna acción por parte de su compañero. Adan no reaccionaba. Estaba persuadido de que no debería ser diferente a lo que observaba en los animales cuando copulaban, pero él no veía cómo hacerlo y si eso era lo que le pedía su convulso cuerpo.
Dios, viendo que Adan estaba tan dubitativo, le dijo: «Date prisa, Adan, y copula con ella para tener descendencia como el resto de los animales, porque ahí anda un mono que no deja de mirarla, y él no tiene las dudas que tú tienes.
Y sucedió que el mono la poseyó porque Adan se complació sólo en contemplarla.
Está es la verdad de por qué descendemos del mono. Que cambien el Génesis y no nos engañen.
P.S. Y yo, como Adan, contemplo a esta mujer y tampoco sé qué hacer con ella.