No pudo ser, se habría quedado con ella; hay artistas que se quedan con sus creaciones más bellas. ¿Por qué venís a mí, en ese revuelo de palomas? Aventáis mis deseos y en éxtasis os contemplo. No sois de este mundo y tampoco del cielo. No hubo ave tan bella que cortara el aire, que poseyera al viento.
Si de verdad sois lo que yo siento, no podéis ser de carne, tampoco hueso. Pétalos de una flor que se abrió en la noche para no deslumbrar al sol. No sois de Dios ni del mundo ni del cielo. Quisiera quitar la música que acompaña a vuestro vuelo. Ya sois música, ya sois canto. Un regalo para el hombre sólo el veros, para el hombre sólo un sueño.