Yo, Alejandro

PRIMER PERIODO

Cuando observo esos insignes personajes de la ficción, creados para embaucar, tan desdichados como cualquier hombre real con empeños más allá de la propia miseria que arrastra, me digo que no quiero ser uno de ellos. ¡Qué bellos poemas, los que cantan! ¡Qué maldito teatro con su seductor palabrerío! Y pensar que yo tuve alguna vez el deseo de emularlos… Que sean de los hombres o de los dioses que los crearon, que los utilizaron con una orgía de palabras rebuscadas puestas en sus bocas, y que gocen unos y otros de la inmortalidad que le otorgan los hombres mortales o los desconocidos dioses. ¡Qué inmortalidad más estúpida! ¡Qué paradoja tan risible!

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Yo Alejandro – primera
Yo Alejandro – segunda