Sophia

https://www.youtube.com/watch?v=MVZ0bOYf3mE

Es imposible especular haciendo prospectiva de la llamada inteligencia artificial. Escritores visionarios lo han intentado. Directores de cine, pensando en la taquilla, han lanzado al mercado sus films de ¨ciencia ficción¨, ciencia distópica, ficción utópica. El hombre cuando no puede crear futurible, imagina. Siempre hay alguien que es incapaz de imaginar más allá de su narices, y recibe asombrado el producto imaginado por otros dotados para hacerlo.

Yo acostumbro a tener  imaginación, de hecho hace muchos años (20) escribí una novela que titulé ¨La rebelión de los otros¨. Por entonces no se hablaba de los efectos colaterales del electromagnetismo. El argumento de mi novela (está en este blog) venía a escenificar esos efectos en el ser humano. Hoy,  la proliferación de aparatos electrónicos, antenas, pantallas de televisión y ordenadores, en realidad casi todo, emite ondas electromagnéticas. Pros y contras se explican a la sociedad, causando alarmas más o menos fundadas. Con esto quiero decir que la imaginación, a veces, hace la función de la prospectiva, sin garantía de éxito.

Hoy de lo que se habla es de la inteligencia artificial. Para saber de esto, cualquiera puede sumergirse en un océano de información disponible en Internet. Esa información, en muchas ocasiones, es puramente especulativa, y habrá que saber distinguirla.

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De escribir desde la libertad

 

Mi composición: ¨Yo amo la libertad.¨ José

Recibo un escrito de un amig@ ( no sé si un elemento autobiográfico) que parece un cuento. Lo leo y todo parece que responde, y bien, a la historia que se quiere contar. Quedo a medias sorprendido y decepcionado cuando el autor llega a eso que los escritores, buenos y no tan buenos, llamamos el clímax de una historia. Es el momento que pretendemos quede impreso en la memoria del lector, para que llegue al final sin que lo tire a la papelera. Y es el momento en el que el escritor declara, explícitamente,  la forma de gestionar ese clímax: que es libre o que   su libertad está condicionada por los postulados de las buenas formas, de lo políticamente correcto. No es que esté manifestando mi desprecio por esas normas, siempre. Cuando escribo, siempre distingo entre una CREACIÓN LITERARIA y una simple suplantación de la comunicación hablada por la escrita. En la creación literaria la norma es la libertad; en todo lo demás, la norma son las buenas formas.

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Carta a unos amigos protestantes


Estimados amigos, A. y P. 

Tenía una idea confusa sobre el protestantismo. Como la sigo teniendo. Como la tengo sobre todas las religiones, incluida en la que fui bautizado. 

Quiso la casualidad que descubriera vuestra inclinación religiosa: erais protestantes. Me pareció una oportunidad que quise aprovechar. Nunca me niego a saber sobre cualquier cuestión, por nimia que sea. Reconozco que hasta hablar con vosotros, los protestantes eran para mí una anécdota,  unos hijos díscolos, separados de la religión católica, pero no conocía la verdadera historia que explicara esa desavenencia, ni siquiera que Lutero hubiese sido el revolucionario que prendió la llama original.

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¿La muerte un salto cuántico?

Ya el título estremece, ¿verdad? Y a mí me provoca indignación. El tema de la mecánica, o física cuántica, tan de moda en la actualidad, después de la información que he podido, con santa paciencia, recabar, tengo que concluir que se ha prostituido  hasta límites insoportables. Aquello que nunca se explicó y menos se demostró, ahora, por arte de magia, tiene visos de ser la piedra Rosetta moderna que todo  lo aclara porque permite interpretaciones para todos los gustos. Y ay de aquel que no comulgue con las ruedas de molino que los charlatanes ofrecen cuando invocan los fenómenos cuánticos. A ellos se adhieren gentes que de buena fe les creen, y , como bálsamo de Fierabrás, dejan de padecer  de angustias existenciales.   Como nunca acepté que nada ni nadie ninguneara mi capacidad para disponer de un pensamiento libre, me voy a permitir fijar mi posición ante tan arduo tema. No se ha de esperar de mí ni una sola afirmación que contradiga o sustituya las de otros que sí lo hacen sin ruborizarse. Cuando digo mi posición, me refiero a lo que yo extraigo de todo lo que se dice, que, a veces, muchas veces, es nada, por eso, como digo, me indigno.

De lo que he conseguido entender, la paradoja cuántica se resume en que algo puede coexistir en dos planos diferentes al mismo tiempo. La paradoja llamada  el gato de Schrodinger supone que un gato encerrado en una caja opaca, y con un veneno radiactivo, puede estar vivo y muerto a la vez. Un electrón que gira alrededor de un átomo, puede al mismo tiempo estar en una órbita o en otra superior. Ergo, un ser vivo puede estar  vivo y muerto a la vez. Y esto es así, porque si eliminamos el factor tiempo, éste ya no condiciona los acontecimientos. Y ¿cómo se produce este fenómeno? Para ser más exacto tendría que decir cuándo se produce este fenómeno, no cómo. De aquí la posibilidad, teórica, de que un ser pueda vivir después de morir. Pero de eso no somos conscientes, si estamos vivos sentimos que estamos vivos, si estamos muertos no lo podemos saber, salvo que el ser vivo esté en otro plano, en otra realidad, en otro universo paralelo. Ahora pensemos un poco más. La velocidad de la luz es la máxima velocidad que físicamente se puede alcanzar. Un objeto A está quieto y un objeto B viaja a la velocidad de la luz alrededor del objeto A. Los dos objetos coexisten a la vez en la posición original porque no existe el tiempo de desplazamiento de uno sobre el otro, ¿Os parece chino? A mí sí, y nunca se podrá demostrar, salvo con nano elementos, como el electrón, que ya se ha podido comprobar la paradoja mencionada.

Y ahora al tema que me sirve de pretexto.

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De la Amistad

 

Qué hermosa palabra, ¿verdad? Es una de esas palabras que se han inventado para definir un sentimiento. Es parecida a la palabra Amor, pero no es igual; la Amistad es desprendida, el Amor es exigente. Podría parecerse a Lealtad, pero no es igual; la Amistad no cuestiona, la Lealtad pone condiciones. La Amistad se confunde con Compañerismo, pero no es igual; la Amistad está siempre disponible, el Compañerismo sólo en ocasiones propicias. La amistad se confunde con Hermandad, pero no es igual (no confundir con parentesco, me refiero a confraternizar); la Amistad no precisas de lugares comunes, la Hermandad sólo se invoca en beneficio común.  Y se podría seguir.

¿Es la Amistad un sentimiento único, a preservar como un tesoro?

Tengo mis dudas, y por eso mis amistades se cuentan con los dedos de una mano, quizá alguno más de la otra. Es así que siendo consciente de escasez de amig@s, esa duda me ha impedido prodigarme. También es verdad que existen muchos más a los que les tengo afecto, pero el afecto sólo se manifiesta en una dirección, no se espera correspondencia. La amistad es una entelequia, que se define en sí misma, todo los demás que se le parecen son sentimientos con matices, que para definirlos se precisa de un contexto.

Recoger el último verso de Borges sobre la Amistad, «Gracias por ser mi amigo«, pienso que es una barbaridad. No existe el agradecimiento en la Amistad, existe una correspondencia en la que ambos sujetos se consideran recíprocamente pagados, sobra, por tanto, el agradecimiento.

Repasando la pequeña historia de mi Amistad, ésta se ensombrece cuando recuerdo a aquellos que fueron un día mis amigos. El tiempo los ha diluido en mi memoria. Han dejado de estar presentes, y sólo los evoco como sucesos en mi vida. En ocasiones me complazco al recordar algún detalle vivido, con tal o cual amigo, y siento algo de nostalgia, pero no hago nada por traerlos de nuevo a mi vida, ni si quiera para saber si  siguen vivos y en qué circunstancias. ¿Fueron realmente amigos?

Abruma entrar en la Red y observar todo lo que se dice sobre la Amistad, todo, probablemente, verdad, pero quizá por eso yo me siento incapaz de definir lo que es Amistad para mí y asumirla, debe ser porque no soy capaz de cumplir con todos sus requisitos. Aún así, a los que considero mis amigos, jamás les pediré si ellos los cumplen.

¡Luz, más luz!

El hombre, ese ser que no descansa en buscar explicaciones a todo lo que justifique su existencia, no tiene reparo en, a donde no llega su capacidad para probar cosas que su mente crea, proponer teorías. Con ellas apacigua su inquieto cerebro, recibe honores, y si la vida se lo permite, intenta pasar de la teoría a la praxis, en solitario o en compañía de otros. Son hombres y mujeres especiales que tirando del hilo de su pensamiento, a veces llegan a exclamar ¡Eureka! Una minoría a lado de la gran mayoría de humanos que o nos tienen sin cuidado sus teorías o esperamos expectantes ¡luz, más luz!. Traigo aquí una panoplia, no exhaustiva, de teorías que ocupan hoy el hitparade de la ciencia. Todas, ¡ay!, teorías no verificadas, tampoco negadas, salvo por aquellos que siempre quieren cabalgar en un caballo blanco. Yo estoy en el 95% de la materia oscura que sólo pide ¡luz, más luz!

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Del todo a la nada y viceversa

Había visto antes este video. No recuerdo si me llevó a concluir la idea personal que ahora tengo del Universo. Por supuesto que no me comparo con Steve Hopkins, capaz de tener todo el Universo, sus efectos y causas, en esa cabeza que constituye todo su ser físico. Yo soy yo, con mis capacidades y con mis limitaciones. ¿Por qué no puedo yo tener la idea del Universo que sea suficiente en sí misma para apaciguar mi inquieto pensamiento? Sin cuestionar ninguna de las leyes físicas comprobadas, mi pensamiento se queda colgado de las teorías que tratan de explicar lo aparentemente inexplicable. ¿Debería ponerme a un lado de tan grandísimos  pensadores sobre este tema, aceptando que mi mente no puede competir con la de ellos?

Por casualidad el video que acompaño a vuelto a inquietarme. Ahora lleva catorce millones de visitas, muy lejos de los cuatro mil millones del video musical Despacito, que en términos relativos es como el todo y la nada, como el punto del que surgió el Bigbang y el Universo expandido actual. Dice esta enorme diferencia de lo relativo de nuestras apreciaciones subjetivas. No he caído en la tentación de leer ninguno de los 17.000 comentarios que siguen al video, ¿para qué?, si son otros tantos pensamientos personales sobre una teoría, quizá más fundamentada que la mía pero no menos inconclusa. El artículo dice que Hopkins ha encontrado, al fin, la explicación al origen del Universo, antes del Bigbang no había nada, dice. Leo incrédulo el artículo. Es una teoría, aunque por venir de quien viene, los legos en la materia deberíamos decir amen, y a otra cosa, mariposa. No acepto las verdades reveladas, no formo parte de un grupo de personas, más o menos numeroso, pero no universal, que acepta una verdad revelada como principio inmutable, inamovible. Si más adelante mi mente afina más lo que ahora pienso, lo aceptaré, sin más, como mi idea actualizada.

El video que acompaño es una recreación de nuestra actual existencia en el contexto del nacimiento del Universo. Las imágenes, en sucesivo flahback, llevan a poner ante nuestro ojos la teoría de la creación del Universo. El presente es la Tierra que habitamos, le sigue la creación de los Planetas y la Tierra se difumina, aparece el Sol y los Planetas desaparecen, luego se forma la Galaxia y desaparece el Sol, uno más entre millones de soles. Y así, a cada presente el video lleva al pasado, al Bigbang original cuando no existía la galaxia, el Sol, los Planetas, la Tierra ni nosotros.

El video, por si no lo habías comprendido, comienza de nuevo en sentido contrario, más acorde con el nacer de toda existencia. Y así, nos muestra un punto en medio de la nada, punto que   en explosión cósmica, Bigbang, da origen a la materia en expansión, la formación de las galaxias, la galaxia a la que pertenecemos, el Sol que nos alumbra, los Planetas que nos acompañan subsidiarios, aparentemente inútiles, del Sol, un punto que se agranda y que termina siéndonos familiar, la Tierra. en unos pocos minutos, tenemos la peli que condensa catorce mil millones de años de gestación sin que se prevea cuando hace aguas, y el parto, al fin, nos dice si es niño, niña o todo lo contrario. Y aquí lo dejo, que cada cual, dueño de su mente, elabore su personal teoría, tiene todo el derecho, incluso, faltaría más, que hay un dios que lo explica todo..

De emociones y sentimientos

Llorar de emoción o llorar de sentimiento. A mi edad los ojos se empañan fácilmente, los motivos no son siempre justificados. No están justificados que yo los tenga, y muchos de ellos son la reacción refleja ante un desencadenante que me es ajeno. Y está la congoja, que es el clímax de una emoción o de u n sentimiento. Cuando siento congoja, esa angustia que atenaza la garganta se resuelve con mis ojos empañados de lágrimas. A veces me queda un residual dolor en el pecho, y esto no debe ser bueno para un corazón ya cansado.

¿Soy un persona sensible? Veamos que me causa una emoción o sentimiento que se traduce en lágrimas y/o congoja.

La noticia del abandono de un bebe vivo en un contenedor de basura, el abuso de una niña por su padre, la admiración que produce el éxito ajeno, las muestras de afecto de mi perrita Lola,  la brutal agresión que sufre cualquier ser indefenso, la  alegría después de la reconciliación,  el alivio que se siente cuando superas la impotencia, el exceso de  amabilidad inesperada, la amargura que produce la muerte de un ser querido, el amor en muchos de sus avatares, la angustia como expresión límite del miedo, algunas añoranzas insuperables, después de sentir apatía ante un hecho conmovedor,  en el arrepentimiento por un acto irreversible,  el arrojo de una madre que defiende a su cria, el asco de sentirme manipulado y consentirlo, el asombro ante lo irracional,  la atracción fatal ante el peligro, la prolongada ausencia de un ser querido, la  bondad de algunas personas, la cólera inútil ante las injusticias, la compasión sin el remedio,  la culpa inconsciente, la decepción ante la expectativa que no se cumple, la dependencia vital, la depresión anímica, la derrota de mi enemigo, el desaliento ante el fracaso, el desamparo del débil, el desánimo en la firmeza, el desasosiego ante lo imprevisible, el desconcierto ante lo inesperado, la desconfianza en el amigo,  el desconsuelo ante la muerte,  la desdicha de no alcanzar la dicha, el desencanto con la amistad, el anhelo de vivir eternamente,  la desesperación por no lograr lo que deseabas

Y como si la fuente de mis lágrimas fuese inagotable, fui encontrando palabras y palabras que respondían a la causa de mi llanto.

Manipulación, inseguridad, melancolía, excitación, orgullo, vergüenza, dignidad, disgusto, dolor,  duda, pena, engaño,  rabia, entusiasmo, envidia, soledad, esperanza, estima, estremecimiento, timidez, estupor, traición, euforia, exaltación, frenesí, exasperación,  soledad, fastidio, vacilación,  firmeza, tristeza,  fracaso,  fragilidad, frustración, generosidad, hastío, vulnerabilidad, terror, vacío, valentía, venganza…

Llegado aquí, ¿ podría ser catalogado de hipersensible? No siempre fui de lágrima fácil, al contrario, tuve épocas de hombre duro al que todo le resbalaba. Y en la situación en la que me encuentro, sólo se explica porque la edad te ablanda hasta el punto de llorar cuando te ves desnudo en el espejo. Bueno, quizá es el único llanto plenamente justificado.

Me miré desnudo en el espejo

y sólo vi una silueta

No estoy mal, me dije

El cristal estaba empañado.